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La casa 'bleu' de Kounde

El francés sigue pendiente del proyecto Tu Casa Azul, que construirá una casa con 20 habitaciones para familiares de niños enfermos.

Jules Kounde en la presentación del proyecto. /SFC
Jules Kounde en la presentación del proyecto. SFC
Alonso Rivero

Alonso Rivero

El mundo del fútbol mira con los ojos bien abiertos hacia Catar. Allí se disputa la competición que levanta y hunde los ánimos de los países participantes. Centrado plenamente en los cuartos de final del Mundial con Francia ante Inglaterra, pasa estas semanas en uno de los países más ricos del mundo, dentro del complejo Al Messila, a Luxury Collection Resort & Spa, donde cada villa (hasta con piscina privada) se va por encima de los 2.000 euros la noche. Ahí se encuentra el central del FC Barcelona Jules Kounde junto a sus compañeros. Juega su primera Copa del Mundo. Busca su sueño de infancia, ser campeón luciendo los colores de su país. Pero desde la lejanía, el bleu sigue pendiente de un proyecto mucho más austero y menos mediático...pero infinitamente más vital.

Jules Kounde durante el acto de presentación. SFC

 Tu Casa Azul es el tercer proyecto de la fundación sevillana El Gancho Infantil. Arrancó en el año 2020 y, como en los dos anteriores, buscaron visibilidad a través de los dos equipos de fútbol de la ciudad: Betis y Sevilla. Habían proyectado la construcción de una casa con 20 habitaciones familiares cerca de unos terrenos próximos al hospital Virgen de Rocío. La idea era mejorar la calidad de vida de aquellos padres y familiares que, situados a grandes distancias de los hospitales donde son atendidos sus hijos, pudieran tener una vida lo más normal posible cerca de los pequeños. Como siempre solicitaron la presencia de un futbolista de cada club para dar visibilidad a esta iniciativa. El Real Betis enviaba a Camarasa. El Sevilla a Kounde. Aquella fortuita visita no iba a ser una más en la vida del excentral sevillista. Lo que se inició como un compromiso puntual con su club, se terminó convirtiendo en una relación más estrecha. El lado humano (y quizás desconocido para el gran público) de Jules salía a la luz.

Tras el acto oficial, el galo se fue a su domicilio. Tenía un partido importante ante el Real Madrid el sábado. Le tocaba concentrarse y descansar. Su Sevilla aquella temporada iba como un cohete, en gran medida gracias a ese joven Kounde que iba dando pasos de gigante en su crecimiento profesional. El personal, que va de la mano del otro, no se quedaba atrás. Marta, la presidenta y voluntaria de la fundación, se ponía en contacto con él para agradecerle simplemente su presencia. La respuesta del jugador no fue la protocolaria. Su vinculación no deseaba que quedase en una simple foto. Kounde tuvo una idea para seguir colaborando con esta iniciativa que le llegó tan dentro: por cada victoria de su equipo durante aquella temporada el jugador donaría 1.000 euros.

El récord histórico de 77 puntos y la clasificación para la Champions League era la mejor noticia en lo deportivo para el Sevilla. No obstante, no son esos los números más destacados para Kounde en la campaña 20/21. El conjunto andaluz había conseguido 24 victorias en Liga a lo largo del ejercicio, otro récord absoluto. Gracias a eso se consiguió la cantidad de 24.000 euros. Nunca sumar tres puntos tuvo un valor tan alto. Los donó más que gustoso, sabedor de que su inestimable ayuda iba a contribuir a un hecho mayor que una simple clasificación liguera.

Jules no quería que se hiciera pública aquella participación tan cercana. Al margen de eso, su continuidad en el Sevilla no estaba clara. El Chelsea apretaba por hacerse con sus servicios incluso llegando a un acuerdo con su representante. De momento, sin oferta concreta de los ingleses a los andaluces, airear algo que había salido de su corazón no sería bien visto en redes sociales. Como si quisiese limpiar su imagen o blanquearla de algún modo, aunque finalmente accedió a ello por la siguiente razón: sabe que es más importante el impacto que puede provocar que un personaje famoso está colaborando con una fundación así, por la visibilidad a la misma e inducir a otras personas para que colaboren ayudando a esos pequeños y sus familias.

Durante todos estos meses, el francés no ha dejado de estar pendiente de la evolución de las obras que se terminaran en el segundo semestre del año 2023. Y tampoco ha rehuido a seguir utilizando todas sus plataformas sociales para seguir incrementando la participación de aquellos que les siguen. Kounde desea que la verdadera casa bleu no sea la de lujos, como los cuentos de las Mil y una Noches, donde ahora mismo duerme en Catar. Su impronta está a muchos kilómetros de allí, en unas modestas viviendas que servirán para que ningún padre tenga que pasar las noches en el incómodo sillón de un Hospital o yendo y viniendo casi cada día, imposible en muchos casos. La magia del fútbol, casi siempre, está alejada de la hierba. En la Casa Azul de cada uno.

El fútbol como potenciación social

La fundación El Gancho Infantil surgió hace 4 años. 9 profesionales de diferentes gremios querían dar solución a algunas dificultades que sufren los familiares de niños hospitalizados y que visualizaron en el caso de un amiga. Mejorar la calidad de vida de todos ellos en situaciones tan dramáticas se convirtió en el Late motiv de todos ellos.

El primero de ellos fue la Azotea Azul, un espacio lúdico-terapéutico situado en la azotea del hospital Virgen de Rocío, donde los pequeños y sus allegados pueden olvidarse por unas horas de su situación personal. Ver el cielo, no estar entre cuatro paredes, incluso poder tener un espacio de juego que permite desdramatizar y dar normalidad al día a día, ayudando exponencialmente a la recuperación de sus enfermedades.

Tras la consecución de este proyecto, surgió El Sillón Azul. En el caso de menores con enfermedades importantes que obligan a sus padres a pasar muchas horas junto a ellos, la fundación trató de dar el máximo confort posible, eliminando los antiguos sofás para incorporar 528 sillones camas en 28 hospitales andaluces.

En todos estos proyectos e ideas, siempre se ha intentado contar con el mundo del fútbol como motor de la visualización y concienciación de todas estas acciones. El futbolista del Betis Joaquín, se sumó a la causa participando junto a su mujer en una campaña. Un aporte más importante que los goles y que permite sacar una sonrisa a muchas familias.