VALENCIA 1 - ESPANYOL 1

El clic y el lugarteniente de Manolo que explican el 'momentum' de un Espanyol que "no está salvado": "Antes espero que me salga pelo"

El conjunto perico acumula 39 puntos a falta de seis jornadas de Liga.

A balón parado, Puado marcó el gol perico en Mestalla. /RCDE / Carlos Mira
A balón parado, Puado marcó el gol perico en Mestalla. RCDE / Carlos Mira
Marc Mosull

Marc Mosull

El Espanyol está un punto más cerca de abrochar definitivamente la permanencia. Lo salvó el pasado martes en Mestalla, el lugar donde hacía 695 días le habían condenado al descenso a Segunda. A falta de seis partidos, los pericos tienen ocho puntos de margen con la zona roja, una ventaja jugosa pero no definitiva. "No estamos salvados", se limitó a decir su entrenador en sala de prensa sobre el asunto.

Cuando Valencia y Espanyol se enfrentaron en la primera vuelta, la situación era totalmente distinta para ambos, en descenso. Tras el empate con el que se saldó el encuentro, uno de los últimos del 2024, los pericos sumaron 15 puntos y los ché, 11, siendo colistas destacados. A día de hoy, tras un 2025 con números de Europa, los dos equipos tienen 39 puntos y respiran tranquilos, alejados de las posiciones calientes.

Manolo González bromeó sobre el nivel del Espanyol.

"Si el día del partido de ida contra el Valencia me dices que tengo estos puntos hoy... antes espero que me salga pelo", bromeó Manolo González, con su naturalidad habitual. "Íbamos muy justos y el parón de Navidad nos dio la vida para ordenarnos. La gente que ha llegado en diciembre nos ha ayudado mucho y los resultados han mejorado. El ambiente de grupo es clave y los que no juegan se comportan, respetan y aportan cuando salen. El grupo nos hará salvarnos cuanto antes. Estaba convencido de que nos íbamos a salvar, pero la mejora de estos partidos es increíble", añadió el lucense.

En su respuesta, el entrenador gallego expuso el día en el que todo cambió, el clic que convirtió al Espanyol en el equipo que es ahora, un conjunto extremadamente competitivo capaz de ganar a cualquiera y que suma diez de los doce últimos puntos en juego, habiendo encajado apenas un gol en las últimas cuatro jornadas. En eso, claro, también Joan García tiene parte de culpa.

"El parón de Navidad sirvió de conjura. Nos dijimos las cosas a la cara. Sabíamos que no íbamos bien porque nos estaban metiendo muchos goles, las sensaciones no eran buenas y no estábamos a gusto. Nos dijimos las cosas claras y el equipo se unió. Desde que volvimos del parón de Navidad que el equipo es otro, la mentalidad es muy fuerte, estamos todos juntos disfrutando. Se está viendo en la manera de jugar y en los resultados", explicó Carlos Romero, tras el 0-2 del conjunto perico en Balaídos, sobre ese punto de inflexión que lo cambió todo. "Se ha sufrido muchísimo dentro del vestuario… eso no lo sabe nadie", espetó este martes Edu Expósito en la zona mixta del estadio del Valencia.

El arma secreta del Espanyol

Una de las principales armas del conjunto catalán es la estrategia, habiendo marcado sus dos últimos tantos, ante Getafe y Valencia, en acciones a balón parado; Kumbulla en el RCDE Stadium a la salida de un saque de esquina y Puado, en una falta lateral en Mestalla. Son 11 los goles que suma en acciones de este tipo el Espanyol, que es uno de los equipos de LaLiga con mejores guarismos al respecto. Y en ese apartado, uno de los que más trabaja el lucense desde sus tiempos en la Montañesa, junto al de Manolo González sobresale el nombre de uno de sus ayudantes, tal y como explicó el propio entrenador del Espanyol.

"Siempre ha sido importante para nosotros, desde que entreno de Tercera para arriba. Te abre muchos partidos y te da un plus. La trabajamos bien en el cuerpo técnico, con Gerard Garrido, que es el que está más encima de este aspecto. Y si va saliendo bien te le da mucha confianza al equipo cuando hay un córner o una falta lateral", comentó el técnico de Folgoso do Courel.

"Ahí estamos con Garri, que nos ayuda y nos facilita muchas jugadas", completó Edu Expósito, asistente en el gol de Puado y uno de los encargados de ejecutar las acciones a balón parado. El centrocampista de Cubelles hacía alusión al segundo entrenador perico, un Gerard Garrido con experiencia en el fútbol modesto catalán (Terrassa, Llagostera, Tordera, Palamós) y andorrano (Ordino), quien coincidió con el lucense en la Peña Deportiva y que fue el primer fichaje que hizo el Espanyol, por petición expresa del gallego, cuando después del regreso a Primera se oficializó que Manolo González seguiría al frente del equipo en LaLiga.