El puzle de los entrenadores en LaLiga: cuatro equipos y muchos candidatos

Con la temporada finalizada hace un par de semanas, los equipos de la LaLiga preparan la que viene empezando por los cimiento: el entrenador. 16 han confirmado sus técnicos, pero todavía cuatro mantienen en vilo a sus aficionados y cuyos proyectos siguen en el aire a falta de un estratega. Se trata de Rayo, Getafe, Almería y Celta. Los vigueses fueron los últimos en despedirse de Carvalhal después de conseguir la salvación en el tramo final. La dirección deportiva de todos ellos anda en la búsqueda e incluso comparten algún objetivo común.

Como candidatos, muchos entrenadores preparados para salir del paro. Algunos de ellos, de primer nivel a escala nacional. El problema, pocos puestos para muchos hombres que quieren volver a liderar un proyecto. Diego Martínez o Francisco suenan con fuerza, mientras que no parece haber hueco para Marcelino o Quique Sánchez Flores... de momento.

Se hizo lo posible por retener a Iraola tras una temporada de ensueño, pero sin suerte. El entrenador vasco puso punto y final a su exitosa etapa en Vallecas después de un ascenso y de dejar al equipo al borde de puestos europeos. Desde entonces, la dirección deportiva, con Cobeño a la cabeza, analiza quién puede ser el mejor sustituto posible, y están cerca de encontrarlo.

Según pudo saber Relevo, se debaten dos nombres por encima del resto: Francisco, ex del Elche o Girona, e Iñigo Pérez, quien hasta ahora actuaba como segundo de Iraola. Este segundo gusta mucho al presidente, Martín Presa, quien tomará la decisión definitiva. Se trata de la opción continuista de un proyecto que ha dado un gran resultado deportivo, aunque en su contra juega la poca experiencia como primer entrenador.

El proyecto en Vigo ha dado un giro radical con varios cambios en la directiva. También en el banquillo, que queda libre tras el despido de Carvalhal a pesar de haber salvado al equipo en el tramo final. La idea pasa por crear un proyecto de cero con un nuevo técnico y el preferido es Andoni Iraola. El vasco no lo tiene claro y prefiere esperar pero, en caso de decir sí, el Celta lo recibiría con los brazos abiertos, poniéndole todas las facilidades.

En la recámara, dos hombres: Diego Martínez, opción B, y Albert Celades, la C. A ambos se les ha tanteado para conocer su situación y su disponibilidad en caso de ofrecerles el cargo en el futuro. En el caso del primero, el Celta compite contra otros equipos de primera que quieren ficharlo.

Tras la heroica permanencia, Ángel Torres trata de hacer lo posible por retener a José Bordalás. El club madrileño le ofrece un gran salario y las llaves del proyecto. Pero las intenciones del alicantino van por otro camino. Quiere seguir entrenando y por ello mantendrá viva la llama del Geta por si no encuentra otro proyecto, pero en la SER dejó claro lo que piensa: "Yo soy feliz aquí, pero mi idea es poder entrenar a un equipo con objetivos más ambiciosos". Por ello ha establecido contactos con otros clubes fuera de España.

Mientras tanto, la dirección deportiva se cura en salud y estudia alternativas. La que más gusta, Diego Martínez, a quien ya han querido en otras épocas sin conseguir cerrarlo. Junto a él, Rubi, que acaba de abandonar el Almería después de dejar al cuadro andaluz en primera. Cualquier opción B se activará una vez Bordalás confirme su marcha.

Tras la marcha de Rubi y los rumores sobre Marcelino, el Almería se centra en un objetivo claro: Vicente Moreno. El entrenador de Masanasa podría volver de su experiencia en Arabia (siempre pensó en regresar tras un corto periodo allí) y el conjunto andaluz quiere cerrarlo lo antes posible para despejar las dudas. ¿Por qué? Para que su candidato número uno no firme una de las otras opciones que tiene sobre la mesa.

Además de él, comparte el interés del Rayo Vallecano en Francisco, quien nació y empezó su carrera allí y que podría regresar en caso de no concretarse la llegada de Moreno. Salió de Almería en 2014 tras dirigir al filial y al primer equipo.

Cuatro equipos sin entrenador, pero muchos entrenadores sin trabajo. Un nombre por encima del resto, Luis Enrique, quien tras salir de la Selección no acaba de encontrar un proyecto en el que encaje. Las conversaciones con Nápoles siguen su curso, pero sin concretarse. Lo mismo sucede con Marcelino, que lleva un año alejado de los banquillos y que espera un equipo de alto nivel en el que seguir su carrera.

En los últimos meses se han quedado sin trabajo Javi Gracia, Quique Sánchez Flores, Míchel o Pachetá. Todos ellos terminaron sus etapas en sus respectivos equipos y esperan una nueva oportunidad. Todos ellos han aparecido en quinielas, pero no cuentan con ninguna oferta concreta.