RAYO VALLECANO 1 - REAL VALLADOLID 0

Este Rayo representa una gran mentira y es la antítesis de Vallecas

Un gol de Álvaro García cierra el tercer triunfo seguido de los de Iñigo Pérez, que ya son sextos. El Valladolid ni apretó y agoniza en el pozo.

Resumen del triunfo del Rayo ante el Valladolid. LALIGA
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Quién lo iba a decir, nueve jornadas después de su última derrota, el Rayo Vallecano continúa siendo la gran sensación de LaLiga, un avión, una tormenta perfecta, un equipo que defiende como pocos en este campeonato y que sabe cómo atacar desde esos arreones de corazón hasta ganar los partidos como si no costara. Es prácticamente la antítesis del barrio, unas calles en las que el esfuerzo y el ímpetu jamás han estado en negociación, pero donde los resultados muchas veces chocan contra el muro que marca la gran ciudad. Representa además la gran mentira que tanto escuece entre la clase trabajadora que representa la masa social de este club: "Todo esfuerzo tiene su recompensa. Quien quiere, puede". Por eso y por muchas cosas más, este equipo es el orgullo de los que le ven desde la grada. Con trabajo, esmero, sin hacer mucho ruido y sin perder ni un ápice la identidad se han colado entre los mejores. No deja de ser curioso que mientras los del campo no dejan de vencer, el mensaje desde la butaca helada de Vallecas sigue siendo el mismo: aquí se viene a animar al Rayo, no a ver ganar al Rayo. Pero lo de soñar que no se lo quite nadie: ¿y si el año que viene por fin llega ese Rayo-Liverpool?

Íñigo Pérez sobre la cercanía a Europa. LaLiga

Desde luego no ocurrirá ese duelo europeo con el Real Valladolid, al que le queda suplicar a los dioses del fútbol para lograr una salvación cada vez más complicada. Ya están a ocho puntos sin que haya jugado ninguno de sus rivales. Y lo que es peor, hay poco a lo que aferrarse. Cocca metió a tres fichajes de inicio y a dos desde el banquillo, pero nadie puede hacer milagros. Dos ocasiones contadas, dos intervenciones de Batalla y otro día que se marchan a casa sin puntuar. No lo merecieron, aunque hasta el 70' tenían uno en la mano. Les queda aferrarse a eso y, sobre todo, a hacer autocrítica: así no hay manera.

Rayo y Valladolid se propusieron acabar con la teoría de que en Vallecas apenas ocurre nada en las primeras mitades. El ambiente, eso sí, empezó más gélido que de costumbre. No solo por el frío aterrador que hacía en una lluviosa noche en Madrid, sino también porque el fondo de animación decidió dejar vacía la grada los 12 primeros minutos en protesta por un nuevo partido en viernes. No están dispuestos a renunciar a sus principios, por mucho que se mantenga en el tiempo, en una noche más reivindicativa incluso que de costumbre recordando aficionados fallecidos tiempo atrás e ironizando con la posibilidad de que el club salga del barrio. Lo compensaron animando durante el descanso, mientras los jugadores descansaban en los vestuarios. Este estadio tiene algo único.

De vuelta a lo puramente futbolístico, los de Iñigo Pérez comenzaron mejor con llegadas del todoterreno Ratiu e Isi, que está volviendo a ser el que era. Al Valladolid ya no le vale con ganar en casa e ir viendo como visitante, así que dio su primer susto con un gran lanzamiento de Javi Sánchez, que detuvo extraordinario Batalla. El argentino está en una rifa a mejor portero de la temporada y no deja de comprar papeletas. No todo iban a ser buenas noticias para los vallecanos, después de esta racha triunfal de éxitos. En cuestión de dos minutos, cayeron Camello por molestias musculares y Unai López, que se hizo daño en una disputa. Dos titulares KO en un momento clave de la temporada y encima gastando dos ventanas de cambios. Curioso porque en su lugar entraron Pedro Díaz y Sergi Guardiola, dos que estaban en el disparadero como posibles salidas del mercado invernal.

