Lo que cambia el 'Caso Negreira' con la imputación del Barça: "Cuando han dado el paso es que hay mucha carga probatoria"

El juez instructor del caso Negreira, Joaquín Aguirre, ha decidido que el Fútbol Club Barcelona sea investigado como persona jurídica en el marco del caso Negreira. ¿Qué cambia? ¿Quién representará al Barça en un juicio? ¿Puede quedarse solo en una multa? ¿Puede esto suspender la actividad deportiva del Barça? Vayamos por partes.

Una de las novedades más importantes es que el proceso entra bajo un tipo penal mucho más grave que el de la corrupción deportiva: el cohecho. "Cohecho" es bastante peor que "corrupción deportiva". "Supone sobornar a un funcionario público para que realice un acto contrario a los deberes propios de su cargo. Es el delito de corrupción por excelencia", explican a Relevo fuentes jurídicas.

¿Por qué este movimiento cambia radicalmente el escenario para los azulgrana? Hemos consultado tanto abogados como miembros del ministerio fiscal y estos son los condicionantes que se suman con este nuevo estado jurídico para el Barcelona.

"Investigado, dentro de un proceso penal, puede conllevar penas de multa, de suspensión de actividades y, en último caso, hasta la disolución del club. Pero lo normal es que en ningún caso se llegue a esos extremos porque lo que el juez persigue no es cesar la actividad, sino que se expliquen y terminen esas conductas ilícitas puntuales que están investigando".

Hay que ver, lo primero de todo, si el Barça recurre esta imputación, que sería lo lógico en estos casos. Si es así, en última instancia sería la Audiencia Provincial de Barcelona la que decidiese. Pero "cuando han dado ese paso es que tienen mucha carga probatoria", explican a Relevo estas fuentes.

El conjunto azulgrana se sentará en el banquillo como responsable penal con independencia de las personas físicas que puedan ser imputadas dentro del caso (expresidentes o miembros de anteriores directivas).

¿Cómo? El club tiene que presentarse y nombrar a un representante legal que actúe en su nombre, que se siente en el banquillo, que personifique al imputado con independencia de las personas físicas que estén investigadas paralelamente en el caso. Este representante no tiene por qué pertenecer al club. Normalmente se suele designar a un abogado para esta labor.

La clave de esta situación: "es posible condenar al Barcelona como persona jurídica aunque no se pueda llegar a concretar la persona física que llevó a cabo el presunto delito. Muchas veces no pueden saber quién es el que paga en concreto, porque, por ejemplo, o participan muchos, o esa persona ha fallecido ya... Da igual. Independientemente de eso, la persona jurídica puede ser condenada". Es decir: el club. Repetimos: multa, suspensión de actividad y, en un improbable caso extremo, disolución de entidad.

El problema llegaría con el segundo supuesto: suspensión de actividad. Si le condenan a eso tendría, muy probablemente, que dejar de competir durante el periodo sancionado, en competiciones nacionales e internacionales. Pero lo más normal es que se quede en una multa, si es que finalmente alcanzan una condena.

Dentro del proceso lo normal es que investiguen si el Barcelona estaba preparado y tenía las herramientas para prevenir este tipo de conductas. Y no lo están, porque los departamentos que tienen (sobre todo hace 10 años) suelen ser siempre compliance "cosméticos". No son efectivos ni eficaces la mayoría de las veces ante conductas presuntamente delictivas como estas.

El Barcelona afronta ahora un nuevo escenario penal en España. Pero… ¿y UEFA? Ya estuvieron rondando una posible sanción que los dejase fuera de la Champions hace meses, pero el club no estaba siendo investigado, sino sólo algunas personas de manera puntual. Eso ha cambiado.

"UEFA con esa imputación, (si quiere) puede actuar de otra manera porque ya sería un cohecho relacionado con partidos de fútbol que posiblemente se vieran alterados por esos pagos que se han producido desde el Barcelona", nos aseguran.

Hay que esperar pero desde luego que el cambio de acusación por parte del juez instructor Joaquín Aguirre no es ningún mero formalismo. Va a tener consecuencias para el Barcelona en la vía judicial y, ahora, también hay riesgo de que las tenga en la parte deportiva.