Espanyol y Girona se noquean en el derbi catalán y dan un pasito hacia la permanencia

El Espanyol apenas ha perdido un partido en lo que va de año, lo cual es mucho teniendo en cuenta que prácticamente estamos a mediados de marzo. Poco a poco se acerca e su objetivo el de la salvación, que es el mismo que el de un Girona que antes apuntaba a Europa y ahora mira de reojo al descenso. Una victoria en los ocho últimos partidos tiene la culpa de ello. En Cornellà, como mínimo pudo salvar un punto tras un rush final muy meritorio.

Y es que en el RCDE Stadium se vieron algunos brotes verdes en los de Míchel, pero la falta de gol les volvió a condenar ante un Espanyol con las ideas muy claras que aprovechó, por medio de Jofre Carreras, unas de las poco que tuvo. Era el plan de partido soñado por un Manolo González que le vio las orejas al lobo en Montilivi y que frente al mismo rival confirmó, por si a alguno le hacía falta, que es el entrenador ideal para salvar a los pericos, aunque se quedara a tres minutos de ganar.

La primera titularidad de Arthur con el Girona ya hacía presagiar que los de Míchel Sánchez saldrían a ser protagonistas, más aún contra un Espanyol que no tiene ningún reparo en ceder la iniciativa al rival. Y en esas discurrió el comienzo, con los visitantes proponiendo y los pericos buscando a Roberto en el juego directo.

Y si bien la sensación era que los gironins inclinaban el campo, lo cierto es que de inicio ni unos ni otros estaban en disposición de marcar. Apenas un remate muy desviado de Miovski, un centro envenado de Tsygankov y un disparo muy lejano de Puado, que se precipitó en la toma de decisión, rompieron el guion inicial de dos equipos más pendientes de no equivocarse que de forzar el error rival.

A todo esto, el RCDE Stadium se las tuvo con el experico Yangel Herrera, al que pitó cada vez que entraba en juego a causa de unas declaraciones recientes en las que anunciaba que no descartaba mandar a callar a la afición blanquiazul otra vez. Mientras, otro ex, en este caso del Girona, Jofre Carreras, agitaba el árbol y regalaba a Puado el 1-0, pero el capitán local vio como Gazzaniga, en una de sus mejores intervenciones de la temporada le negaba el primero.

Cosas del fútbol, hasta entonces, los de Míchel habían tenido el 72% de la posesión, casi la misma que en partido de ida, pero entonces el resultado era de 4-0 para los gerundenses. La puesta en escena perica, tampoco fue la misma. Por si a alguien se le había olvidado que era un derbi, el primer acto terminó con tensión, con Bryan Gil encarándose con la grada y con una dura entrada de Puado a Blind que bien le podría haber costado la roja.

Y el segundo con espectáculo, pues, en una de las primeras acciones, Jofre recibió un balón de Urko en campo propio y recorrió todo el campo, como si fuera un box to box, para pegarle desde la frontal y batir a Gazzaniga, que esta vez no pudo hacer nada. Gol calcado al de Irvin Cardona.

El tanto enloqueció el encuentro. El Girona se fue arriba y el Espanyol, se lo creyó, contraatacando con más hombres de los que debería, desprotegiéndose más de lo que le habría gustado a Manolo González. Afortunadamente para él, en la mejor visitante, Tsygankov no acertó en conectar el centro de Bryan Gil. Y Míchel, le puso picante dando carrete a los viejos rockeros Stuani y Portu. También a Danjuma que casi tiene premio con un centro-chut que se fue rozando el palo de Joan García, desapercibido, hasta entonces.

Y es que a diez minutos del final, realizó una de las paradas del año, a Yangel Herrera, que ya se preparaba para silenciar al RCDE Stadium. El que lo silenció fue Tsygankov, con una caída dentro del área que el árbitro señaló como penalti. Y Stuani puso el 1-1 en el 87'. Y pidió perdón a la que en su día fue su afición. Asediaron los de Míchel y terminaron por derribar el muro perico. Un punto para cada uno que no saca de pobre a ninguno de los dos, pero que les acerca un pasito más al objetivo de la salvación.