Las clases particulares de Xavi: del superdotado Gündogan al último repaso de Lewandowski

La semana antes de debutar como entrenador del Barça, en noviembre de 2021, Xavi mandó a su equipo de analistas a Cornellà. El Espanyol, rival que visitaría el Camp Nou en su primera vez como entrenador blaugrana, jugaba en casa contra el Granada. Fue el primer despliegue de un departamento en el que el entrenador tiene plena confianza. Son los encargados de diseñar los análisis propios y de los rivales. Joao Félix y Cancelo, en sus primeros días como jugadores del Barça, ya han pasado por la sala de vídeo del técnico.

"Le da muchísima importancia. No sólo para los nuevos, también para los que ya están", detallan desde su entorno. Xavi da clases particulares a los nuevos fichajes, explicando qué quiere exactamente de ellos, y de repaso a los que llevan más tiempo. Cuando el entrenador detecta que hay margen de mejora en alguna faceta, llama a los jugadores en cuestión a su despacho. Las correcciones suelen ser sobre la toma de decisiones en los pases -y sobre todo en los últimos pases, algo en lo que el técnico insiste mucho-, en cómo hay que orientar una presión o cómo deben ser los movimientos sin balón.

Las que son innegociables son las sesiones de vídeo antes de comenzar la jornada. No acostumbran a durar más de 30 minutos porque quieren ser precisos y no bombardear de información a la plantilla. De hecho, las clases particulares duran lo mismo. Antes del partido ante el Betis, los dos Joaos, por separado, pasaron por el despacho de Xavi. El técnico también aprovechó la tarde antes de jugar en Pamplona -el partido se disputaba por la noche- para hacer clases de repaso con cuatro jugadores de la plantilla.

El entrenador blaugrana les dijo qué esperaba de ellos. Con Cancelo, como ya sucedió con Gündogan, no hacen falta demasiadas instrucciones. "Viniendo del Manchester City todo le suena", cuentan desde el cuerpo técnico. Quien tampoco acostumbra a pasar demasiado por el despacho es Pedri, un superdotado en lo táctico. Con Joao Félix, sin embargo, es distinto. "Simeone habla otro idioma", remarcan. Gavi es una de las piezas que Xavi ha intentado pulir durante los últimos meses y su mejora es evidente.

El viernes, un día antes de debutar en la casa blaugrana, Xavi hizo una sesión de vídeo individualizada con el portugués. Le dijo qué quería de él: que se situase en el cuadrado, que no tuviera prisa por recibir el balón. Y Joao, con ganas de participar, tendió a escaparse acercándose a la pelota. Xavi le incrustó a la espalda de Altimira y cada vez que recibió el balón, las jugadas blaugrana mejoraron. En Champions, la mejora fue notable. Fue diferencial cuando recibió el esférico donde le dibujó Xavi. Desde el cuadrado anotó el primer gol y sirvió el segundo a Lewandowski.

Precisamente, uno de los últimos en pasar ha sido Lewandowski. Xavi lleva insistiendo las últimas semanas en que el polaco debe ser más paciente a la hora de esperar el balón. Robert quiere sentirse partícipe del juego y tiende a alejarse de la portería rival para intervenir, pero no es lo que Xavi busca en él. El entrenador intentó convencerle de que debe aparecer donde es diferencial, en la zona de los hechos. El buen feeling con Joao Félix y el haber sumado a un nuevo generador, Cancelo, son dos motivos de peso más para esperar su turno cerca del punto de penal. El polaco ha generado ocho goles en los últimos cinco partidos.

La goleada al Amberes en el debut en Champions esta temporada no relajó a Xavi. Tras el pitido final, el técnico buscó a su analista Toni Lobo para que recopilara varias jugadas de uno de sus jugadores y así corregir varios movimientos que creía que podía mejorar. En su primera campaña fue cuando hizo más sesiones de vídeo. Ahora, con los cimientos de su proyecto plenamente definidos, le basta con clases de repaso y de introducción a los fichajes.

"Su cuerpo técnico se pasa el día viendo fútbol", cuentan desde el entorno del equipo de Xavi. Las sesiones de vídeo son uno de los pilares del cuerpo técnico blaugrana y los recién llegados ya saben lo que es pasar por el cine del entrenador.