Un Celta en crisis por los arbitrajes... y por sus siestas

El Celta está teniendo muchos problemas en este inicio de temporada, la de su centenario. La llegada de Rafa Benítez al banquillo no se ha traducido en buenos resultados hasta el momento y el equipo vigués acumula una única victoria en once jornadas, la conseguida ante el Almería a domicilio. Bien es cierto es que los arbitrajes que están sufriendo los gallegos les están quitando muchos puntos, con el último ejemplo de Girona todavía muy presente en la memoria de una afición que este sábado protestará durante el duelo ante el Sevilla.

Sin embargo, y aunque es irremediable señalar las decisiones arbitrales en la mala clasificación de los celestes (antepenúltimos con seis puntos de 33), también son varios los errores propios. Uno de los más visibles está en su rendimiento en la última media hora de los partidos, donde los de Benítez están encontrando numerosas dificultades para ser igual de competitivos que en los dos primeros tercios de los encuentros.

El Celta es el equipo de Primera División que peor balance de goles tiene a partir del minuto 60 de los encuentros con un contundente -9 neto entre goles a favor y en contra y que se reparte de manera casi idéntica entre los minutos 60 y 75 (-4) y 75 y 90 (-5). El siguiente en esta clasificación es el Almería, con -8 entre tantos marcados y recibidos en la última media hora de los partidos.

El técnico madrileño, al que un sector de la afición le acusa de realizar los cambios demasiado tarde, no está sabiendo frenar la sangría que ya comenzó en la jornada 1, cuando el Osasuna marcó el 0-2 definitivo en el minuto 74. Una semana después, los vigueses anotaron su único gol en esta franja de los partidos para empatar 1-1 en San Sebastián gracias a un gol postrero de Óscar Mingueza. Y a partir de ahí, la última media hora ha sido casi siempre un desastre para los vigueses. 

Contra el Madrid recibió el único tanto del encuentro en el minuto 81, en el citado encuentro ante el Almería recibió y anotó un gol a partir del minuto 60 y contra el Mallorca encajó el 0-1 de Muriqi a cinco minutos del pitido final. El palo más duro llegó en Barcelona, cuando se plantó con 0-2 en el minuto 80 ante el Barça para acabar cayendo merced a un doblete de Lewandowski y otro tanto de Cancelo.

En la jornada 7, el Alavés empató en Balaídos con un gol de Samu en el minuto 74, en Gran Canaria el Celta anotó en el 67 por medio de Douvikas pero encajó dos tantos de Viera y Cardona en los últimos compases. El Atlético también marcó dos goles en la última media hora del encuentro que tuvieron ambos, aunque ya llegaba en ventaja, y hace una semana el Girona decantó su victoria con una diana de Herrera en el descuento tras el polémico gol anulado que sufrieron los celestes.

Haciendo unas cuentas rápidas, si los partidos solo durasen la última media hora, el Celta habría perdido siete puntos respecto al resultado que tenía en el minuto 60, habiendo anotado cuatro goles y recibido la friolera de 13. En Vigo necesitan revertir la situación cuanto antes y además de tener un poco más de suerte con los arbitrajes, deberán mejorar mucho su rendimiento en los minutos decisivos de los encuentros. Hoy, ante el Sevilla, tienen su primera oportunidad.