RAYO VALLECANO 1 - SEVILLA 1

El partido de los milagros: Nyland, Lukebakio y que no ganara el Rayo

El extremo marcó un golazo que no hizo justicia a lo visto sobre el campo. Los de Iñigo perdonaron casi una decena de ocasiones claras.

Resumen del empate entre Rayo y Sevilla. LALIGA
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Rayo Vallecano se propuso hace ya tiempo jugar Europa la próxima temporada y lo que comenzó como broma... Aunque hay veces que es más de sensaciones que de resultado. No hay mejor forma que definir lo ocurrido ante el Sevilla. Si este equipo no juega Champions tras el verano de 2025 (que está por ver, visto lo visto), el que podrá hacerlo seguro es Ratiu. Ya sin su pelo azul ni sus peinados característico, sigue representando al dedillo lo que es este barrio: creativo, trabajador, divertido, alegre, al que nadie le puede quitar la ilusión. Mandó un teledirigido a la escuadra en un partido que, una vez más, parecía remar en contra de los de Iñigo: plaga de bajas, dos lesiones más en la primera parte... Pero el equipo no cede ante la tormenta (por partida doble, diluviaba en Madrid), más bien se viene arriba, como su técnico el de la manga corta. Viendo así al que da las órdenes, como para dejar de correr. Es un aura única, una forma de vivir de rebelarse ante la adversidad. Pero el rival, aunque menos, también jugó y tiene dos claros aspirantes a también estar en la máxima competición continental en un futuro próximo: el salvador Nyland y el superior Lukebakio.

Ratiu es un vivo ejemplo de ese carácter revolucionario del sexto clasificado de la tabla, que se dice pronto. Quizás sea ese el mantra que necesita el Sevilla de García Pimienta, un equipo trabajador y que tampoco juega del todo mal al fútbol, pero con una imperante sensación de falta de identidad. De este Sevilla caerán los recuerdos a cuentagotas. Cuando en el X de 2035 se use el hastagh #HombresEASports, parece que el único sevillista que tocará la puerta será Lukebakio. Al menos, están salvando el pozo de forma holgada y ojo a la octava plaza, pero la dimensión de indiferencia levanta a pocos de su asiento. Los milagros de Nyland y Lukebakio salvaron un punto y llevaron una alegría de vuelta a Andalucía, que tampoco viene mal.

Sábado de lluvia en Madrid, día soñado para Iñigo Pérez. El técnico ya ha reconocido en más de una ocasión su particular masoquismo con las precipitaciones y está encantado de que en su barrio piensen de la misma forma y se vengan arriba. Además no era un día fácil, ya que contaba con diversas bajas que le hicieron, por ejemplo, formar con Nteka y Trejo arriba, una pareja de lo más variopinta, casi el día y la noche. Ni De Frutos, ni Isi, ni Camello… García Pimienta lo tuvo más fácil, con su once de gala a excepción del lesionado Gudelj. Pero si algo tiene este Rayo es que, más allá de nombres, compite como si no hubiera mañana. Y ahí estuvo Álvaro García, el más titular de todos los de arriba, para avisar a Nyland apenas en el minuto 3 de partido.

García Pimienta sobre la actuación de Nyland en portería. La Liga

García Pimienta también ha conseguido que los suyos tengan ese gen competitivo que compense el déficit de plantilla que indudablemente tiene este Sevilla con respecto al de otras temporadas. Tras una gran intervención de Augusto Batalla, llegó una clara ocasión de Pedrosa, cuyo disparo se fue, tras rebote, rozando el palo. Mientras, se mantenía el ambiente gélido que desde el fondo suplían con un tifo espectacular que mantuvieron durante más de un minuto y con una animación que no cesó. Parte de la explicación racional que se puede dar a que un equipo al que muchos atribuían el descenso esté peleando por el Rayo-Liverpool.

