Doblete de Griezmann y doblete de sustos en el Metropolitano

La cofradía del subcampeonato marcha viento en popa a toda vela. El capitán del barco, Antoine Griezmann, firmó la enésima exhibición de la temporada ante el Almería, pero esta vez aderezada con un soberbio doblete. Los rojiblancos acumulan 13 encuentros en LaLiga sin perder. Pero el Atleti no puede ir en contra de su naturaleza y, pese a que fue muy superior al conjunto andaluz, casi deja escapar otros dos puntos en casa como sucedió ante el Getafe, Espanyol o Rayo esta temporada.

Los minutos finales del partido vinieron con doblete de sustos para el Cholo. Díaz de Mera revisó en el monitor una posible mano de Giménez, que acabó dejándola en fuera de juego. Poco después, los de Rubi reclamaron un penalti de Carrasco a Arnau. Mucho antes, en el 47', el colegiado no pitó una posible mano de Samu Costa por una de esas manos, como la de Giménez, que unos días las pitan y otros no. Una distopía esto del VAR. Con suficiencia, pese a no haber cerrado el marcador antes, el Atlético del Cholo se presenta el próximo domingo en el Camp Nou como aspirante oficial al subcampeonato y agitador oficioso del campeonato. Un buen termómetro para evaluar la gran racha de resultados y juegos del Atlético de Madrid.

Faltan palabras para definir lo que Griezmann representa en este Atlético. Eso sí, sobran calificativos. Resulta difícil explicar lo que trasciende más allá de lo que ven nuestros ojos. Día tras día y crónica tras crónica contamos lo mismo. La pata deportiva de este Atlético de Madrid se sustenta en Antoine, el rey del cholismo. La vie en rose, le sale todo: asistir, marcar y, por supuesto, liderar. Lo del hoy ante el Almería supone su 12º gol de la temporada. Lleva 153 goles en siete campañas en el club: 12 (22-23), 8 (21-22), 21 (18-19), 29 (17-18), 26 (16-17), 32 (15-16) y 35 (14-15). Iguala a Campos y 'sólo' tiene por delante a Escudero (168) y Luis Aragonés (172). Ha perdido ese instinto goleador, pero ha mejorado en todo lo demás. Representa lo mejor de la madurez, capaz de seguir aprovechando todas sus virtudes pese a que sigue sumando años…

Angelito disfrutó de su 15ª titularidad este curso. Seguramente, la más emotiva en toda su trayectoria en el Atlético de Madrid porque regresó después del fallecimiento de su madre, doña Marcela. En el minuto 10 del encuentro ante el Almería, el delantero rojiblanco se llevó la ovación de todo el estadio y la de sus propios compañeros, aun con el choque en juego. En muy poco tiempo, en menos de 10 minutos, fue capaz de poner el partido patas arriba, como cuando sale desde el banquillo como recurso de urgencia. Había asistido de cabeza para Griezmann, en el primer tanto del partido, y había vuelto a hacer magia en una baldosa, en esa jugadas de área donde saca oro de la nada, que casi provocó el segundo gol del francés de rebote. El Atleti aprovechó de inicio la mejor cualidad de Correa, la explosividad en forma de revulsivo, de la que suele hacer gala cuando el equipo tiene que apretarse el cinturón muchas veces…

Veníamos de elogiar la explosividad de Correa, que en el minuto 36' propició el segundo gol del encuentro, pero en contra del Atlético de Madrid. El argentino erró en una pase fácil desde el centro del campo y asistió a Leo Baptistao, que fue a centrar y se encontró con el rebote de Giménez para el 1-1 del encuentro. El brasileño no celebró su tanto por su pasado atlético. El jugador confesó ayer a nuestra compañera Isabel Pacheco que "no le daba pena haber jugado tan pocos partidos con el Atlético". De alguna manera, Correa asistió a un rojiblanco y luego enmendó el error al participar en la jugada del 2-1 también de Griezmann.

Lo de Koke, como lo del Atleti en general, va a ser digno de estudio de sucesos paranormales. Antes del Mundial, algunos pedían prácticamente su retirada con 31 años. Que no daba ya el nivel, que lleva muchos años ya en el primer equipo, que ya no rinde como antes, que es muy lento… Pero el problema del capitán rojiblanco, como el del todo el equipo, era que el Atleti era una orquesta desafinada. Seguramente él tendría mayor responsabilidad, como director de la banda. Ahora, con De Paul, como una moto; y Llorente, con fuerza de sobra para atacar y defender (¡vio una amarilla absurda que le hará perderse el duelo ante el Barça el próximo domingo); más que Nahuel Molina y Carrasco han subido notablemente sus prestaciones; dan con la fórmula de la Coca-Cola del Atlético de Madrid: Koke reparte, dispone y dirige una sinfonía plenamente armoniosa.

Witsel fue titular por unas molestias lumbares de Savic. El belga, que empezó la temporada en plan Beckenbauer, fue perdiendo protagonismo según avanzaba la temporada. También, curiosamente, fue jugando peor según lo hacía en su posición natural, de mediocentro. Frente al Almería jugó su partido número 25 con más de 45 minutos sobre el terreno de juego. Lo hizo acompañando a Giménez en el eje de la zaga. En teoría, se convierte en el 'primer' fichaje oficial del Atlético para la 23-24. Recordemos, firmó sólo por una campaña, pero estos minutos supondrían su renovación automática. Eso sí, Axel debe decidir si quiere seguir, tal y como dijo su padre, Thierry. Witsel cumplió ante el Almería, pero debe reflexionar si se encuentra cómodo como recurso de auxilio y no como solución de continuidad.