Lo que se cuece en el Barça: las razones del giro de Flick con Iñaki Peña y el movimiento anti Arabia por Raphinha
El técnico pudo prometerle algo Szczesny, al que ven además más seguro para el futuro, mientras que Deco tiene más deberes.
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Anulada la gira de los Rolling por Europa, ya no hay problema para tener estadio donde acabar la temporada. Solucionado el fair play y el 1:1, el club saca la cabeza del agua. Con el equipo volviendo a ser el que fue en el arranque de la temporada y los dos de arriba perdiendo puntos, el Barça vuelve a depender de sí mismo para ganar el campeonato. Y, además, está vivo en la Copa del Rey y en la Champions League. Lo del Camp Nou y su retraso, resuelto lo de Montjuic, ha dejado de ser un agobio y la dirección técnica ha conseguido renovar a las piedras angulares del proyecto. Se diría que después de una Dana implacable está volviendo a salir el sol pero, aquí, cuando el diablo de la noticia no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo. En Barcelona siempre hay algo sobre lo que debatir y liar la madeja. Es una forma de ser y actuar.
Ahora, aun habiendo importantes cuestiones de fondo pendientes, lo más gordo en los papeles, radio y televisión es encontrar la respuesta a por qué Flick ha liquidado a Iñaki Peña y solventar el futuro de otros futbolistas a quien también se les quiere renovar para garantizar durante años una plantilla competitiva. Por no hablar, no se habla ni de fichajes. Lo de Musiala, por citar solo el último, duró lo que un caramelo a la puerta de un colegio de Múnich. El alemán, que costaba 140 millones, ha renovado por el Bayern hasta 2030.
En cuanto a Iñaki, se sabe de su disgusto y se ha insinuado cierta fricción con el míster pero, en realidad, nadie ha explicado la razón de su paso a la suplencia más allá de ese día que llegó tarde y Flick le mandó al banquillo para dar la oportunidad a Tek. Hemos preguntado por aquí, por allá y por más allá y no hay argumento convincente. Sólo suposiciones. La más verosímil, pero no confirmada por nadie, es que el entrenador debió prometerle algo a Szczesny (¿titularidad?) para levantarle de la tumbona de Marbella, perder dinero del finiquito de la Juventus y venirse a Barcelona para algo más que no fuese solo entrenar mientras Peña estuviera sano y salvo. Y más aún.
En el club se pensó que el polaco sería titular en cuanto se pusiera en forma después de haber regresado de la jubilación. Lo que sorprendió es que con el amigo de Lewy en forma siguiera jugando Iñaki y ahora lo que pasma es que sea al contrario. Que juegue el veterano pareciendo que quien estaba más en forma era el joven. Conclusión, decide Flick y se entiende que en su fuero interno, y en el de todo su staff incluyendo al entrenador de porteros, se considera que el polaco es mejor y que con el final de curso encarado con todas las opciones, es más garantía que su joven competidor. Peña, por cierto, tiene contrato hasta 2026 y dadas las circunstancias no tiene ninguna prisa por renovar. El Barcelona, en cambio, lo calibra. Deco, como hemos contado varias veces, no quiere en la plantilla jugadores con sólo un año firmado y que puedan irse libres, cosa que hace suponer que tratará de renovarle, aunque sólo sea para venderle en buenas condiciones.
El sainete con Vinicius que Deco no quiere que rebote en el Barça
Y otra cosa seria sobre la que debe estarse en alerta es Arabia. Toda esta semana hemos vivido los capítulos del folleto Vinicius que ha convulsionado Madrid y que tiene todas las trazas de ser rigurosamente cierto. La gente de fútbol sabe, por tanto lo sabe Florentino, que los agentes del brasileño Frederico Pena y Thiago Freitas han tenido más de una reunión con gente del Public Investment Found, el fondo de inversiones saudí (valorado en 925 mil millones de dólares) que entre sus muchísimas e importantes posesiones en todo el mundo, tiene el 75% de los cuatro grandes clubes de Arabia. A saber: Al-Ahli, Al-Ittihad, Al-Hilal y Al-Nassr.
