El 'campus Budimir' y sus camisetas religiosas, los mejores secretos de una leyenda rojilla
Desgranamos al Ante Budimir futbolista y persona tras haberse convertido en máximo goleador de Osasuna en Primera.

"Es un jugador que habla mucho con el entrenador, antes de empezar la temporada le exige y mide; quiere saber a la perfección cómo se va a enfocar todo. Les hace pensar". Así define una fuente que conoce a la perfección a Ante Budimir y que tiene claro cuál es el mayor secreto para el éxito de un delantero que llegó a LaLiga en 2019 para impresionar primero al Mallorca, pero que encontró su verdadero amor en Pamplona. Una ciudad y un club que se han convertido en el mejor entorno posible para un croata que habla con tono pausado, bajo y educado, pero que tiene una mirada tan hambrienta como su fútbol. En Pamplona, Budimir se ha ganado el cariño de todos. En Osasuna, ha hecho historia.
Podríamos recorrer un camino literario durante este texto para seguir escondiendo al lector el secreto, pero hay que ser directos. Como Budimir en el área. "Tiene una gran ambición y una mentalidad balcánica". Puede sonar a lugar común, pero hay varios ejemplos que explican que precisamente esa obsesión por la mejora es lo que ha llevado al delantero a su cénit futbolístico con 33 años. Quienes han compartido vestuario con él tienen claro que durante los cinco años que lleva defendiendo la camiseta rojilla ha experimentado un continuo crecimiento basado en un hambre voraz y en una exigencia individual pero, sobre todo, colectiva.
Ante no se conforma. Ni con lo conseguido hace dos temporadas, a las órdenes de Jagoba Arrasate –a quien agradeció por mensaje haber sido partícipe de su récord–, ni con lo que está disfrutando con Vicente Moreno. Ese carácter incluso tímido ante los medios se transforma dentro de los vestuarios de Tajonar y el Sadar, donde su voz tiene mucho peso. "Sus compañeros le siguen porque es el primero en aplicarse y tiene el crédito ganado", cuentan. Él lleva al extremo su entrenamiento.
Más allá del trabajo que realiza diariamente junto a sus compañeros, trabaja desde hace unas temporadas con un coach personal por las tardes, además de doblar sesiones sobre el césped. Convencido de que a su edad (33 años) no le basta con los entrenamientos grupales, decidió hace años apostar por una práctica que encontró nombre rápido entre el staff de Arrasate y de los trabajadores de Tajonar: El Campus Budimir. Un césped repleto de conos, chinos y picas que ideó con Bittor Alkiza y que le servía sobre todo para trabajar en ejercicios de remate y situaciones que se podían dar en los próximos encuentros.
Sobre el césped de las instalaciones navarras, los trabajadores de la entidad ven al delantero hacer una y otra vez repeticiones de diferentes acciones. Escuela balcánica. "Muy metódico", insisten, definiéndole como un jugador convencido de que en la repetición se encuentra la mejora. "Este quiere siempre más y es el sentir de este equipo, que es ambicioso y quiere más", dijo recientemente Vicente Moreno sobre él tras empatar al Real Madrid con un tanto del croata.
Su fe y la inquietud cultural definen su personalidad
En el campo, todos conocemos a Ante Budimir, que se ha convertido en un referente en el fútbol español en los últimos años. Fuera del terreno de juego, uno de los gestos más bonitos se viralizó hace años cuando auxilió a una anciana para acompañarla al hospital en su coche en Pamplona. Una anécdota que le define. Como la que tuvo con sus vecinos antes de mudarse: "Queridos vecinos, al mudarnos a nuestra nueva dirección quiero tomarme un momento para expresar nuestra gratitud por el tiempo maravilloso que pasamos aquí. Nos vamos con recuerdos entrañables y les deseamos todo lo mejor", les escribió en una nota manuscrita y que dejó en el ascensor.
Pasa desapercibido, calmado y en segundo plano habitualmente, pero tiene una gran conciencia social y un carácter que ha casado muy bien con la sociedad navarra. "Es una persona que se viste desde los pies, está encantado en Pamplona, muy afincado y muy centrado", cuentan desde la entidad rojilla. Ha tenido ofertas en estos últimos años, pero su ambición iba de la mano de un proyecto en continuo crecimiento y con el que tiene contrato hasta el mes de junio de 2027.
👏 El presidente Luis Sabalza ha hecho entrega a Ante Budimir de dos obsequios tras haberse convertido en el máximo goleador de la historia del club en Primera División. pic.twitter.com/YITxBwEgo4
— C. A. OSASUNA (@Osasuna) March 2, 2025
Mantiene una gran relación con Braulio y Cata, además de con un Vicente Moreno con el que ya coincidió en el Mallorca. "Como persona es un diez. Pese a que solo estuvimos trabajando juntos una temporada y media, tuvo un detalle muy bonito conmigo. Cuando le convocó la selección absoluta de Croacia, yo ya no estaba en el club, pero me mandó una camiseta de él con la selección. Fue un gran gesto", desveló el técnico a Relevo antes de coincidir de nuevo con el atacante en Osasuna.
Allí, en la isla, vivieron una campaña en Segunda que acabó en ascenso y en la que incluso Budimir tuvo que adaptar los tiempos para poder contraer matrimonio en Zagreb. Con permiso de Moreno pasó por el altar y al día siguiente tomó un vuelo privado para estar junto al equipo en los play-offs. Todo salió bien. Marcó seis goles en el final de esa temporada y otros 13 en el regreso a Primera División, antes de firmar por Osasuna, donde acumula 64 goles entre todas las competiciones. 58 de ellos en LaLiga, lo que le permitió convertirse en histórico el pasado fin de semana superando a Sabino Andonegi.
Debajo de la camiseta con la que ha conseguido esos números se encuentra otro de sus secretos. Suele llevar camisetas con mensajes religiosos, aunque hay una que es especial. En 2008, el Papa Benedicto XVI visitó su ciudad natal, Zagreb, y pese a que Budi no pudo estar en el encuentro, le regalaron una camiseta que repartieron en su parroquia. En muchos encuentros la portó bajo la rojilla, inspirándole.
La religión es muy importante para él e incluso en la previa de varios partidos suele 'escaparse' si hay una iglesia cercana al hotel de concentración de la expedición osasunista. Trascendió cuando lo hizo en Valencia, en la Iglesia San Juan del Hospital, participando en la Misa y visitando el Conjunto Histórico de San Juan, pero lo ha hecho en muchas otras ocasiones. También en otras ciudades, en las que aprovecha para visitar diferentes atractivos culturales.
Quienes mejor le conocen hablan de él como una persona muy inteligente, con estudios en Económicas, y que aprendió el castellano en apenas unos meses y se esforzó desde el primer día por integrarse tanto en la sociedad balear como la navarra. En Pamplona ya es leyenda. Y ya tiene su homenaje, más allá del que vivió en el Sadar. El artista navarro LKN ha creado 58 lienzos con la figura del croata que dejará en diferentes puntos de la ciudad como regalo para la afición. "Es una forma de conectar el arte con la afición rojilla y dejar un pedazo de historia en las calles. Si quieres llevarte un trozo de esta leyenda, anda con los ojos bien abiertos", publicó el artista. Budi y su gente; el mejor resumen a cinco años de relación.