Caparrós no echa cuentas para el descenso pero pasa factura: "Ese gol no nos lo pueden meter nunca; ha sido un partido malo"

Delicada. Esa es la situación en el Ramón Sánchez-Pizjuán tras el empate ante el Deportivo Alavés. Se ha metido abajo, y se lo ha ganado a pulso. Su propio entrenador, Joaquín Caparrós, insistió en centrarse en el "partido a partido", pero el tanto de Kike García le tocó la moral: "Es gol no nos lo pueden meter nunca".

"Sabemos que estamos necesitados. No hemos hecho un buen partido. No estábamos sueltos, demasiado juego directo... nos precipitábamos en los pases. Pero ese gol no nos lo pueden meter nunca. Nunca. Hay que insistir en todas estas situaciones, se nos va a volver a dar y esperamos que aprendamos".

Y es que la plantilla del Sevilla está muy tocada. De hecho, el único que está 'tocado' pero por la varita es un Suso que llevaba toda la temporada en el banquillo... y Caparrós se ha empeñado en recuperar. "Tiene una calidad que todos conocemos. Es un futbolista que, cuando tiene el balón, mueve a todo el mundo. A los rivales y a los compañeros. Él tiene algo. Le he visto muy implicado y comprometido, y los buenos jugadores tienen que jugar".

Aun así, Joaquín Caparrós sabe que necesita levantar la moral de los suyos. Por eso, quiso quedarse con la única parte positiva posible. "Hemos roto la racha. En el fútbol lo único que vale es sumar. No ha sido un buen partido, pero al final hemos podido ganar con la de Suso y la de Dodi". Aunque no se olvidó de decirlo claro: "Un punto. Partido flojo, malo".

Un equipo bloqueado que no juega a nada. Y eso se ve desde la grada... y desde el banquillo. "Es cierto que da esa sensación. Por eso hemos hecho los cambios. En la estrategia defensiva hemos estado bien, algo en lo que habíamos insistido muchísimo, porque este equipo es muy fuerte en el juego aéreo. Hemos ganado duelos, cosa que antes no hacíamos. Hemos superado al Alavés en este aspecto, pero es cierto que no transmitíamos peligro. Tenemos que hablar. No hay tiempo, porque entrenar vamos a poder entrenar poco, pero no nos queda más remedio que darle más importancia al balón porque tenemos calidad".

Un mensaje claro y directo. Sin paños calientes. Hay que ser autocríticos, aunque para Caparrós acudir a la calculadora no es la solución. Al menos por el momento. "No he echado esas cuentas, no tengo ni idea. Yo me preocupo del partido del jueves, de recuperar y nada más. Los resultados que se están dando es verdad. Los equipos de arriba están fallando. Pero bueno, tenemos que ir partido a partido y sumar todo lo que podamos".