Oier Olazabal divisa el final de carrera: "Imagina ese final de Liga contra el Atleti, Pinto jugó lesionado, si hubiera jugado yo..."
El portero de Irún repasa en Relevo una longeva carrera que comenzó en La Masía y que acabará en el Andorra.

Oier Olazabal (Irún, 1989) apura sus últimos meses antes de colgar los guantes. Ya se ha hecho a la idea de que dirá adiós cuando termine la temporada. Pondrá fin a casi 20 años de carrera bajo palos. Lo hará orgulloso de lo que ha hecho, pero con la sensación de que, quizás, con un poco más de suerte, hubiera alcanzado cotas más relevantes. Lo dice alguien que se formó en La Masía y que compartió vestuario con jugadores que marcaron una época en el FC Barcelona como Messi, Iniesta, Cesc, Valdés y Piqué. El destino ha querido que con este último viva sus últimos momentos como futbolista profesional en el Andorra. El excentral ya no es solo presidente, ahora ejerce de segundo entrenador. "Está muy comprometido y analiza a todos los rivales", asegura el portero sobre su excompañero.
También cumplió el sueño de defender la portería de la Real Sociedad, pero se topó con David Moyes, del que no guarda, precisamente, un grato recuerdo. Al entrenador británico no le tembló el pulso para, en la sala de prensa de Anoeta, culparle de la derrota frente al Espanyol. "Recuerdo estar hablando con Xabi Prieto en Zubieta al día siguiente. Me dijo que estuviera tranquilo porque yo iba bastante enfadado porque me parecía una falta de respeto", rememora el portero que, con 35 años, cree que ha llegado el momento de disfrutar de la vida.
¿Cómo surgió la posibilidad de ir a Andorra?
A ver, sí que es cierto que cuando acabé en el Espanyol tuve la posibilidad de venir aquí. El problema fue el tema del límite salarial, que computa no lo que ganas, sino una parte de lo que has estado ganando y demás, y me limitó en el hecho de poder firmar en Segunda División porque eso, a nivel de computación para el club era muy alto y tuve que ir fuera. Salió lo de Chipre. Fue una experiencia bonita por un lado, pero es cierto que a nivel futbolístico no salió del todo bien. En el mercado invierno me quitaron la ficha y estuve cinco meses sin ficha. Me quedaba otro año allí, pero salió la opción de Andorra, que es un sitio al que quería venir. Vine aquí el año pasado, estuvimos en Segunda División y no salió como queríamos. Y este año, en Primera RFEF a ver si conseguimos subir.
En Chipre le tocó vivir a otra cara del fútbol...
El hecho de que me dejaran sin ficha no me sentó bien, pero conocí otro tipo de cultura. Es cierto que mi carrera estaba, más o menos, hecha y tampoco era algo... Sí que te jode, pero bueno, salió lo del Andorra y ya está.
El Andorra es un equipo que siempre está de moda, sobre todo desde que Gerard Piqué accedió a la presidencia. ¿Cómo lo llevas?
Es cierto que hasta hace unas semanas, que echaron a Ferran Costa, Piqué venía de vez en cuando, pero todo lo hacía a través de Jaume Nogués, que es el director deportivo y es un poco su mano derecha y el que nos transmite un poco lo que Piqué pueda decir. A raíz de que decidieron prescindir de Ferran Costa, Piqué se ha puesto prácticamente de entrenador. Viene aquí de viernes a domingo y a los partidos de fuera de casa también nos suele acompañar y está ahí en el vestuario, nos hace las tácticas y está haciendo de segundo entrenador.
La polémica que ha surgido sobre la intención de Piqué de llevarse al equipo fuera de Andorra, ¿cómo se ha vivido en el vestuario?
