VILLARREAL 2- REAL SOCIEDAD 2

Cuadra Fernández saca de quicio a un Villarreal que sufre un parón en sus aspiraciones de Champions

Hasta tres goles le anularon al 'submarino amarillo' en un partido loco y en el que fue muy superior a la Real Sociedad.

José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

El pitido de Cuadra Fernández puso el punto final a un partido que terminó como el rosario de la aurora con el VAR como protagonista de excepción tras los tres goles anulados al Villarreal, el último de ellos en el minuto 95 con la firma de un debutante como Etta Eyong. El camerunés se podía haber llevado la gloria, pero ahí emergió, de nuevo, la figura del árbitro asistente de video para quitarle la fama al atacante local y, por ende, a su equipo, que no se creía lo que estaba pasando. Unos minutos antes, Marcelino García Toral agarraba las manos del colegiado, como implorando justicia, después de que éste le amonestara por sus protestas tras el que era segundo gol anulado a su equipo.

El técnico asturiano, sin saber lo que estaba a punto de producirse, había celebrado hasta en dos ocasiones el que hubiera sido un nuevo triunfo de su equipo, pero en ambas se quedó con las ganas. El VAR, esta vez sí, hizo su trabajo y dejó sin validez, primero, el tanto de Yeremy Pino, por situación antirreglamentaria del canario, y, segundo, el de Gueye por entender que la posición de Ayoze restaba visibilidad a Remiro. El canario hacía gestos de que no era así, pero Cuadra Fernández no tuvo ni un ápice de duda. A falta de seis minutos para el final, todo invitaba a que el partido iba a tener un transcurrir tranquilo, pero nada más lejos de la realidad. La pesadilla para el Villarreal no había terminado.

Antes de la última jugada, la del tanto anulado a Eyong, Remiro ya se había tenido que emplear a fondo para evitar el tanto de Thierno Barry. Y ya con el colegiado mirando el reloj llegó la última acción. Nicolas Pépé, un dolor de cabeza para la zaga blanquiazul desde su salida al terreno de jugo, se llevó un balón en un forcejeo con Javi López, que acabó por los suelos. El asistente, al lado de la jugada, levantó el banderín, señalando falta del jugador del Villarreal. Cuadra Fernández dejó continuar. El balón, finalmente, llegó a Eyong, que marcó, llevando el éxtasis a la grada de La Cerámica, que ya celebraba la victoria. Pero tampoco lo fue esta vez porque el trencilla se desdijo de la decisión anterior y pitó la falta previa de Pepe. Los jugadores del Villarreal no lo entendían. Ni ellos, ni Marcelino García Toral, que, indignado, se llevaba las manos a la cabeza.

Motivos no le faltaban al asturiano. No tiene que ser sencillo digerir que a tu equipo le anulen hasta tres goles en un partido en el que, además, has sido muy superior a tu oponente. Y es que el encuentro ya se puso muy de cara para los intereses locales al poco de iniciarse. De hecho, en esos primeros instantes, la cara de su colega Imanol Alguacil era un poema. El arranque de partido de la Real Sociedad no invitaba al optimismo. Todo lo contrario. Solo habían pasado siete minutos y el Villarreal ya había golpeado con fuerza, con el gol de Yeremy Pino. Pero no solo eso. El terreno de juego parecía desnivelado, con un 'submarino amarillo' en tromba. Los realistas no daban señales de vida y todo hacía presagiar una debacle blanquiazul. Pero una acción de Barry dentro del área amarilla cambió el sino del partido. Por lo menos paró la sangría.

Un penalti que cambia el sino del partido

Trujillo Suárez, en el VAR, llamó al orden a Cuadra Fernández y éste, tras ver la acción en el monitor, no dudó. Penalti. El trencilla vio en la pantalla la mano de Thierno Barry que se interpuso en el remate de cabeza de Aihen Muñoz. La responsabilidad, para el de siempre, que no falló. Mikel Oyarzabal golpeó con fuerza. Luiz Júnior adivinó la intención, incluso tocó la pelota, pero no fue suficiente para evitar un nuevo gol del capitán de la Real Sociedad. Un tanto que supuso un soplo de aire fresco para el equipo txuri urdin, que, incluso, terminó asustando a la grada del Villarreal con ese remate de Sucic que lo desvió a córner, con el pecho, Luiz Júnior.

Kubo dejó atrás el férreo marcaje de Carmona para, con la derecha, poner un precioso balón al primer palo. Ahí apareció Sucic que trato de salvar la posición del meta brasileño con un toque sutil, pero no pudo evitar que el balón golpeara el pecho del guardameta local, que impidió lo que podía haber sido el 1-2. Unos minutos antes, una mano salvadora del brasileño, mandó al larguero un balón impulsado con toda la intención del mundo del nipón.

Que el partido había cambiado de cara se confirmó al poco de comenzar la segunda mitad. Y ahí emergió, una vez más, la figura de Mikel Oyarzabal, que porfió en su intención de presionar la salida de balón de Luiz Júnior y obtuvo el premio buscado. Una cesión de Juan Foyth al portero brasileño terminó con el balón dentro de la portería de éste, que se confió demasiado.

Los gestos de desesperación del guardameta contrastaban con los del capitán de la Real, que celebraba un nuevo txitxarro, el decimoséptimo de una temporada en el que ha vuelto a tapar muchas bocas. Pero ya saben eso de que la alegría dura poco en la casa del pobre y eso le pasó al equipo blanquiazul que en un abrir y cerrar de ojos vio como el Villarreal lograba el empate, incluso se ponía por delante, aunque Cuadra Fernández anuló lo que había sido un golazo de Yeremy Pino, pero el canario estaba ligeramente adelantado.

El que sí tuvo valor fue el cabezazo de Ayoze que, libre de marca, no tuvo problemas par batir a Remiro. Y el campo volvió a desnivelarse a favor del Villarreal. Apareció Remiro para, con un paradón, desviar el cabezazo de Barry. La Cerámica apretaba más que nunca, consciente de la importancia de la victoria para su equipo. Gueye hizo que el campo groguet estallara de alegría, pero su gozo en un pozo porque Cuadra Fernández volvió a anular un tanto de los suyos, por la situación antirreglamentaria de Ayoze, que ni se lo creía. Y la locura continuó con esa última decisión de trencilla que terminó por desquiciar a una afición y a un equipo que sufrió un parón en su carrera hacia la Champions.

Ficha técnica

  • Villarreal : Luiz Junior, Kiko Femenía, Foyth, Costa, Cardona (Pedraza, mi. 68), Dani Parejo (Gueye, min. 68), Comesaña, Yeremy Pino (Eyong, min. 88), Denis Suárez (Pepe. min. 58), Ayoze y Barry
  • Real Sociedad : Remiro, Traoré (Aramburu, min. 63), Jon Martín, Aritz Elustondo, Aihen (Javi López, min. 63), Turrientes (Olasagasti, min. 68), Pablo Marín, Sucic (Pacheco, min. 46), Sergio Gómez, Take Kubo (Brais Méndez, min. 84) y Oyarzabal.
  • Goles : 1-0: Yeremy Pino (min. 7), 1-1: Oyarzabal, de penalti (min. 19), 1-2: Oyarzabal (min. 49), 2-2: Ayoze (min. 59)
  • Árbitro : Cuadra Fernández. Amarillas para Cardona (mi. 66), Sergio Gómez (min. 76), Marcelino García Toral (min . 85), Kike Femnía (min. 97) y Pépé (min. 97)