El Celta se cae sin el sostén de sus cracks
El equipo vigués suma un único triunfo en los últimos siete partidos y está a cinco puntos del descenso.

El Celta está atravesando un serio bache de juego y resultados. Lo que hasta hace mes y medio eran alegría y puntos, se ha convertido en impotencia y derrotas. En los últimos siete partidos ligueros en conjunto celeste acumula una única victoria, la lograda hace poco más de una semana ante el ya descendido Elche en el último minuto, dos empates y cuatro derrotas. Cinco puntos de 21 puntos posibles que le han hecho pasar de soñar con pelear por los puestos europeos a volver a ver de reojo hacia el descenso. Y la realidad es que la caída del equipo ha coincidido con el peor momento de sus dos mejores jugadores.
Iago Aspas y Gabri Veiga son, sin ninguna duda, los futbolistas que han sujetado al equipo en buena parte de la campaña. Entre ambos suman 21 de los 38 goles del equipo en la competición doméstica y buena parte de los focos han apuntado hacia ellos. Su excelente nivel llevó al primero a la Selección española en la convocatoria del mes de marzo y al joven centrocampista a la sub-21.
Desde entonces, ambos han dado un paso abajo en su rendimiento. El delantero sigue siendo clave en el juego celeste, pero su aportación realizadora se ha frenado en seco y lleva sin ver puerta siete partidos. Los otros arietes del equipo, Larsen, Paciencia y Seferovic no están aportando los goles que se les demandan y el equipo está sufriendo en el aspecto ofensivo.
Más preocupante es el caso de Gabri Veiga. El canterano, que acaba de elegir a Pini Zahavi como su nuevo agente de cara a un verano que se presenta movido, ha pegado un visible bajón, tanto físico como futbolístico. Es habitual verle sustituido mediada la segunda mitad, y es que desde hace semanas muestra síntomas de agotamiento y el cuerpo técnico lo está mimando.
El próximo encuentro, dentro de diez días ante el Valencia, se antoja clave para cerrar una permanencia que por momentos se complica. Carvalhal, su entrenador, reconoce que esta pequeña pausa ayudará a sus jugadores. "Hay tiempo para trabajar y tenemos que ser más agresivos, dinámicos, intensos", apuntó ayer tras la derrota en Getafe antes de mostrarse optimista para lo que viene. "Tenemos que mejorar mucho para ganar el próximo y vamos a hacerlo". Para ello, sin duda necesitará un paso al frente de Aspas y Veiga, una de las mejores sociedades de la competición.