A ver, hemos tenido muchos problemas al bajar a Primera RFEF. Aquí en Andorra el fútbol quizás no es el deporte prioritario, que es más el rugby. Entonces hay un poco de problema entre la federación andorrana, que claro, los partidos de selección de Andorra quieren jugar en el Estadio Nacional, la absoluta, la Sub-21. El Rugby, que también tenía un acuerdo en su día para jugar en el Estadio Nacional, también juega a veces. Entonces este año lo que ha pasado es que, así como la temporada pasada en Segunda División, priorizaban un poco más el fútbol, este año no. Y lo que ha pasado es que ha utilizado todo el mundo el campo, entonces es un patatal. Teníamos Copa Catalunya contra el Girona y Michel dijo que, viendo las fotos del campo, no subía en esas condiciones. Entonces se armó un poco de follón. Y Piqué aprovechó para apretar al gobierno de aquí de Andorra para que vean que fuera comentan lo mal que está en el campo, que no es bueno para el país.
¿Cómo se vive el fútbol en Andorra?
Es totalmente diferente. No tiene nada que ver a otros sitios en los que he estado. Piensa que aquí, el año pasado en Segunda, el día del Espanyol, había 1.500 espectadores, pero el resto pues eso. Por ejemplo, nosotros todos vivimos cerca de aquí del campo y vamos andando. No tienes esa sensación de profesional que sientes en Primera o Segunda División. Ya no digo en primera, pero en Segunda, en Gijón, Oviedo... No tienes eso. Te da mucha tranquilidad, pero por el otro lado, a veces cuesta exprimirte o, por ejemplo, en casa hay un silencio a veces que cuesta sentirse una futbolista o no tienes ese empujón de la gente cuando parece que aprietas al rival. Como en todo, hay cosas buenas y cosas malas. A nivel de vida, espectacular. A nivel de fútbol, como la gente que va a los campos de Inglaterra, eso no lo tienes.
"Disfruto. Es cierto que ya tengo una edad, me cuesta más exprimirme, es normal, pero sí, estoy disfrutando. Yo creo que será el último año, pero lo estoy disfrutando"
Portero del Andorra¿Disfrutas?
Disfruto. Es cierto que ya tengo una edad, me cuesta más exprimirme, es normal, pero sí, estoy disfrutando. Yo creo que será el último año, pero lo estoy disfrutando.
¿Ya ves el final cerca? ¿estás cansado del fútbol?
Sí. Aquí el problema son los viajes. Piensa que, por ejemplo, este fin de semana jugamos en Salamanca. Nos pegamos dos horas y cuarto hasta Lleida, cogemos un AVE a Madrid y desde allí son dos horas y media de autobús. Tardamos de media, viajes ocho horas y hostia, al día siguiente cuesta jugar el partido. Evidentemente, el presupuesto es el que es y eso sí que me cuesta. Es cierto que, personalmente, se me hace duro. Al final como todo, cuando vas bajando de nivel, las cosas son peores. La comida, pues no es la misma. En Primera División comes allí, viajas en chárter... Hay muchas cosas que te ayudan a sentirte vivo y cuanto más abajo, pues cuesta más y por suerte he podido estar más arriba y es cierto que mentalmente cuesta.
¿Ya has visualizado el momento de decir adiós o va a costar?
Sí. El año pasado también estuve dudando mucho tiempo y bueno, le pedí al club que me diera unas semanas para evaluarlo y decidí seguir. Sí que este año lo tengo prácticamente decidido, creo que el momento ya está de dar el paso a lo otro. He disfrutado muchísimo, como todo, sentimientos un poco raros de que llevas haciendo eso casi 20 años, pero también con ganas de desconectar y ha sido también muy exigente, yo me he exigido mucho personalmente y creo que es momento de bajar un poco y vivir otras cosas que también he tenido que dejar de lado
¿Va a ser difícil la vida sin fútbol o ya estás preparado para eso?
Yo creo que no. Mucha gente me pregunta, pero no tengo ni ganas ahora mismo de seguir. Había pensado en ser entrenador a porteros, me podría gustar, pero no me apetece ahora mismo. No siento que voy a echar de menos el fútbol, sí el día a día con los compañeros, las bromas, sentirte con gente mucho más joven como me pasa ahora y es muy gracioso, pero no, tengo otras cosas. De verdad que tengo ganas de dar ese paso y aprovechar todo lo que tengo pendiente, que siempre he ido dejando, posponiendo y me apetece.
