BETIS - REAL SOCIEDAD

Canales, el flechazo con Imanol y el doloroso adiós al Betis: "Mi familia, el club y yo pensábamos que me iba a retirar allí"

El cántabro repasa, en esta primera parte de la entrevista, sus experiencias en la Real y el club verdiblanco.

Sergio Canales, en un partido con el Betis./ABC
Sergio Canales, en un partido con el Betis. ABC
Samuel Silva

Samuel Silva

A más de 8.600 kilómetros, el Betis - Real Sociedad de este domingo tendrá un espectador de excepción en Sergio Canales Madrazo (Santander, 1991). Mientras ultima los preparativos para el duelo de su Rayados ante el Querétaro, el cántabro buscará un hueco para seguir un partido decisivo para sus dos últimos equipos en LaLiga. "Los dos necesitan ganar. Va a ser bonito. Decirte un marcador es muy difícil, están muy igualados", cuenta a Relevo desde Monterrey en una videollamada en la que el cántabro explicará cómo se produjeron sus salidas de ambos conjuntos.

Su intensa relación con Imanol Alguacil, con el que apenas convivió seis meses pero que le dejaron huella, su amor incondicional al Betis, un club y una afición con los que conectó y a los que sigue echando de menos, o ese fin de ciclo como verdiblanco tras el desgaste acumulado con Manuel Pellegrini, de quien sigue hablando con respeto y admiración, marcarán esta primera parte de la entrevista. "Soy del Betis a tope", reconoce Canales, que vio como la realidad del fútbol le cambió su idea inicial de retirarse vestido de verdiblanco. "El tiempo me ha hecho aprender y digo como el Cholo Simeone, voy partido a partido", añade el cántabro con esa calma y cautela que otorga la experiencia de un futbolista que lleva media vida como profesional.

De aquel joven que deslumbró en el Racing y que llamó la atención de media Europa antes de que el Real Madrid apostase por su fichaje, a este futbolista maduro, que se levantó de esa parte ingrata de su trabajo como son las lesiones. "Soy muy pesado con la parte física, me ha dado la vida. Te iba a decir que será así hasta que me retire, pero probablemente sea ya hasta el día que me muera", confiesa Canales, que se detiene a conversar con Relevo justo antes de comenzar otra jornada de entrenamientos con Rayados de Monterrey, el club que ahora disfruta con esa zurda y esa competitividad que desprende a cada minuto.

¿Cómo está siendo la experiencia en México?

No me imaginaba mucha cosa, porque la verdad que tenía mucho desconocimiento, pero sí que que estoy encantadísimo. Estamos viviendo una experiencia realmente increíble. Estamos muy felices, la verdad. Uno de los objetivos que me propuse cuando di el cambio, y lo hablaba con mi mujer otro día, era un poco abrir la mente a poder venir más jugadores aquí, a demostrar que se pueden vivir experiencias y ser muy feliz, que hay fútbol en muchos sitios y muy competitivo y muy divertido. Me lo propuse y la verdad que poco a poco se va viniendo gente y se va cumpliendo

Te he leído que es un fútbol distinto.

Sí, me está gustando mucho, porque al final creo que estoy ayudándome a mejorar y a hacerme un poquito más completo. Aquí es mucho más vertical, mucho más de definir jugadas, de hacer uno para uno, de buscar el gol todos los partidos. Es muy diferente, porque al final allí me gustaba mucho asociarme, bajar a llevar un poco el control del juego y demás, como un poco conocíais de mí, sobre todo en el Betis. Y aquí, es coger la pelota, intento girarme, arrancar y buscar ya la última jugada.

Sergio Canales habla de su salida del Betis.

Habéis formado una buena colonia de 'sevillanos'.

Sí, me han traído tres sevillistas, es verdad. Pero nada, bien, la verdad que son súper buena gente.

¿Habéis tenido algún pique Betis-Sevilla?

Nos han coincidido pocos partidos de derbis todavía. Aunque Al final ahora intentamos dejarlo a un lado porque yo obviamente soy muy, muy del Betis y ellos lo son del Sevill. Ahora tenemos que defender lo mismo y lo dejamos un poco al lado.

¿Todavía dura el impacto del fichaje de Sergio Ramos?

Sí, obviamente. Es un tipazo más allá de que he dicho y he pensado siempre, que si no es el mejor central de la historia está ahí, ahí. Por todos los números, por toda la carrera que ha hecho, por el impacto que tiene en un vestuario como compañero.... Y yo especialmente siempre muy agradecido porque siempre me ha tratado increíble. Coincidimos en el Madrid y en la Selección y tengo un recuerdo muy, muy bueno. Siendo una etapa muy diferente a la mía, porque era muy joven, pero le tengo ese especial cariño por el trato que me ha dado.

