FC BARCELONA

La llamada de cada partido de Fermín López que le recuerda quién es y de dónde viene: "A veces me echa la bronca..."

El mediapunta está siendo uno de los revulsivos con Hansi Flick, tras vivir un año de ensueño con el triunfo en la Eurocopa.

Fermín López, controlando el balón con el FC Barcelona. /GETTY
Fermín López, controlando el balón con el FC Barcelona. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Hace apenas 18 meses, Fermín López regresaba al FC Barcelona después de un año provechoso en el Linares de Primera RFEF, en el que consiguió hacerse con la mediapunta y golear -12 tantos-, brillar en una categoría que curte con un estilo distinto al que mamó en La Masia. El mediapunta no podría haber imaginado todo lo que llegó después, desencadenado por un partido de pretemporada en Estados Unidos ante el Real Madrid en el que marcó y derribó una puerta blindada. Le tendió la mano un Xavi Hernández siempre generoso con él, cautivó a Luis de la Fuente con el que jugó y ganó una Eurocopa, un Santi Denia que lo incluyó como capitán general en los Juegos Olímpicos de París, donde ganó el oro y anotó cinco goles, y ahora Hansi Flick lo apadrina con esos abrazos que le dan confianza y esos minutos de oro. El futbolista no sale de su asombro, como explicó en una entrevista en el diario Sport.

"¡Nada, imposible! Cuando me fui cedido pensaba que me serviría para demostrar y quizá ir a otro equipo, o volver al Barça Atlètic con suerte. Pero volver directamente al primer equipo, impensable", se sinceró el futbolista de El Campillo, que reivindicó su historia, distinta e inusual en la entidad azulgrana. "He tenido un camino distinto o más difícil que los demás. Pero esos momentos y ese trayecto me han enseñado muchas cosas, personal y profesionalmente. Gracias a todo eso, valoro mucho estar en el primer equipo del Barça, que era mi sueño. Y nunca voy a dejar de trabajar por seguir estando aquí", añadió el futbolista.

Ese camino distinto se traduce en los sacrificios iniciales que tuvieron que hacer él y su familia para que Fermín aprovechara las oportunidades que le fue brindado el fútbol gracias a su talento. Siempre jugando en la calle de El Campillo, en el norte de Huelva, con ocho años se apuntó al equipo del pueblo, al año siguiente ya pasó al Recreativo de Huelva y de 2012 a 2016 perteneció a la cantera del Betis. De El Campillo a Sevilla hay una distancia de 90 kilómetros, que recorría en coche con su padre todos los días que debía acudir a entrenarse, cuando apenas tenía 10 u 11 años. Fermín se pone nostálgico recordando esos momentos en los que sus padres fueron clave.

"Muchas veces lo hablo con él. Mis padres lo han dado todo por mí, para que yo cumpliera mi sueño. Tantas horas en el coche, tanto sacrifico… También se merecen venir a verme jugar en el Barça, verme en la tele, en la Selección… Ellos lo merecen tanto o más que yo. Buena parte de lo que estoy viviendo ahora se lo debo a mis padres", explicó el jugador, que recientemente en un reportaje de Barça One declaró que las lentejas que prepara su abuela eran uno de los momentos más especiales.

El cliché que liquidó Fermín: «Sabíamos todos de su calidad...»

Si ese esfuerzo fue inusual, lo fue más toda su etapa en La Masia. Disciplinado como pocos -aprendió catalán tras llegar con 13 años a Barcelona-, el físico siempre le jugó una mala pasada, aunque fuera un futbolista talentoso. "Era el jugador número 12, no llegó nunca a ser titular indiscutible, era bajito, tenía poca fuerza, y eso le iba en contra. Todos veíamos su calidad, pero no acababa de explotar. Por eso lo mejor fue una cesión", relatan fuentes del fútbol base azulgrana que vivieron muy de cerca todo aquel momento. Y cuando se abandona el Barça es muy difícil regresar al primer equipo. "Muchas veces no se valora, pero ese proceso de salir fuera fue difícil. Ahora valoro mucho más el venir aquí, entrenar, estar con mis compañeros, ponerme la camiseta del club que siempre he querido… Todo eso me ha servido para trabajar cada día más duro", analiza el futbolista en Sport.

Con la confianza de Xavi, Deco y ahora de Flick, Fermín ha participado en 25 partidos, nueve de ellos de titular, y ha marcado cinco tantos, el último ante el Sevilla, un derbi para él, el pasado fin de semana. Y este lunes podría tener una nueva oportunidad ante el Rayo Vallecano. Después del encuentro, hará la llamada de rigor, a su padre, algo que "después de los partidos siempre hablo con mi padre. Es como un hábito ya. De vez en cuando me echan alguna bronca, hay cosas que no cambian nunca".