Las noticias que hemos leído hablaban de 300 millones para el Madrid y 200 millones cada año, y durante cinco, para el jugador. Los representantes tiran pelotas fuera, pero en el fútbol todo el mundo sabe que se han movido ya sea para hacer el contrato del siglo o para presionar al Madrid y sacarle a su presidente una mejora en la renovación que amplíe a los 25 millones anuales de Mbappé, que además cobra otros 25 al año por el prorrateo de la prima de fichaje. Veremos cómo acaba la cosa, pero parece obvio que si Vinicius le echa un pulso a Florentino lo perderá como lo perdieron Cristiano o Ramos y acabará en Arabia como Benzema. Y no será el único gran nombre que se apuntará a la Liga saudí. Salah, ya lo hemos comentado, tiene las maletas hechas y el PIF, que es quien ficha para los 'big four' y deciden dónde jugarán, parece que ha decidido ya su destino: el Al-Hilal, que es el equipo en el que jugaba Neymar.
Y así, con las barbas del vecino pelando, el Barcelona ha puesto las de Raphinha a remojar. El brasileño del Barça tiene contrato hasta 2027, está haciendo una temporada mayúscula, imponente, y en los dos últimos años ya ha tenido propuestas mareantes de Arabia, precisamente para llevarle al Al-Hilal, que rechazó porque quería triunfar en el Barcelona. Se hablaba entonces de 80 millones para el club y 20 netos por temporada para el jugador que, como es obvio, decidió quedarse. Ocurre que con la temporada que está haciendo, el interés árabe revive con nuevas cifras demoledoras porque esta gente no tiene problemas con el dinero. Como muestra, un botón.
Primero el dinero y luego la gloria... Deco se moverá por el brasileño
Bento, el portero de Athletico Paranaense, tuvo una propuesta del PIF en la última Copa América que el brasileño descartó porque le ilusionaba aceptar una oferta del Inter para jugar en Europa. Arabia volvió a la carga, le ofrecieron 10 millones netos al año, sin ser un fuera de serie, y acto seguido Bento (25) firmó con el Al Nassr de Cristiano Ronaldo sabiendo que en cuatro años sería libre y tendrá tiempo de sobra para cumplir su sueño de jugar en Europa. Y es que en Arabia, como bien podría explicar el celtista Gabri Veiga, aplican al revés la fórmula de los equipos, de los grandes equipos europeos. Barça, Madrid, Bayern, City y compañía aplican como máxima primero gloria y después el dinero. En Arabia, es al contrario. Primero el dinero y después la gloria. Y es, justo así, por lo que jóvenes europeos apuestan por la Liga saudí. Se solucionan la vida allí y en la plenitud de su carrera volverán a Europa en busca de la gloria.
Pero, bueno, a lo que íbamos. El estado de forma de Raphinha, aunque tenga 1.000 millones de cláusula, es una tentación para el PIF y Deco, que lo sabe y le consta, como sabe y le consta que en Arabia también valoran a De Jong, quiere asegurarse la continuidad de los dos jugadores. Principalmente la del brasileño, el holandés todavía tiene que ganársela y, a diferencia de su compañero, por menos dinero de que está ganando como consecuencia del prorrateo de las fichas que tenía firmadas y no cobró en temporadas anteriores. Las de la pandemia.
Raphinha tiene buen salario, pero no está al máximo nivel, y dado su rendimiento y su edad (27) ese momento de plenitud hay que aprovecharlo. Raphinha, que además cuando luce el brazalete se comporta como un líder dentro y fuera del campo, es también determinante para Flick y el técnico alemán pondrá de su parte todo lo que pueda poner para que el capitán acabe ampliando su contrato. Algo que, si tenemos en cuenta que en su día fue representado por Deco (le trajo del Leeds por 57 millones), aparentemente debería ser más sencillo, pero, al mismo tiempo, Deco quiere que sea impecable porque a costa de su relación con Raphinha ya se ha llevado más de un disgusto. El último ha terminado con la demanda que ha interpuesto a Víctor Font, aspirante a la sucesión de Laporta, por entender que le acusaba de tejemanejes inaceptables con Vitor Roque que Deco rechaza con absoluta rotundidad. Y ese episodio, que hace un par de meses con el equipo perdiendo, amenazas de moción de censura y tensión ambiental, hubiera sido un caso de primera página, ahora prácticamente ha ocupado diez líneas en los medios. Y es que cuando la pelota no entra, incluso en el Barça, parece que no esté pasando nada. Y pasa. Y algo iremos viendo.