¿Habéis tenido ya algún pique de gimnasio? ¡Que vaya dos os habéis juntado!

Al final aquí, por el tipo de competición hago mucho en casa. Es otra filosofía de entrenamientos. Te tienes que adaptar porque aquí, por ejemplo, con el cuerpo técnico ya haces mucho gimnasio en grupo, no es como en España. Se mira mucho ese apartado tanto en la pretemporada como en la temporada. Por ejemplo, ahora siempre tenemos que estar 45 minutos antes para hacer gimnasio todos juntos, con ejercicios de fuerza y demás. He tenido que aprender a dividir ese trabajo y enfocarlo de otra manera.

En el Betis más de uno me ha contado que los tenías machacados...

Sí, sí, a ver, yo soy muy pesado. Me parece una parte fundamental, me encanta, me ha dado la vida y lo defiendo a tope.. Te iba a decir que será así hasta que me retire, pero probablemente sea ya hasta el día que me muera. Voy a darle caña y sí, es calidad de vida, es salud y eso es fundamental.

Las lesiones han ido marcando tu carrera. ¿Eso te hizo darle más importancia al apartado físico?

Mi año en el Real Madrid también me sirvió de aprendizaje. A partir de ahí, cuando acabó la temporada me dije que necesitaba un preparador físico, un físio, un nutricionista... Y ahí cambió un poco mi mentalidad de lo que necesitaba para ser profesional de la élite. Lo que pasa es que luego me vino directamente en la siguiente temporada el cruzado, luego en la misma temporada el otro cruzado. Y ahí ya... Aunque es verdad que previo a eso ya había empezado un cambio. De hecho, en las primeras jornadas en Valencia me acuerdo que estaba muy, muy bien, con Emery, que también será de los mejores entrenadores que he tenido en mi carrera. Ya había empezado a cambiar, lo que pasa es que luego, por necesidad, fue a más y es casi una obsesión.

A ti las lesiones te han hecho más fuerte y te han convertido no sé si en otro futbolista...

Sí, en otro futbolista también. En cada etapa he tenido que cambiar mi forma de jugar, me he tenido que transformar, he tenido que ver cómo podía sacarle partido a mi nueva situación, a mi nuevo estado físico, hasta alcanzar el nivel. Pero eso ha sido después de años trabajando el estado físico óptimo que yo quería para jugar como creo que puedo jugar. Pero durante toda esa transición me he tenido que transformar, he tenido que cambiar mi forma de jugar. Hubo una época en la que jugaba mucho de espaldas para protegerme porque no me notaba rápido, por ejemplo, y cuando necesitaba regatear a alguien o ser más vertical, lo que utilizaba era jugar de espaldas para utilizar el cuerpo para girarme y ganarle esos dos metros que de otra manera no los podía ganar porque no podía. Entonces, me he ido transformando, he trabajado mucho y me ha obsesionado conseguirlo hasta llegar a un punto en el que puedo jugar de la manera que creo sin estar condicionado.

Canales habla del aprendizaje con las lesiones de su carrera.

Esta temporada ha habido multitud de roturas de cruzado. ¿Qué piensas cuando las ves?

Lo primero es que espero que, sobre todo, salga bien. Normalmente, intento mandar un mensaje porque la verdad que es como que sientes que es parte ya de tu grupo. Es una lesión muy complicada de recuperar, tienes muchas fases, va a haber algunas en las que parece que es imposible que lo saques. Intento pensar que todo le va a ir bien al jugador, que se va a recuperar bien y que va a encontrar la manera de volver.

Por tu experiencia y tus conversaciones con médicos... ¿Qué causas influyen más?

Hay muchas cosas... Obviamente que hablo y me encanta, por toda mi carrera he hecho muchas amistades de gente que controla mucho, ya que te tienes que rodear de gente muy buena para también tú rendir al máximo. Hay muchos partidos, no hay descanso, cada vez se juegas más y cada vez es más difícil encontrar tu sitio, porque la gente viene ya a tope. Antes, por ejemplo, me acuerdo cuando empezaba o incluso no hace tanto, que a los chicos jóvenes les costaba mucho y ahora ya vienen preparados para quitarte el puesto. Todo suma, hay mucha más competencia, en cuanto un año no rindes. Fíjate ahora los jugadores que se quedan libres cómo les cuesta encontrar un equipo. Antes era un caramelo quedarte libre, porque decías, me voy allí, yo elijo, encima económicamente puedo ganar más, y ahora es un problema estar libre. Ha cambiado mucho todo, la exigencia también te hace tener mucha más presión y yo creo que se transmite con tantas lesiones. La cantidad de partidos que hay, viajes, todo suma. Para mí, de las cosas que he aprendido en mi carrera y soy un obsesionado con el trabajo, es que es más importante la recuperación, es más importante el descanso, es más importante toda esa parte que muchas veces el entrenamiento o la competición.

