Chocolate Lindt en el vestuario y C. Tangana frente a Bellingham: así fue seguir al Real Madrid en Vigo

"Fue hace dos días. El miércoles", dijo Óscar. El Celta había cumplido cien años. La gente salió a la calle a celebrarlo. El regalo fue tan grande que vino dentro de un autobús: el Real Madrid. Vigo, azul celeste. Camisetas de Gabri Veiga y Mostovoi, pancartas contra Rubiales. Futuro, pasado, presente.

El viernes no se cantó el 'feliz cumpleaños'. Un minuto antes de que empezara el Celta-Real Madrid sonó un himno. 'Oliveira Dos Cen Anos'. Más de 25 mil personas unidas por la misma letra, conectadas por el mismo escudo. Tan emocionante que a la afición gallega se le olvidó hasta sacar los móviles. C Tangana, su creador, en el fondo. Bellingham, en frente.

"Bellingham yesterday I dreamed you gave me your T-shirt". Era la pancarta de una niña colocada en primera fila. Todos le miraban en el calentamiento. Un padre del Celta le decía a su hijo: "¿Le has visto? Ese cuerpo, esa manera de moverse. Es increíble". Así es el '5' blanco.

En directo impresiona porque en cualquier jugada del campo le ves a él. Atrás, para lanzarse al suelo y frenar un contragolpe. En el medio, para recibir. Acostado a la banda, para combinar con los carriles. En el momento que le pierdes de vista es cuando marca el gol.

Al final su camiseta no se la llevó la niña, fue para el hijo de Míchel Salgado. Le esperó en los vestuarios, cuando la seguridad del estadio estaba entretenida con la otra estrella del partido. El viernes los focos se repartieron entre él y C Tangana. "Había más expectación por C Tangana que por los futbolistas. Ya le hemos metido en un taxi y tranquilos", comentaba el personal del estadio.

Cuando la gente se iba, los vestuarios vacíos. En el del Real Madrid, los restos. Botellas de Powerade, cajitas de Smint, vendajes, la pizarra borrada y tabletas de chocolate Lindt. Los partidos de fútbol, los cumpleaños, el verano, no son los mejores días para ponerse a dieta.