Celades y Bordalás radiografían a Guillamón tras renovar: "Decían que no tenía físico para la élite..."
La carrera de Guillamón no habría sido la misma sin Celades, que apostó por él, ni Bordalás, que le reconvirtió a centrocampista.

La renovación de Hugo Guillamón hasta 2026 que se oficializó esta misma semana y con un salario para el valencianista que le colocará en la segundo nivel de la plantilla, fue el reconocimiento al buen nivel que ha mostrado el canterano che los últimos años que, sin lugar a dudas, se ha ganado no solo continuar en el equipo, sino ser uno de sus referentes tanto en el centro del campo, donde es titular indiscutible, como en el vestuario donde ya es uno de los capitanes. La vida le sonríe a Hugo: es clave para Gennaro Gattuso hasta el punto de que ha sido titular las siete jornadas de Liga Santander, la afición le quiere, ha firmado un contrato nuevo y empieza a estar en las quinielas para el Mundial de Catar.
Sin embargo, como en casi toda historia humana, detrás de la felicidad de hoy de Guillamón hay un sufrimiento detrás que le ha hecho tener que revelarse contra los elementos, los pronósticos y los escépticos con su rendimiento. Tanto es así, que tan solo hace dos años cuando Hugo todavía militaba en la cantera su futuro pintaba más que negro, la dirección deportiva comandada por Mateu Alemany no terminaban de verle un futbolista apto para su proyecto Champions, en el filial empezó a dejar de jugar y su contrato expiraba ese verano de 2020. El 'terremoto' vivido en la capital del Turia con la salida del propio Mateu y de Marcelino cayó como agua de mayo para Hugo, pues cuando ya estaba empezando a asumir que su futuro no estaba en Valencia, pues en ese momento tampoco César Sánchez terminaba de verle con nivel de élite, llegó Albert Celades al banquillo y apostó por él.
"Decían que no tenía físico para jugar de central en la élite, que no es agresivo, que no es rápido... Yo sin embargo lo que vi en él tenia unas características especiales para la forma de jugar que quería. Era muy bueno técnicamente, muy bueno tácticamente, inteligente, disciplinado, competitivo y además de la cantera y con un gran sentido de pertenencia al club" explica el propio Albert Celades en unas declaraciones concedidas a RELEVO. El catalán fue quien apostó por Hugo haciéndole debutar en San Sebastián en un partido frente a la Real Sociedad, curiosamente la ciudad en la que Guillamón nació, de hecho en aquella cita el técnico ya meditaba darle la titularidad de inicio, pero por cuestiones externas, terminó jugando Mangala.

Evidentemente, el Hugo que se vio por aquel entonces no es el mismo que el de ahora en cuanto a nivel, sin embargo sí lo era en cuanto a compromiso. Tanto es así, que en la ya conocida 'Liga post Covid-19" que se jugó entre junio y julio, el '6' valencianista jugó durante todo el mes de julio sin contrato, sabedor de que si se lesionaba o ocurría algo con su físico se podría encontrar en una situación delicadísima. Pero no le importó, como tampoco a Celades apostar por él: "En aquel momento era un chico muy joven pero con gran talento y en estos casos de chicos jóvenes con talento, ellos solo necesitan que les des confianza y les pongas a jugar". El club, que por aquel entonces estaba en plena revolución, tras ver la acertada apuesta de Albert en Guillamón le renovó hasta 2023 y aunque Celades no siguió, en su lista de cosas positivas hechas en la entidad podrá guardar, entre otras cosas, el haber puesto la mira en un jugador con un futuro indefinido por aquel entonces y que hoy es internacional absoluto. De hecho, como el propio Celades expone, aunque se mantenga que no tiene físico para ser central "en España, con Luis Enrique juega de defensa, no de centrocampista".
Pasó un año en el Valencia con Javi Gracia a los mandos. Esa campaña fue continuista para Hugo salvo por un pequeño detalle contra el que tuvo que volver a revelarse: En un principio, llegó a buscársele una cesión pero al no haber incorporaciones en el club, finalmente se quedó y arrancó el año como cuarto central, con escasas opciones de jugar... Pero Hugo, una vez más, rompió todos los esquemas y acabó jugando 25 partidos de liga.
Llegó entonces José Bordalás, o lo que es lo mismo, un técnico como perfil de central es la antítesis de las virtudes de Hugo Guillamón. El alicantino apuesta por zagueros físicos, altos y veloces, por lo que el futuro del canterano che volvía a tornarse complicado un verano más. Pero nada más lejos de la realidad. Bordalás reconvirtió a Hugo: "Yo a Hugo le vi un jugador muy inteligente, que en la zona de creación nos podía ayudar mucho, especialmente a nivel ofensivo. Es extremadamente inteligente, rápido de pensamiento y sabe donde colocarse en cada momento" explica José Bordalás a RELEVO. "No era una situación fácil para él cuando llegó al centro del campo porque tenía una gran responsabilidad en una posición en la que nunca había jugado, pero la asumió y demostró ser un chico muy receptivo" prosigue el técnico, que relata también que "le di toda la confianza del mundo porque creo que ahí lo podía hacer bien y necesitaba esa confianza en una situación nueva". Bordalás finaliza explicando que "aunque tiene las nociones para jugar de defensa central, como lo está haciendo con España, yo creo que el margen de evolución y crecimiento que tiene como centrocampista es enorme".

Tras sus tres buenas campañas, el Valencia volvió a querer renovar a Hugo en la ampliación de contrato sellada recientemente, sin embargo antes de planteársela optaron por conocer la opinión de Gennaro Gattuso sobre él. Y esta no puede ser mejor. Gattuso está encantado con el nivel de Guillamón desde el primer día hasta el punto de que cree que todo el juego del equipo debe pasar por sus botas y que él debe ser su extensión sobre el terreno de juego, confirmando así el criterio que en su día tuvo Celades, que continuó Gracia, que modificó Bordalás sutilmente con un cambio de posición y que Gattuso ha reafianzado.