Mucha gente no sabrá que vivías al lado de la ciudad deportiva del Betis por ese motivo de cuidarte...

Sí, ayudó, ayudó, me gustaba mucho la zona, obviamente, y tenía amigos ya que vivían ahí, pero sí, sí, sí, todo ayuda, ¿no? Al final, la comodidad de vivir ahí cerquita, pues te ayuda mucho.

"Después de la tercera lesión estuve mucho tiempo que no podía ni chutar y tenía que jugar más con la derecha; eso me ayudó a mejorarla"

Antes hablabas de las dos primeras lesiones de rodilla en Valencia, pero luego llegó una tercera con la Real Sociedad. ¿Fue el golpe más duro que has recibido?

Sí, sí, sí, 100%. La verdad que me costó, yo ahí sí que vi momentos... Me acuerdo cuando me operé, que Cugat me dijo y le dijo al doctor de la Real, que por cómo también había ido la operación, que no había sido sencilla, que me iba a costar, que veía muy difícil que volviese a un nivel de competición, sobre todo continuo, y que habría que ir viendo. Me acuerdo que me casé a los seis meses de estar lesionado e iba cojo al altar. Mentalmente es mucho más duro, como ya había tenido dos y conocía el proceso de recuperación, que a los tres tienes que estar corriendo... Yo a los seis no estaba ni cerca de eso. Eso mentalmente fue muy duro. Hubo momentos que decías, no me va a dar, no me va a dar... Luego, cuando volví, a los nueve meses, y estuve hasta el año y medio o dos años, con dolor de rodilla, cada vez que me despertaba no podía estirarla. Jugué muchos partidos que, de repente, no sé si era el nervio de la rodilla o qué era, pero estuve mucho tiempo que me pegaba y no podía chutar, y tenía que jugar más con la derecha, que eso también me ayudó mucho a mejorarla. Entonces, sí, esa fue la más difícil, con diferencia.

Hace poco escuché a especialistas decir que un futbolista no recupera su nivel anterior, si es capaz de lograrlo, hasta la segunda temporada tras regresar...

Sí, sobre todo hablando más del nivel de continuidad. Hay jugadores de mucha calidad, y tienes un día que te has levantado bien, que todo tu cuerpo está bien porque vienes trabajando bien, pero igual, a las dos siguientes semanas no te puedes ni mover. Entonces, claro, no vas a rendir a nivel continuo. Para volver a una continuidad de cada partido rendir, sí que necesitas un tiempo. Y luego creo que también algo importante es que al final necesitas volver a conocerte a ti mismo. Tú no eres el mismo jugador y eso muchas veces es un problema, un poco por la experiencia que he tenido. Te han operado, vuelves, has estado un tiempo fuera y tienes que volver a condicionar tu juego al momento físico en el que te encuentras. Igual una cosa que hacías, ahora la vas a hacer más lenta, dos segundos más lenta, por el miedo incluso. Tienes que buscar alternativas para hacerlo de otra manera y eso lleva un tiempo de adaptación bastante grande.

Todo eso lo viviste en la Real.

Allí fue el tercer cruzado, el más difícil. Y a partir de ahí sí que fui al milímetro de todo. Me metí mucha caña y fui a tope. Y sobre todo el último año, en la última temporada, ahí ya es donde empecé a ver los frutos de todo el trabajo anterior. De esa continuidad que te digo, de ese rendimiento a nivel físico de juego y al día siguiente poder entrenar normal y encontrarme siempre bien. O lesionarme o tener una pequeña lesión y saber que soy capaz de volver en siete días en vez de en 15. Ahí es donde empecé a darme cuenta de todo el crecimiento que había tenido y todos los frutos que me estaba dando todo el trabajo anterior que llevaba haciendo.

Allí coincidiste unos meses con Imanol Alguacil. ¿Ya viste que iba a tener esa continuidad en el banquillo?

Sí, sí. Yo creo que Imanol está en el top uno de mejores entrenadores que he tenido, sin duda. No sé si el mejor, pero creo que en tan poco tiempo me ha marcado mucho. Me ha encantado. Soy totalmente de la idea suya del entrenamiento, del día a día, de la exigencia, de la manera del fútbol, de la manera de tratar al jugador, de la manera de tratar al grupo... Sí, sí, a mí me ha marcado mucho, la verdad.