Tampoco juega nada mal al fútbol. Una gran jugada de Ratiu acaba en balón en la izquierda para Álvaro, pase de la muerte y varias muertes en la grada de Vallecas después de que Nteka fallara lo infalible tirando al muñeco. Embarba no estuvo acertado en el rechace. Pero sirvió para desmelenar al barrio, justo en el momento en el que la grada de animación cantaba en lo que entienden como solidaridad con la afición contraria contra la continuidad de José María Del Nido. Estas cosas no pasan en demasiados estadios del país. Por si le quedara algo a la tarde, Lukebakio pareció llevarse el balón con la mano en el área, pero González Fuertes no lo vio suficiente. Y Nteka cayó lesionado, para más desgracia de un técnico que no deja de perder efectivos sin que el equipo pierda un ápice de competitividad.

El Rayo sale como un ciclón

A los hechos se remite este equipo. Tras perder también a Mumin también en el primer tiempo, salieron a la segunda mitad con los ojos inyectados en sangre y solo les faltó acierto. En cuestión de cinco minutos, Trejo falló una ocasión clarísima tras un regalo de la defensa que le dejó absolutamente solo ante un pletórico Nyland. El autor de la asistencia fue Kike Salas, contará como asistencia sin gol en LALIGA FANTASY. Sergi Guardiola volvió a perdonar segundos más tarde, de nuevo con Nyland como verdugo. Parecía estar adelantado, eso sí.

Íñigo Pérez: "El punto no me sirve". La Liga

Como el Rayo ya había fallado las difíciles pues tocaba dar un golpe en la mesa con artes avanzadas. El autor de la obra de arte fue Ratiu, que conectó un zapatazo directo a la escuadra cuando el equipo más lo merecía. Ni bajas, ni lesiones, ni nada que se ponga en su camino podía apear a los de Iñigo de la parte alta de la tabla. Se lo están ganando a pulso.

Y siguió atacando el Rayo, como si le pudieras decir a un niño que deje el juguete y aprecie con atención un documental en la televisión. Es un seña de identidad, su ADN, pese a que su entrenador, con más cabeza, trató de recular algo con Balliu y Gumbau dando reemplazo a Trejo y Embarba. La presunta orden de recular algo hacia atrás tampoco es que resultara efectiva. Dentro de lo que cabe, bajo la lluvia estaba siendo un baño.

Pero este Sevilla tiene un crack en sus filas y esto es una realidad. Ya puede tronar, nevar o que el equipo no sea capaz de dar tres pases con fundamento seguidos que si, de repente, recibe Lukebakio, pasarán cosas. Y cuando nadie atemorizaba lo más mínimo, ahí se llevó el balón, condujo él solo, a lo Oliver Atom y la puso donde ni tres Batalla hubieran conseguido llegar. Absoluta élite.

Como el disparo de Lejeune, más Oliver y Benji que real. Chutó desde 40 metros rumbo a la escuadra. Era ese gol que daba la vuelta al mundo. Pero Nyland, que paró un mano a mano a Álvaro solo un minuto después, lo impidió. Y Guardiola, para cerrar el día negro de cara a puerta, no pudo convertir un cabezazo en boca de gol. Difícil de creer: el Rayo no ganó este partido. Sacó un punto el Sevilla gracias a dos milagros llamados Nyland y Lukebakio. No llegarán todas las semanas, pero ahí están. Oro, ya sea para salvarse o para aferrarse a Europa.

La ficha del partido:

  • 1- Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Mumin (35' Aridane), Lejeune, Chavarría; Embarba (69' Balliu), Pedro Díaz (69' Óscar Valentín), Pathé Ciss, Álvaro García; Nteka (26' Sergi Guardiola), Trejo (69' Gumbau).
  • 1- Sevilla: Nyland; Carmona (69' Ejuke), Badé, Kike Salas, Pedrosa (89' Manu Bueno); Juanlu, Sow (75' Agoumé), Saúl; Lukebakio, Isaac Romero (75' Idumbo), Vargas (89' Suso).
  • Goles: 1-0 Ratiu (55'), 1-1 Lukebakio (81').
  • Árbitro: González Fuertes, con Trujillo Suárez en el VAR. Amonestó a Gumbau.