El Celta tiene un grave problema en las dos áreas

"Nos está faltando ser más certeros en cuanto a la definición porque cuando vas a las estadísticas generas más que el rival y tienes más ocasiones, pero esa falta de efectividad nos está castigando. Tenemos que sostener un montón de cosas buenas que venimos haciendo y tratar de mejorar en la efectividad". Eduardo Coudet, entrenador del Celta, lleva semanas lamentándose de la falta de acierto de sus jugadores de cara a gol. También de la endeblez defensiva, ya que son varios los encuentros en los que su equipo empieza por detrás en el marcador tras la primera ocasión del rival.

La realidad es que tras las primeras 12 jornadas de LaLiga, el conjunto vigués suma 13 goles a favor y 24 en contra, cifras que le han llevado a coquetear con los puestos de descenso. Además, tan solo cinco futbolistas han marcado en lo que va de campaña. Iago Aspas (seis goles), Gabri Veiga (tres), Óscar (dos), Aidoo (uno) y Paciencia (uno) son los goleadores celestes desde el mes de agosto. Strand Larsen, nueve titular, todavía no ha visto puerta en nueve partidos y 637 minutos sobre el césped.

En términos de disparos, el Celta se encuentra en la mitad de entre todos los equipos de Primera División en términos absolutos. De los más de 100 tiros totales, casi el 43% han ido a portería y solo un 12% terminaron en gol, cifras muy, muy discretas. Porque el conjunto olívico es de marcado carácter ofensivo, tal y como refleja el hecho de que sea el quinto de la competición con más pases entregados en campo contrario. En esa faceta sobresale Fran Beltrán, con un 90% de acierto, números que solo mejoran Kroos, Modric y De Jong.

Pero los datos muestran que el verdadero problema del Celta está en su área, parcela que había conseguido dominar en la última temporada pero que en la presente está lastrando el rendimiento de todo el equipo. Los 24 goles concedidos hasta el momento son el segundo peor registro de la competición, pero la verdadera dificultad para los de Coudet no está en el cuánto, sino en el cómo.

El vigués es el octavo equipo de LaLiga que menos remates ha recibido en estas 12 primeras jornadas. El problema llega con la efectividad rival. Agustín Marchesín, portero titular del Celta, apenas ha parado un 53% de los tiros que le han hecho. Es decir, por cada disparo que detiene le marcan otro, un promedio que de sostenerse en el tiempo hace muy complicado que el equipo pueda salir de la zona de peligro.

El momento en el que encaja los goles también es el peor para los olívicos. De los 24 que lleva recibidos, 16 llegaron tras el descanso, cuando el equipo tiene menos tiempo para darle la vuelta al marcador. También es dañino el dato que muestra que seis de ellos llegaron con disparos desde fuera del área, el peor de LaLiga.

El Celta tiene dos partidos a vida o muerte antes del parón mundialista. Osasuna y Rayo serán sus rivales y el conjunto celeste llega con la obligación de sumar puntos que le den algo de tranquilidad durante los próximos dos meses. El puesto de Coudet comienza a estar en duda y el argentino necesita que su equipo mejore en las dos áreas.