El carnaval más amargo de Pedri delante de una Las Palmas peleona y aseada: "Esto va por ti, Kirian"

-Gran Canaria. No hubo "fuck off" culé a la purpurina, a la fiesta y a las murgas de la isla redonda. El líder de LaLiga es, hoy, más líder por una genialidad de Dani Olmo y el "shark" Ferrán Torres, y no sin polémica. Los diablos blaugranas trajeron su propio espectáculo y se quedaron sorprendidos ante una UD Las Palmas aseada, correcta y muy bien plantada que les tuteó durante más de una hora y que pidió penalti, por posible mano de Eric García, en el 81'.

En la controvertida acción, tras revisión de VAR, declararon fuera de juego. Y la realidad tocó otra vez la puerta. El equipo insular, con una losa de 21 goles en contra este año, sigue en el lío, en la zona roja. Acumulan 1 de 21 puntos posibles en 2025, están a las puertas del abismo -aunque duermen una jornada más fuera del descenso, por poco- y no conocen la victoria desde el 22 de diciembre contra el Espanyol.

No estaba la roca Scott McKenna, sancionado, por lo que tocó confiar en la dupla Álex Suárez -capitán y protagonista en la arenga en honor a Kirian Rodríguez- y Mika Mármol, de central. Estuvieron escoltados, en los carriles, por el doctor Álex Muñoz y por un Viti Rozada inmaculado, el más sobresaliente. Realmente todos cumplieron, con la primera vez para el "tripivote" Dário Essugo, Stefan Bajcetic -fichaje invernal- y Javi Muñoz. Los mordedores Sandro Ramírez -que volvía de lesión- y Oliver McBurnie mordieron hasta el final, pero no fue suficiente.

En la cabeza de Diego Martínez la conjugación "equilibro defensivo" sonaba muy bien con ellos. Lo cumplió, al menos en los primeros 62 minutos. Si no tenía plan para frenar el ataque del Barça, como dijo en la previa, sí empapeló de ganas, actitud, coraje y orgullo a su equipo. Sobre todo, hacía falta orgullo en una actual situación "carrionista". Con Carrión solo fueron 3 de 27 puntos.

Además, en esta ocasión, la manía canaria -conocida como "pachorra"- de reaccionar cuando apenas quedan 15-20 minutos no imperó. El 1-2 en Montjuic no sonó tanto a fantasía. Pero el Barça es el Barça. Hansi Flick podía fallar una vez contra la UD Las Palmas, pero dos no se lo podía permitir.

El mago y el orgullo canario, canterano del CD Laguna y de la UD Las Palmas, recibió, de toda la grada, el cariño que merece un talento tan especial en el 84', cuando fue sustituido. Ya han pasado 1678 días desde que jugó, por última vez, con la camiseta amarilla -fue contra la UD Extremadura, en una goleada por 5-1 el 20 de julio de 2020-. Para la isla siempre será el "28" flaquito que conquistó Segunda, y medio mundo.

Porque de Gran Canaria a la Ciudad Condal se fue a lo grande, con 17 años, tutorizado por Pepe Mel, Aythami Artiles y Jonathan Viera, y cumpliendo el sueño de su vida: firmar por el Barça. Esta noche de sábado volvió siendo un hombre hecho, derecho, internacional, dorado y, como ya dijo Juan Carlos Valerón hace unos días en Relevo, "es uno de los mejores en su posición, es un espectáculo".

El panorama en clave insular, en cualquier caso, no es catastrófico si se mira la clasificación: el equipo sigue fuera del descenso. Pero realmente es un consuelo "de tontos", puesto que la zona roja ya está en el cogote. Aunque suene cruel, si la UD fuese una carroza de carnaval, sería la última en aparecer este año.

Por números, lo es: nadie ha sumado menos puntos en la Liga en lo que va de año. Por sensaciones, hoy no tanto. Pero se desvanece el "gas Martínez" que soltó nada más llegar. Se ha evaporado. Aunque con mucho por delante, el equipo ha demostrado acercarse al de la era Luis Carrión: inseguro, tímido y poco efectivo.

Puede parecer pronto para hablar de finales, pero en Gran Canaria urge frenar la fiesta ajena. El próximo viernes 28 de febrero, ante el colista Real Valladolid, la UD cuenta con una oportunidad ineludible para reivindicarse. Son los partidos que deciden temporadas, dinámicas, gol-averages, y mucho más.

Diego Martínez recupera -por fin- a su arquero Fábio Silva para darle al ataque una frescura y un empuje desesperadamente. Porque ni la UD ni el Valladolid están rindiendo a las mil maravillas. Y esta vez, los puntos valen más que los que dictaminará el jurado en la próxima Gala Drag Queen, aquí en Gran Canaria.