"Me apetece coger e irme al monte a andar y tirarme ahí todo el día. O ir a Irún y estar con los amigos unos días, o ver a la familia... Siento que no he podido hacer una vida más normal como la que sí que han tenido mis amigos"
¿Qué tienes pendiente?
Hacer lo que me apetezca. O sea, he vivido siempre en una organización, con los horarios controlados. Me apetece, pues ahora en Andorra, que me encanta, coger e irme al monte a andar y tirarme ahí todo el día. O ahora me apetece ir a Irún y estar con los amigos unos días, o ver a la familia... Siento que no he podido hacer una vida más normal como la que sí que han tenido mis amigos, o cosas muy básicas, no estoy diciendo nada de otro mundo, sino cosas muy básicas.
Es el peaje a pagar por ser futbolista profesional, ¿no?
Sí claro, evidentemente. Mis amigos estaban en la uni, pues yo ya estaba trabajando, entre comillas, y las cenas y todo lo que has tenido que posponer porque no podías. Evidentemente lo firmo y volvería a hacer lo mismo. Mi sueño era ser jugador y lo he conseguido pero bueno, creo que todavía soy joven para hacer cosas y no quiero tampoco dejarlo mucho más.
¿Se ha hecho duro en el sentido de todo lo que implica ser futbolista profesional?
Hombre, duro sí que es, pero al final, el que quiere estar ahí arriba... Habrá uno que tiene calidad descomunal y, prácticamente, sin hacer gran cosa, llega, pero yo creo que el resto tiene que dejar muchas cosas de lado para poder llegar a ser jugador, ¿no? La portería también es muy exigente mentalmente. No juega uno, juega otro, tienes que estar dando vueltas de aquí para allá hasta que encuentras un sitio. Hostia, para mí creo que ha sido duro. Me siento bien, en paz, porque he conseguido lo que quería, que era jugar en Primera División. Quizás podría haber hecho más, siempre pienso que podría haber hecho más, pero valorando ahora mismo, por ejemplo, que ya estoy en Primera RFEF y estoy con compañeros que nunca han jugado en Segunda División o en Primera División y te dicen: 'Jo, ¡qué carrera has hecho!' Hostia, a mí eso también me sirve para darme cuenta de dónde he estado y quizás en ese momento no me haga cuenta.
Echas la vista atrás y ¿qué sientes?
Me siento realizado y contento por la gente que he conocido también. Realizado me siento, me siento muy contento por la gente que he conocido y por lo que me han permitido vivir. Estoy muy contento. Soy de los que pienso que todos son momentos, o sea, de haber jugado un partido aquí que te hubiese dado tal. Estuve preseleccionado para la Selección española, no acabé de ir. Si hubiera ido, hubiera cambiado posiblemente mucho la película. Esos momentos que a veces un clic... o, por ejemplo, cuando estuve de Barça y no tener esa oportunidad de haber jugado. Todavía recuerdo LaLiga contra el Atlético de Madrid en la última jornada. Pinto jugó lesionado. Hostia, si hubiera jugado yo, que se hubiese podido dar, el último partido jugándonos la Liga contra el Atlético de Madrid. Imagínate que hubiese jugado y lo hubiese hecho bien... Al final son momentos, que te pueden dar más, pero también he tenido otros en los que yo he dado ese salto y otros se han quedado aytrás. Valorándolo ahora mismo, que ya ha pasado mucho tiempo, que llevo ya casi 20 años, me siento realizado.

La de portero es una posición especial y diferente a todas las demás. ¿Has sentido más presión por eso, por ser portero, y encima por ser un portero criado en La Masía?
Sí, a ver, también quizás por mi autoexigencia. Lo estoy viviendo con gente más joven. Los chavales jóvenes vienen distintos. Por ejemplo, ha salido ahora una hornada de porteros que, mi sensación es, no se sienten tan presionados. No sé si quizás hemos tenido otra manera de educarnos, más dura o más, no sé, de más acoso, de más... Me refiero internamente, que hemos crecido autoexigiéndonos muchísimo y ahora veo un portero más joven mucho más suelto. Yo creo que es un tema también de sociedad. Pero sí que mi generación, sí, la portería es muy exigente, mucha presión, héroe-villano siempre, no hay término medio y, bueno, si ya lo sabes bien, al final un día sales en la prensa para bien, el siguiente vaya a día. No es fácil, redes sociales... todo ese tipo de cosas que sí que hacen dura la profesión.
