La clave de la marcha atrás de Xavi, el giro de Laporta y los tres nombres encima de la mesa junto al 'sushi'
Siguen las contradicciones con lo que expone el Barça y el técnico con los hechos que, según varias fuentes, ocurrieron en la cumbre.

El miércoles día 25 de abril el barcelonismo vivió pendiente de las redes sociales desde las 17:00. Trascendió una reunión entre Deco y Xavi en las oficinas de la Ciudad Deportiva Joan Gamper para tratar el futuro del técnico. Antes, en la junta directiva celebrada en el Camp Nou, el órgano director del club se marchó con la sensación de que el entrenador no se sentaría en el banquillo la siguiente temporada. Todo giró 180 grados unas horas después. Estilo Joan Laporta.
La reunión entre el director deportivo y Xavi se trasladó a la casa del presidente en la Avenida Diagonal. Según dijeron ambos en la conferencia de prensa del día siguiente, "en 2 o 3 minutos nos entendimos". Xavi dio marcha atrás y dijo que "no volvería a pasar" eso de dimitir en diferido, mientras que el presidente reconoce que notó "la ilusión del técnico por el proyecto". Una escenografía que cuenta con otras versiones.
El periodista de Rac-1 Jordi Basté explicó en su programa que Xavi quería percibir, como estipula su contrato, el año próximo, cuya cantidad ronda los ocho millones (contando a todos sus ayudantes). El técnico lo negó en sala de prensa porque el rumor empezó a circular como la pólvora y dijo que "si han dicho esto es para hacer daño, porque el presidente y Deco saben que si yo no continuaba no iba a cobrar ni un euro". Xavi había comentado públicamente que se iría él, con todo lo que eso supone.
Varias fuentes consultadas por Relevo confirman la versión de que Xavi si pidió parte del contrato de la próxima temporada. Si el técnico niega que quisiera cobrar, todas las versiones proceden, directa o indirectamente, de los otros actores de las reuniones, o sea del club, una verdad o una mala intención para "hacer daño", como dijo Xavi. El entrenador habría matizado su marcha atrás en todos los aspectos, no solo en la voluntad de seguir al frente del equipo, sino en que si el club decidiera prescindir de él le debería abonar el último año de contrato o al menos negociar una rescisión en las formas de pago. Por eso mismo, Deco y Xavi habrían ido a casa de Laporta, para aclarar esa situación que afecta a la presidencia y trasciende las funciones del portugués.
El pre acuerdo con Hansi Flick y los millones de la Supercopa
Ante la posición de Xavi, Laporta, quien ya tenía firmado un preacuerdo con Hansi Flick sin penalizaciones en caso de romperse (tiene amistad con su representante Pini Zhavi) y se guardaba la bala de Rafa Márquez por lo que podía pasar, le insistió en que el club no iba a pagar ese dinero, por lo que debería seguir al frente del equipo. El Barça no lo iba a despedir. Ambos acordaron seguir, aunque después del 4-2 ante el Girona todo se haya inundado de nuevo de dudas. El desenlace dependerá del final de temporada del Barça y de amarrar esa tercera posición que le haría perder al club al menos 5,8 millones de euros al quedarse fuera de la Supercopa, algo menos que el finiquito del técnico. Nadie asegura ahora, aunque Xavi reconozca que "no se abrirá" el debate, que todo pueda volver a dar un giro.
Al margen de este debate troncal en esas dos reuniones, hubo otros tres nombres encima de la mesa para la planificación de la próxima temporada. Desde el entorno del técnico se aseguró que no se había hablado de jugadores, aunque hay otras versiones que colocan en el centro del debate y de esa mesa junto al sushi a Lewandowski, De Jong y Cancelo. Este tridente se rodearía con un círculo rojo por distintos motivos. El técnico quiere, en esta ocasión y tras la fórmula fallida de Vitor Roque, tener más participación en la toma de decisiones de los fichajes, donde Deco y el propio Laporta han realizado las operaciones de Joâo Félix, Joâo Cancelo o el delantero brasileño.
Xavi quiere un mediocentro, a Bernardo Silva, un lateral izquierdo y un delantero, y sabe que para conseguir necesita dos cosas: liberar salario y obtener liquidez. Lo primero se consigue con la salida del delantero polaco, máximo goleador del equipo pero en plena bajada de rendimiento y de aporte por sus edad, quien cobrará 32 millones el próximo curso; y con no fichar (el City pediría 30 millones) a Cancelo, cuyas últimas actuaciones defensivas han llenado de dudas todas las esferas del club. Sobre Lewandowski, el técnico ya dijo que "hablaremos a final de temporada" .
Las divergecias con De Jong y la volatilidad del Barcelona
Aunque las palabras de Xavi sobre Frenkie de Jong sean de elogio ("De Jong es fundamental, muy importante"), el Barça y el técnico saben que necesitan ingresar en alguna venta para reforzar otras posiciones con la regla 1 a 1. Los nombres con más mercado son Ronald Araujo y el mediocentro. La marcha del holandés, cuyo valor en el mercador ronda los 60 millones, podría ser la vía para fichar a jugadores como Kimmich o Bernardo Silva, aunque el mediocentro, que es el segundo jugador con más salario, ya ha dicho por activa y por pasiva que se quiere quedar.
La clave de la marcha de Xavi y el giro de Laporta está, según en estas versiones, en el presupuesto, como la lista de tres salidas que se trató aunque dos de ellas sean complicadas. Ahora mismo, todo es volátil en un Barça aún en pérdidas. Tan volátil como lo es la figura de Xavi o las intenciones de Laporta.