La cantera (casi) desaparece en el Celta

El Celta vive estos días uno de los momentos más especiales de su historia. El conjunto vigués acaba de cumplir 100 años y todavía continúa con los actos de celebración que tendrán uno de sus platos fuertes mañana, con un partido de estrellas que acogerá el estadio de Balaídos. Y todo esto llega en uno de los mejores momentos deportivos y económicos de las últimas décadas, con el equipo estabilizado en Primera División y sin deuda alguna. Hechos muy importantes para un club que, además, presume de cantera, aunque la misma ha tenido un bajón en los últimos dos años.

En el verano de 2019, desde los despachos de A Sede quisieron dar un golpe de efecto y apostar por un equipo lleno de jugadores formados en A Madroa con la famosa 'Operación Retorno'. A los muchos que ya estaban presentes en el equipo se unieron Santi Mina, Denis Suárez, Rafinha o Pape Cheikh. El número de canteranos era altísimo y la afición, que valora muy positivamente a los jugadores criados en casa, estaba encantada. No salió bien aquello y el grupo logró la salvación de manera agónica en la última jornada. Y hubo cambios, aunque no demasiados.

La siguiente temporada, la 20/21 empezó muy mal con Óscar García en el banquillo, que fue destituido antes del primer tercio de Liga. Eso sí, hizo debutar a Gabri Veiga en Primera, la venta más cara de la historia de la entidad. Su recambio, Coudet, llevó al equipo a pelear por los puestos europeos hasta la última jornada, y lo hizo con un once con clara presencia de canteranos. Aquel curso era habitual ver como titulares a Rubén Blanco, Hugo Mallo, Denis Suárez, Brais Méndez, Iago Aspas y Santi Mina, más del 50% de la alineación.

En la temporada siguiente se cayó el portero de Mos, que dejó su hueco a Matías Dituro, petición del propio Coudet. Sin embargo, la cantera seguía muy presente y el equipo logró una salvación cómoda. Fue el verano de 2022 cuando todo comenzó a desmoronarse. Denis Suárez fue apartado por el club, Brais Méndez fue vendido a la Real Sociedad y Santi Mina condenado a cuatro años de prisión por agresión sexual. Como contrapeso, Gabri Veiga se ganaba un hueco entre los 'mayores' y su peso iría creciendo.

Esta última campaña, con Coudet y Carvalhal en el banquillo, la perla de O Porriño y Aspas eran fijos en las alineaciones, con Hugo Mallo repartiéndose el puesto con Mingueza. Bien es cierto que en los últimos meses se incorporó Iván Villar tras la grave lesión que sufrió Marchesín, pero el resto ya no eran jugadores formados en casa, sino futbolistas foráneos.

Y en este mercado de fichajes que todavía sigue abierto, el Celta ha perdido a Hugo Mallo, su capitán, que decidió emprender otra aventura profesional tras terminar su contrato, y a Gabri Veiga, que se marchó al Al-Hilal de la pujante liga saudí. Además, el club está a punto de contratar a Vicente Guaita para que sea su portero titular, con lo que en el once más reconocible de Rafa Benítez solo aparece el inmortal Aspas de entre todos los jugadores criados en A Madroa.

Lo cierto es que en el primer equipo hay cada vez menos canteranos. A los citados Iván Villar y Aspas se les suma Kevin Vázquez, y ya. Porque Carlos Domínguez, Miguel Rodríguez o Hugo Sotelo, en dinámica con ellos, todavía tienen ficha del filial. Sergio Carreira, también procedente de las categorías inferiores, no cuenta y ni siquiera ha sido inscrito esta campaña. La cantera vive uno de sus peores momentos en Vigo y lo que parecía imposible hace no tanto, es más factible que nunca: ver una alineación del Celta sin canteranos.