¿Cómo recuerdas tu paso por el Barça? Se hablaba mucho de ti como el portero del futuro. ¿Cómo lo viviste?
Siento que, en ese momento, tú vas haciendo. No tienes realmente momentos para pensar mucho. Estuve seis años en el filial y conseguí firmar el contrato del primer equipo. Pero es lo que te comento. Estuve ese año con el Tata Martino, que fue un momento de cambio del Barça y quizás ahí no tuve suerte. Fue un año regular, con Tito Vilanova. Se quedó el Barça en un momento un poco de impasse y te pilla ahí dentro. Quizás también el club consideró que no tenía suficiente capacidad o lo que sea y tuve que salir. Firmaron a Bravo, firmaron a Ter Stegen. Bueno, lo que te decía antes, son momentos. Sí que valoro dónde estuve. Tengo la medalla de la Champions. Estuve en el banquillo de la Champions 2011. O sea, que tuve esa oportunidad y es muy bonita. Entonces yo pensaba que podía jugar. Yo gané esa Champions, entre comillas, pero decía: 'La quiero ganar jugando yo'. Yo tenía esa mentalidad. Pero el fútbol vas haciendo, te vas moviendo y ahora mismo, después de tantos años, pues es bonito recordar todo lo que viví allí.
¿Tienes la sensación de que faltó que alguien te diera la oportunidad real?
Sí. También la exigencia que tenía o que tiene el Barça es muy difícil. Si no es, por ejemplo, lo que ha pasado ahora con toda esta hornada de jóvenes de Pedri, de Cubarsí, de Lamine Yamal... Pero han llegado porque Barça tiene problemas económicos. También le pasó a la Real en su día, cuando la hornada de los Bergara, Zuru... Fue lo mismo. Es decir, tengo problemas económicos, tiro de cantera y claro, porque no tengo otra opción. Es muy difícil que un club apueste por cantera, a no ser que sea Messi, evidentemente. Pero todo el resto depende mucho de hornadas, tiempos de club, si están bien o están mal, y yo creo que fue, sinceramente, eso. También quizás vio que no tenía capacidad de poder jugar en el Barça, que no lo sé, pero cerca estuve.
Llegaron Bravo, Ter Stegen. Me imagino que esos movimientos te hicieron ver que tu futuro no estaba en Barcelona, ¿no?
Sí, pero también es cierto que en su momento hablé con Andoni Zubizarreta, me quedaba otro año, fui a Granada y sí que es cierto que, a ver, las conversaciones son conversaciones, pero sí que podia intuir que si lo hacía bien ahí, quizás me podían repescar. Esa era mi idea. Pero también Ter Stegen empezó a jugar y lo hizo muy bien y ya... Van pasando cosas y la gente se va amoldando, pero sí que en ese momento, quizás ellos también pensaron que si iba a Granada y jugaba en Primera División 40 partidos, pues quizás luego podemos pensar en repescarlo. Es algo que le pasa a muchos jugadores.

Y llegaste a la Real Sociedad...
Estaba Gero Rulli. Es cierto que venía de hacer unos buenos años. Bueno, yo me la jugué un poco. Quería confiar en mí. Me la jugué realmente de que podía pelearlo con Rulli. En eso estuvimos, te lo que te contaba, también de momentos. Tuve también un par de lesiones en momentos justos que quizás podía haber entrado cuando Gero iba con Argentina. Te digo, momentos. Luego también tuve que salir el día famoso ese de David Moyes en frío, no lo hice bien. Lo que te digo, son momentos que caen de un lado o caen de otro. También hice en la Copa buenos partidos. A finales de año había un ambiente un poco ya raro, jugué un partido de Getafe que cometí un penalti. Lo que te comento, son momentos que tienes que tener la suerte de que caiga de tu lado y en este caso, yo creo que no cayó de mi lado. Creo que estuve todo el año a un buen nivel y preparado para estar ahí.