Canales reconoce su admiración por Imanol Alguacil.

Fueron seis meses y acabaste contrato. ¿Por qué decidiste cambiar de aires?

Me acuerdo que estaba hablando con la Real también por la opción de renovar y me senté con (Roberto) Olabe y le dije, con sinceridad, por cómo me notaba que había dado un cambio. Llevaba muchos años también trabajando con psicólogo. Había trabajado mucho el tema, o intenté trabajar el tema del liderazgo, el tema de dar un paso al frente también en el grupo, ya no sólo en el campo, y aprovechar toda la experiencia que había tenido. Le fui sincero y le dije que me sentía preparado para liderar un grupo, para ser importante y creía que en la Real no se iba a dar por circunstancias, porque también había gente también con ese peso y que necesitaba un proyecto un poco diferente. Y también es verdad, y esto es así, le dije que si había también opciones de quedarme en la Real era si Imanol seguía. Porque Imanol había venido del filial y en teoría no iba a seguir. De hecho volvió a bajar del filial y ya luego, a los meses, volvió a subir. Esa también fue una decisión que me hizo darme cuenta de la necesidad del cambio.

También en el Betis estaba Quique Setién.

También estuve hablando mucho con él, sí. Siempre me encantó, me encantaba ver al Betis ese año. El Betis siempre me había caído súper bien y era un equipo que me gustaba por todo. Quizá era el destino también.

Te decidiste por el proyecto verdiblanco y luego ha sido el club con el que más te has identificado.

Sí, sí, sin duda. Yo me siento de allí, es increíble, pero es la realidad. Es un club que quiero muchísimo, la gente que trabaja allí, la afición, estoy súper agradecido porque me ha hecho sentir siempre increíble y es un club al que me he sentido muy identificado desde el inicio por sus ganas de crecer, sus ganas de darle la vuelta a cualquier cosa y darle mil vueltas para que el proyecto siga creciendo, siga avanzando y conseguir cosas. Sí, me he sentido muy identificado y soy del Betis a tope.

Aquí los aficionados dicen que te echan de menos...

Yo también lo echo de menos, claro que los echo de menos...

Tras tu última renovación, ¡todo el mundo pensaba que te ibas a retirar en el Betis!

Bueno, a ver, yo también lo pensaba. Me compré mi casa. Nuestra mente, la de mi familia, era que ya nos quedamos allí, la verdad. Y la del club también. Incluso para después o lo que fuese, ya ir viendo un poco mi lugar. Pero el fútbol da muchas vueltas. La última temporada no fue fácil. Tanto a nivel personal, algún problema que tuvimos a nivel familiar y sentí también que necesitábamos coger aire y un cambio. Y luego también a nivel grupal bien, pero con el míster... Se ha demostrado al final. No es nada malo porque Pellegrini obviamente es uno de los mejores entrenadores que he tenido, pero se acabó el ciclo. Sentí que ya se había acabado un poco el ciclo. Habíamos pasado tres años muy buenos. Estoy súper agradecido y la verdad que tengo mucha suerte de coincidir con Manuel en el Betis porque me ha hecho crecer, me ha hecho ser mejor jugador, me ha hecho tener más responsabilidades también. No es nada malo porque muchas veces tienes que tener cuidado con lo que dices. Por eso yo intento no... que no sé... Tener mucho cuidado con lo que digo porque se malinterprete y es que Sergio estaba con Pellegrini...

Existía desgaste en esa relación...

100% desgaste, 100% se acabó el ciclo, sentía que yo había tocado mi techo. Soy una persona que siempre quiere seguir creciendo, que siempre no me conformo. Igual es un problema también mío, que no me conformo, no me vale seguir igual. Quiero mejorar, quiero ver que si hemos llegado hasta aquí podemos dar el siguiente paso y consideraba que para eso se necesitaban otros futbolistas diferentes porque nosotros con el míster ya habíamos llegado al tope. Y se ha demostrado al final, desde que yo me fui, poco a poco se ha ido destruyendo un poco todo el proyecto de jugadores. Es una pena realmente porque era un grupo buenísimo, un grupo joven, con hambre, habíamos conectado increíble, pero creo que el ciclo se terminó. Se ha demostrado que yo me fui porque lo pensaba y lo tenía muy claro. Soy una persona que antes de empezar una temporada nueva necesito estar al 100%, necesito saber que el grupo vamos a ir todos en el mismo camino y que vamos a ir al 100% con el míster. Consideré que no era el caso y que se necesitaba un cambio, y así fue.

