El clavo ardiendo del Barça para ganarle la Liga al Real Madrid se sustenta en 400 minutos y un MVP

Xavi Hernández anunció el 27 de enero que dejaba su cargo el 30 de junio y desde entonces el Barça no ha perdido. Son diez partidos contando Liga y Champions en los que ha conseguido siete victorias y tres empates que le han valido para meterse en los cuartos de final de la competición continental y para situarse a ocho del Real Madrid a falta de 27 en juego en una Liga que ya es cosa de dos por el bajón del Girona. Una distancia abismal, pero un mundo por jugar, especialmente un Clásico el fin de semana del 21 de abril, a mitad de camino de las dos batallas ante el PSG. "Es un momento para soñar", dijo Xavi.

Más allá del aspecto psicológico que ha ido señalando el técnico para reafirmar su decisión ("nos hemos liberado", repite), el Barça ha ido limando todas aquellas rugosidades que le impedían evolucionar, una de ellas es el sistema defensivo. Goleado por equipos como Granada, Almería, Villarreal, Amberes, Athletic o Girona, equipos que lograron marcarle al menos tres tantos a los azulgrana, ahora acumula 408 minutos sin recibir: el último fue el de Iago Aspas en el minuto 47 hace ya cinco encuentros. "Me alegro mucho por el equipo. Todos defendemos. Lo luchamos todos. El objetivo de cada partido es ese", dijo Ter Stegen en el Post de DAZN.

El Barça que cerró a cal y canto la meta el curso pasado florece. Primero por el nivel del meta alemán, que después de su operación por sus problemas lumbares en diciembre y de su vuelta hace un mes, está recuperando su mejor nivel. Después por la incursión trascendental de un niño de 17 años de Girona que ya es internacional y que ha encajado todas las piezas de un Barça que, para Xavi, ha mejorado colectivamente: "Somos más solidarios y no perdemos tantos balones".

Con las bajas de Pedri, De Jong y Christensen, quien cayó a última hora; incluso con la baja de última hora de Cancelo y Ferran, el Barcelona jugó "uno de los mejores partidos de la temporada". Uno de los jugadores clave fue el MVP, Robert Lewandowski, que fue un jugador trascendental no solo por el 0-2 sino por las dos asistencias que dio y su papel fundamental en el juego, más liberado, y con una finura técnica y física que no había demostrado hasta ahora. "Es el mejor partido desde que es jugador del Barça", fue contundente Xavi, mientras que el propio polaco confesó que "el equipo aún puede dar un paso más adelante".

El polaco marcó la temporada anterior 23 goles y dio siete asistencias, por lo que participó en 30 goles de los 70 que anotaron los azulgrana (43%), mientras que esta campaña suma 13 tantos y ocho asistencia de los 60 que llevan los azulgrana (35%), aunque en las últimas jornadas sus números han mejorado y se empiezan a acercar a los del primer Lewandowski en Barcelona.

"Llegamos en el mejor momento", explica el capitán Sergi Roberto, otro de los que ha ayudado en los ratos que le ha tocado jugar a la estabilidad del equipo después del terremoto de la Copa y de la Supercopa de España. Toda esa vorágine precipitó la decisión de Xavi. El Barça, desde entonces, es el líder del campeonato. Ha sumado 20 puntos, con seis victorias y dos empates, por 18 del Real Madrid y 15 del Villarreal. Otro argumento de un Barça que se agarra a un clavo ardiendo para asaltar la Liga que tiene el Real Madrid en su bolsillo: ganar el clásico, mantener el pulso defensivo con Cubarsí como abanderado y confiar en el mejor Lewandowski. El del Metropolitano.