¿Cómo recuerdas tu enfrentamiento con Moyes?
Lo primero, que estaba enfadado. Había entrado al equipo, habíamos perdido. Evidentemente, podía haber sacado ese balón si hubiera estado bien, pero no creo que fuera nada del otro mundo. Estaba cabreado y caliente. Ahora estoy más tranquilo, pero con esa edad tenía otro carácter. Recuerdo al día siguiente llegar a Zubieta y recuerdo estar hablando con Xabi Prieto. Me dijo que estuviera tranquilo porque iba bastante enfadado, porque no me parecía una falta de respeto. Al final no estás jugando y, en vez de animarte, te mata delante de todo el mundo, me imagino que para quitarse culpas. Pero ya te digo, Xabi me tranquilizo un poco y ya pasé del tema y no quise darle más importancia. Pero bueno, ya le dejé algún un recado en algún entrenamiento más adelante.
¿Sientes que dejaste escapar el tren de poder quedarse en la Real y estar cerca de casa?
Sí, era mi idea, sinceramente. Yo recuerdo también hablar con compañeros y yo creo que estaban a gusto conmigo y me valoraban, es decir, yo creo que ellos también veían la posibilidad de que quizás podía seguir ahí. También por mi parte quizás demasiada autoexigencia. Luego ya me fui calmando. Tenía entonces 25 años. Si hubiera tenido, lo que digo siempre, un poco más de temple, quizás hubiera rendido incluso mejor en ese momento. Mucha autopresión propia. Luego, ya con los años, en el Levante, por ejemplo, ya conseguí calmarme un poco más. Yo creo que el portero cuanto más mayor, más temple coge. Y quizás me faltó un poco eso.
"Hoy en día hay más herramientas, pero, entonces, eras tú solo contra ti mismo y no sabías muy bien cómo hacerlo. Con los años aprendes, escuchas y luego ya entras con el tema de los psicólogos. Antes todo eran gritos y para adelante. No había otra cosa"
¿Es complicado convivir con la autopresión?
Sí, claro. Hoy en día también hay más psicólogos, más herramientas, se habla mucho más... Pero entonces, era tú solo contra ti mismo y no sabías muy bien cómo... Con los años fui dándome cuenta, si hago un calentamiento estoy más activo, estoy menos activo, ¿qué necesito?, estoy un poco dormido, o al revés, estoy sobreexcitado y ¿cómo consigo bajar el estrés? Con los años aprendes, escuchas y luego ya entras con el tema de los psicólogos, que te dan unas herramientas que te pueden ayudar. Yo creo que hoy en día se nota mucho más. Antes todo eran gritos y para adelante. No había otra cosa.
Antes era un tema tabú. Ahora la gente habla mucho más de sus problemas, los hace públicos. En ese sentido, ¿se ha dado un paso adelante, no?
Sí, se evoluciona. Al final van saliendo cosas. Igual que en la preparación física, ahora todos vamos con el GPS y analizan las caídas a la izquierda o a la derecha, las aceleraciones, en ese tipo de cosas también lo mismo, el nivel de emociones ya se habla más. Antes no se hablaba nada de eso. Era más tu propia gestión, pero en eso se ha evolucionado. Es que se ve. El fútbol evoluciona. Gente de mi generación ya no está capacitada para jugar a primer nivel, es normal y no es tan mayor. Los chicos que suben lo hacen mejor que tú y es normal. Cada vez suben más jóvenes. Es la evolución humana. Cada vez se juega más rápido. Antes, o eras técnico o eras físico. Ahora ves a los chavales que van en motos, son técnicamente buenos... El fútbol ha evolucionado. El ritmo que hay hoy en día no es el que había hace diez años y eso seguirá en constante evolución. Por ejemplo, el fútbol de Guardiola, el fútbol de control, ya no hay ese fútbol. Ahora es todo es en ritmo arriba, abajo, endiablados, estilo Liverpool y te tienes que adaptar. No te puedes quedar en eso que a veces oyes: 'Yo es que hace diez años hacía eso'. No, imposible.
