Carlos Vicente revive al Alavés y siembra el caos en Girona

Admitía Coudet en la previa que la derrota ante el Rayo los había golpeado pero su equipo estaba listo para imponerse. Lo hizo fiel a su estilo, sabiendo sufrir cuando tocaba y gobernando en un campo acostumbrado a ver a su equipo dominar. El Alavés desdibujó al equipo de Míchel y dio un paso de gigante hacia la salvación, pero también sembró el caos en un Girona que prácticamente no recuerda lo que es ganar.

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El gesto de Kike García en el arranque del partido, arrodillado sobre el césped lamentando una ocasión fallada, ilustró la primera parte del Alavés en Montilivi. El equipo de Coudet fue atrevido con Manu Sánchez y Carlos Vicente por las bandas para aprovechar las incursiones de Miguel en ataque y castigar el repliegue del lateral.

Le costó unos minutos al equipo de Míchel hacerse con el balón pero aquello no servía para cambiar el signo del encuentro. Krejci tocaba para Blind y este para Francés, pero sin encontrar profundidad alguna por las bandas. Solo Danjuma, que tuvo sus más y sus menos con Mouriño, amenazaba en el uno contra uno pero su toma de decisiones lo privaba de generar peligro real sobre la portería de Sivera.

El correr de los minutos favorecía a los del Chacho que alternaban tramos de dominio con balón con otros de repliegue, pero siempre consiguiendo ser muy verticales en cada recuperación. Algunos chispazos de Miguel amagaban con dar agilidad a la circulación gerundense, pero todo se fundía a negro al no encontrar socios en el último tercio del campo. Las más claras eran de los babazorros, casi siempre en las botas de Carlos Vicente, que se marchaban al descanso sin apenas haber sufrido.

El Girona tardó quince minutos en la segunda parte hasta asentarse en el encuentro y fue entonces, a la hora de partido, cuando tuvo las dos más claras. Sivera evitó el primero con un paradón a un remate raso de Van de Beek tras una buena combinación entre Danjuma y Miguel y tras el córner llegó la segunda. Jordán intentó despejar de cabeza y la pelota le cayó a Asprilla en el segundo palo, pero el disparo del colombiano también se marchaba lamiendo el palo.

Tras imaginarse por encima en el marcador llegó el mazazo para el Girona cuando Carlos Vicente hizo bueno un saque de puerta de Sivera. El extremo jugó el balón para Guridi y la devolución de cabeza del mediapunta la hizo buena el 'vikingo' con el control que dejó atrás a Krejci y la definición cruzada sobre la salida de Gazzaniga.

El gol puso patas arriba Montilivi porque llegó cuando mejor estaban los de Míchel tanto en el juego como en el área, donde más le cuesta al equipo del entrenador vallecano. Rápidamente tiró de Stuani, Arthur y Tsygankov para buscar una reacción que nunca llegó. Apareció también Portu y generó la más clara con un pase de la muerte que Danjuma le robó al uruguayo, pero si algo sabe hacer este Alavés es sufrir.

El festejo de los jugadores vitorianos con su afición tras finalizar el partido ejemplificó que no era un encuentro más. "Este era el partido", dijo Carlos Vicente tras el encuentro y la celebración lo dejó claro. La victoria babazorra enciende aún más la lucha por la permanencia no sólo porque los de Coudet escapan de la zona baja sino porque embarran a un Girona que está en caída libre.