El Celta prepara otra revolución para el mercado de fichajes

El Celta todavía no ha terminado la temporada, pero sí que se ha quedado sin objetivos de cara a las últimas seis jornadas del campeonato. A falta de certificar oficialmente la permanencia, los puestos europeos ya se han vuelto imposibles, por lo que el equipo celeste parece condenado a ubicarse en la zona media de la clasificación, un lugar que todos en el club firmaban hace apenas cuatro meses. Una vez cumplido el principal objetivo es momento de ver hacia el mercado de fichajes, donde otra vez tendrá importancia capital la figura de Luis Campos.

El asesor deportivo portugués afronta su segundo verano al frente de la dirección deportiva del conjunto celeste y tiene trabajo por delante. En su hoja de ruta aparece otra pequeña revolución de la plantilla, por necesidad ante las presumibles bajas que habrá y por deseo de potenciar el equipo. Eso sí, su primera maniobra, de la mano del club, será sentarse con Carvalhal y abordar una posible ampliación de contrato. Tal y como avanzó Relevo y confirmó posteriormente el presidente Carlos Mouriño, la idea que hay en A Sede pasa por ofrecerle uno o dos años más de contrato a lo que ya tiene firmado el técnico luso. A partir de ahí, llegará la hora de los fichajes en todas las líneas.

La lesión de Agustín Marchesín, que estará de baja durante casi todo el 2023, provocará el retorno seguro de Rubén Blanco, que llegará con la vitola de titular, aunque deberá pelear por el puesto con un Iván Villar que ha crecido mucho esta temporada. No se esperan refuerzos en dicha demarcación salvo que el de Mos opte por salir de nuevo y algún equipo pague lo que pedirá el Celta por él. En principio, la dupla en la portería volverá a estar formada por porteros formados en A Madroa.

La marcha segura de Hugo Mallo será cubierta en primera instancia por Sergio Carreira, que si en pretemporada convence a Carvalhal cerrará la puerta a cualquier fichaje en el lateral diestro que a día de hoy no se descarta. Fontán también volverá a Vigo y será parte de la primera plantilla, mientras que se cuenta con Unai Núñez, Aidoo, Galán y Mingueza. Solo alguna gran oferta provocaría una venta, y en las últimas semanas ha sido el zaguero africano el que ha despertado el interés de varios clubes europeos. Su precio, eso sí, no bajará de los 15 millones.

Una de las zonas que más movimientos traerá. La segura salida de Gabri Veiga, que ya dio por hecha Mouriño, llenará las arcas del club, que buscará al menos dos jugadores para el habitual doble pivote que utiliza Carvalhal. Uno de ellos será de un perfil más físico, mientras que también se busca un jugador con buen manejo de balón. La renovación o no de Tapia, con el que comenzará a negociar el club en próximas fechas, también puede ser clave en la llegada de un tercer mediocentro. El que no continuará seguro será Óscar.

Otra demarcación que sufrirá bastantes cambios. Por lo pronto, Augusto Solari y Carles Pérez harán las maletas el 30 de junio, aunque el Celta tratará de hacerse con los servicios en propiedad del catalán. Su opción de compra está fijada en 10 millones de euros pero el club intentará rebajar esa cifra a la mitad. En Vigo también buscarán una cesión a Swedberg, sin minutos este curso. Cervi seguirá y Orbelín Pineda volverá de su cesión en Grecia, pero a mayores llegarán un par de refuerzos a la espera de que Íker Losada pueda hacerse con un puesto en el primer equipo.

La gran incógnita ahora mismo. Iago Aspas sigue seguro y Miguel Rodríguez ascenderá desde el filial, pero el resto es un mar de dudas. Parece difícil que Seferovic continúe más allá de esta temporada, mientras que en el club no ven con malos ojos que Paciencia encuentre acomodo, aunque no se le forzará a ello. Larsen no ha cumplido las expectativas, pero se cuenta con él. En las oficinas de la entidad reina la idea de encontrar un delantero centro titular que asegure goles. Y vuelve Santi Mina, que no tendrá ningún tipo de participación.