Desde tu experiencia, volviendo a la portería del Barça, ¿Cómo crees que se está sintiendo Iñaki Peña?
A ver, no lo conozco personalmente. A ver, lo que tiene que pensar es que tiene la suerte de que está en el Barça, de que ha jugado muchos partidos y ha estado bien. Es decir, no es un tema de que se tiene que fustigar porque lo ha hecho muy mal. Como te decía antes, son momentos. Evidentemente, Tomasz Szczęsny es un veterano, tiene mil tiros pegados y quizás al entrenador le da otra cosa. Al final yo siempre digo, hay porteros como Szczęsny que igual pueden cometer un error por partido pero la sensación que tiene el entrenador es que prefiere a esta persona que no a Iñaki Peña, que igual no comete ningún error pero no le da esa... Es muy difícil. El entrenador valora todo tipo de cosas. Y está claro que ha elegido a Szczęsny, que es muy buen portero. Es lo que te comento, Iñaki igual es más joven, quizás muy consciente de todo lo que hace y, en cambio, el polaco ya está de vuelta, ha estado en Marbella ya retirado. Y a veces pasa que cumples años, que ya todo te da igual, es decir, tu carrera ya está hecha, quizás juegas con mucha más tranquilidad y yo creo que puede estar ahí un poco el tema de la elección del entrenador con el tema de los porteros.
Siempre se ha dicho que para ser portero hay que estar muy loco. ¿Oier lo está?
No me considero. De joven te diría que sí, no loco, pero tienes que tener confianza en ti porque nadie te va a dar nada gratis, es decir o confías tú en ti mismo o no llegas. Carácter había que tener para hacerse imponer. Yo recuerdo también subir con el primer equipo y aguantar, peor había un momento en el que tenías que decir: 'O me pongo ya serio con alguno o...' Siempre lo ha habido, que subes y como eres el joven. en esta toma siempre ha habido de su vez y como eres el joven... O te impones o lo pasas mal. Y eso sí que lo tuve. Respeto a los mayores, evidentemente, pero también llega un momento que tienes que marcar tu barrera, hasta aquí. Eso, un portero lo tiene que tener.
¿Quién te vacilaba?
Son mil anécdotas, pero, claro, sube un portero de filial y juegas partidos reducidos y te meten cinco goles, que si se los meten al portero del primer equipo, no le puedes decir nada, pero si es de filial, el que es mayor ya te soltaba el 'no paras ninguna'. Tenías 18 años y, al principio, te la comías, pero llegaba un momento en el que tenías que contestar, hacerte valer también.
¿Por qué portero?
Mi padre siempre me lo decía que desde los 7 años empecé de portero y me gustaba. No te sé decir por qué, pero sí que era un friki del fútbol, de Buffón, Van der Saar, me tragaba todos los vídeos de todos los porteros de esa época y me encantaba, o sea, fue mi ilusión. Yo siempre decía en el cole que quería ser un jugador profesional, portero y, como te decía antes, me siento realizado porque lo he conseguido.
"Víctor Valdés, por la importancia que tenía en ese momento, es el portero que más huella me ha dejado. Luego también he estado con Diego López y con muy buenos porteros, pero sí que Valdés, siendo yo tan joven y al nivel en el que estaba él, me sorprendía"
Has estado con muchos porteros. ¿Quién es el que más huella te ha dejado?
Víctor Valdés, por la importancia que tenía en ese momento. Luego también he estado con Diego López y con muy buenos porteros, pero sí que Valdés, en esa época, siendo yo tan joven y al nivel en el que estaba él, me sorprendía. Me gustaba mucho entrenar con él porque veías lo que era primer nivel en el que no estabas tú. Veías la diferencia de físico, del tema mental y pude aprender mucho. Y luego Diego López, que es verdad que en el Espanyol ya tenia más años, pero parecido a Valdés. Quizás hay gente que no se da cuenta, pero entre porteros sí que nos fijamos. Tú ves un portero y ves si tiene capacidad de primer nivel de Barça, Madrid, Champions League, o si portero de primera, pero nos damos cuenta. O sea, eso un portero se da cuenta. Y con Diego igual, cuando coincidí en el Espanyol con él, me di cuenta la técnica, el posicionamiento, todo. Te das cuenta de lo que es primer nivel.