"Al presidente le dije que Manuel es el mejor entrenador para el Betis, pero mi ciclo había terminado"

¿Hubo algún momento o una conversación que te hiciera ver ese final?

A ver, mucha gente piensa, y es respetable y lo entiendo perfectamente, yo si fuese aficionado también lo diría, que me vino la ofertas de Rayados y me fui por el dinero. Obviamente que es importante la oferta, pero ni mucho menos fue por eso. Justo antes de terminar la Liga, que ya habíamos definido que entrábamos en Europa, me acerqué donde el míster, al presi y ya se lo comenté un poco, que tenía que pensar. Al míster le dije que creía que nuestro ciclo juntos habíamos terminado y que yo tenía que echarme a un lado y me tenía que ir, y se lo dije justo antes de terminar la Liga. Luego me fui a la Selección y cuando terminó me llegó la oferta de Rayados. Vino un poco a posterioridad, pero tenía clara mi decisión de que se había terminado el ciclo.

Decías una temporada dura y hubo también aquella polémica con Mateu Lahoz...

Sí, todo se juntó, todo se juntó, pero al final como te digo, creo que estaba ya destinado. Cuando vas a un club y lo defiendes, lo hago al 100%, pero en el Betis ya era un sentimiento de decir es que yo soy del Betis, y voy a muerte aquí, había pasado a un nivel muy superior. También llegó un momento de que con cada derrota estaba muy jodido durante tiempo, cuando no salían las cosas... Eso te consume mucho, fue más un darme cuenta de que el ciclo con el míster había terminado y también se lo transmití al presidente. Le dije que creía que Manuel es el mejor entrenador que puede tener el Betis, entonces no hay ninguna duda. Luego me venía la idea de tener una experiencia fuera, me gustaba mucho, creo que descubrir, como te dije, el reto de ir a una liga que no es conocida en España y de la que nadie ni siquiera habla. Encima con nivel, porque había hablado con Guardado, había hablado con mucha gente de aquí y me decían que engaña mucho, y es la realidad.

Para este año tienes el reto de la liga con Rayados o el Mundial de clubes. ¿Pero para el futuro tienes ya algo en mente?

Después de irme del Betis ya voy al día, porque mi futuro siempre lo vislumbraba allí, ya terminando allí, y al final ya te das cuenta de que no, que tienes que vivir al día, tienes que esforzarte, tienes que notar que tu pasión. Considero, o lo que he ido aprendiendo, es que cuando estoy aquí, el club confía en mí, me depositó una responsabilidad grande que también me encanta y para eso tengo que estar al 100%. Eso es lo que me va a ir marcando donde debo estar en cada momento y lo que quiero es estar al 100% donde esté. Estoy disfrutando una barbaridad, es una experiencia que estoy muy agradecido de poder tener, de poder estar viviendo y de conocer un fútbol tan divertido, porque la verdad que por esa parte también te diviertes mucho en el campo aquí.

Pero imagino que de reojo mirarás al Racing o al Betis...

Los miro con los dos ojos, obviamente. Soy del Racing al igual que del Betis y aparte en el Racing pues igual he pasado poco tiempo para lo que me hubiese gustado. Llevo desde los cuatro años yendo al estadio a ver el Racing con mi padre y es un club que quiero mucho, pero sí, ahora lo miro también como aficionado, quiero que suba porque el Racing siempre debe estar en Primera y luego ya veremos. Al final no hay que adelantarse a nada, también por respeto un poco a donde estoy y la afición que me da muchísimo cariño, al club que tiene muchas aspiraciones y muchas cosas por ganar y crecer. Estoy aquí, me dan mucha confianza y mucha responsabilidad, debo respetarlo y no pensar en lo que pueda ser un año, dos años o tres años posteriores.

Llevas casi la mitad de tu vida como profesional del fútbol, ¿queda mucho Sergio Canales por delante?

Yo me uno al Cholo y al partido a partido. Voy al día a día y ya está. Físicamente queda muchísimo más Canales. Cada día me encuentro mejor. Aquí estoy jugando, todos los partidos, fuera de casa son a 2.000 metros de altura, 2,000 y pico, y físicamente acabo los partidos súper bien, de hecho cada vez me encuentro mucho mejor, más rápido, estoy trabajando aspectos todavía para ser mejor físicamente, entonces por esa parte creo que podría segui muchos años. El tema es que tienes que unir todas las partes para dar el 100% y el día que no lo dé... Yo no puedo estar a medias, o me siento al 100% en todo o ya me estaré diciendo que ya termine, entonces por eso el día a día me irá marcando.