Íñigo Pérez sobre el trabajo diario que les ha traído hasta aquí. LaLigfa

Tras esos minutos de interrupciones, volvió a la carga el Rayo con un remate de Mumin, otra de las revelaciones de la temporada. La ofensiva rayista comenzó a frustrar a Diego Cocca, que esta vez tuvo a Javi Sánchez como su mejor aliado. El central, por cierto, se marchó lesionado en la segunda mitad. El técnico sabe en la situación en la que está y metió de inicio a tres centrales y a tres de sus nuevos fichajes. Necesita cerrar el área y que los recién llegados se incorporen cuanto antes a dinámica. En caso contrario, la permanencia será una utopía.

Un dominio casi de principio a fin marcó una primera mitad anómala del Rayo Vallecano. Normalmente, domina los tiempos del resultado y después ya comienza a esprintar a por el triunfo. En esta ocasión, con la batuta constante, tuvo más dificultades de cara a portería, aunque jugó la baza de que el rival casi ni le hizo cosquillas.

El Rayo es un tormentón

Condicionado por las ventanas de cambios, Iñigo Pérez metió al capitán Óscar Valentín, que ha perdido la condición de indiscutible por el nivel altísimo de sus otros compañeros de la medular. El técnico tiene a 14-15 jugadores muy metidos, dando la sensación de irreductibles. Uno de ellos es Álvaro García, héroe ante el Girona junto a Randy Nteka. El extremo, más desaparecido en el primer tiempo, dio un golpe en la mesa nada más comenzar la segunda mitad rozando el tanto.

Fue el primero en buscarlo, pero después se le unieron todos sus compañeros en una gran actuación coral del Rayo que esta vez demostró ser un equipo capaz de pelear por Europa más por sensaciones que por resultado. Isi, Pedro Díaz... Seguía la lluvia de llegadas, la lluvia en Madrid y la lluvia de cánticos en busca de tres puntos que se estaban resistiendo. Mientras, el Valladolid agonizaba más metido en su campo, tratando de ganarle segundos al cronómetro o adormecer el partido para evitar lo que parecía inevitable.

Pero el primer paso para que se pueda dar el golpe de salvación que necesita el Real Valladolid es que empiecen a creer en los imposibles. Otra más de Isi se marcha arriba y Hein ya empieza a dar síntomas de fatiga de sacar de portería. Las estadísticas empezaban a ser de reflexión: ¡17 remates a falta de aún veinte para el final!

Y quizás ese síntoma de empezar a creer tiene también un lado muy peligroso: empezar a valorar un punto que estaba a años luz de cerrarse. La zaga del Real Valladolid, ya sin su mariscal Javi Sánchez, no es capaz de cerrar un centro de De Frutos, el balón llega a Álvaro García y este define a la perfección. Un día más en la oficina: resolvió ante el Girona y vuelve a hacerlo ante el Pucela. Ver para creer, un Rayo que estaba en todas las quinielas para pelear por el descenso se planta tras 23 partidos como sexto clasificado, ¡con 35 puntos! y un sueño que vuelve a retumbar en los cimientos del barrio. ¿Y si el año que viene por fin hay un Rayo-Liverpool?

La ficha del partido:

  • 1 - Rayo Vallecano : Batalla; Ratiu, Mumin, Lejeune, Chavarría; Pathé Ciss (46', Óscar Valentín), Unai López (21' Pedro Díaz); De Frutos (82', Embarba), Isi (82', Trejo), Álvaro García, Sergio Camello (19', Sergi Guardiola).
  • 0- Real Valladolid : Hein; Candela (78', Darwin Machís), Aidoo, Niktscher, Javi Sánchez (58', Aznou), Torres; Kike Pérez, Mario Martín, Chuky (66', Grillitsch), Anuar; Marcos André (78', Latasa).
  • Gol : 1-0 Álvaro García (71').
  • Árbitro : Gil Manzano. Amonestó a Pathé Ciss, Marcos André, De Frutos y Aznou.
  • Estadio : Campo de fútbol de Vallecas. 12.286 espectadores.