¿Y quién es el mejor portero de la actualidad?
Es muy difícil porque depende del estilo del juego. Siempre, por ejemplo, Oblak es un estilo de juego mucho más de portería, es muy rápido en portería, pero quizás en un equipo como el Barça ahora mismo, que juega con la línea, en el medio campo, pues sufriría muchísimo porque no está acostumbrado a jugar así. Ahora mismo, más completo, el que veo jugando en cualquier tipo de juego y tal, sería Courtois, es decir, con la altura que tiene, pero es que encima juega bien con los pies, puede jugar adelantado, elige bien. Yo diría que es el más completo.
¿Sientes que ha faltado algo en tu carrera? ¿dar un paso adelante? ¿O no?
Sí, puede ser. Quizás, por ejemplo, en el Levante, cuando yo estaba jugando y lo estaba haciendo bien, yo sí que siento que quizás, no me relajé, pero me sentí ya jugando a primer nivel y jugando bien, me sentí realizado y quizás no tuve esa... Yo lo he visto, ¿no? En vestuarios de primer nivel o, por ejemplo, te comentaba de Diego López. Gente que tiene un hambre que es desmedida. O sea, un hambre que les hace llegar a la elite. Quizás yo no he tenido eso y lo admito de que estaba contento ahí jugando en Primera y lo que te decía, preseleccionado para la sección española y quizás me faltó esa mentalidad que tiene la gente que llega más arriba, que le da igual todo y su objetivo es llegar arriba y es capaz de dejar mil cosas de lado. Yo quizás no tuve eso. Al final también eso es una cualidad. No es querer o no querer. Hay gente que está capacitada para esforzarse y llevarse hasta un punto y otros hasta otro. Es lo único que yo creo que tuve ese momento que quizás no supe o no me salió de poder dar un paso más y quizás haber seguido creciendo porque estaba en un buen momento.
¿Te has comido mucho la cabeza por eso?
Pensado, sí, pero castigarme, no. Considero que eso es una calidad y también, ir a ese límite tiene cosas negativas también. Messi, exprimiéndose 20 años así, tiene consecuencias negativas. Yo ahora, con 35 años, me veo bien, pero llevar el cuerpo y la mente a tal límite tiene consecuencias negativas que quizás la gente no lo ve. Yo, o no supe o no quise o no me salió ir tan al límite. Pero ya te digo, no me echo en cara porque fue lo que es.
Vamos, que no es oro todo lo que reluce, ¿no?
Emocionalmente hay muchos altibajos cada semana. Pierdes un partido y es un desastre. Los viajes de vuelta, todo el mundo está enfadado, el entrenador está hundido. Luego ganas el siguiente partido y la semana es otra cosa. Esa gestión de emociones es muy difícil. Hay deportes, por ejemplo, que te preparas solo para una fecha durante diez meses, bueno, puedes tener altibajos, pero es mucho más lineal. En cambio, la semana del fútbol es una semana abajo, un partido muy bueno. El día siguiente la lías y estás aquí. A eso me refería cuando te decía antes lo de ir al límite. Eso castiga mucho, emocionalmente castiga aún más que todos los jugadores que hemos llegado a Primera, pero no hemos llegado a élite, élite.
La última. ¿Te ves viviendo en Andorra o te has pensado volver al norte?
Me encanta esto y mi intención es quedarme. Nos ha encantado, a mi mujer también, estamos muy contentos y ya te digo, a nosotros nos encanta, hay gente también, depende de la edad que tenga, tengo compañeros con 20 años que se quieren pegar un tiro, pero nosotros con la edad que tenemos y demás estamos muy contentos, me gusta hacer senderismo, está todo súper cuidado, la verdad que lo recomiendo a la gente que quiera venir porque está precioso.