Cronología de la salida de Dembélé: 'fake news', la presión del agente y el adiós a una pieza clave
Xavi se queda sin uno de sus jugadores estructurales.

"Dembélé puede llegar a ser uno de los mejores del mundo en su posición", dijo Xavi Hernández cuando fue presentado como entrenador del FC Barcelona en noviembre de 2021. Un año y medio después, Ousmane abandona el Barça con la sensación de haberse quedado estancado en la misma promesa de futuro que ya era cuando llegó en 2017. Fue una de las apuestas de Bartomeu para cerrar la herida de Neymar y, paradójicamente, Dembélé recorrerá el mismo camino de salida y terminará juntándose con el brasileño. Xavi se queda sin un especialista que terminaba contrato en 2024 y, que desde este sábado, es nuevo jugador del PSG.
La persona del club que apostó más fervientemente por Dembélé fue Xavi. Poco después de su llegada, la renovación de Dembélé -que había firmado hasta el verano de 2022- se había encallado. Mateu se reunió con Moussa Sissoko, su agente, en Ibiza. Meses más tarde, en Marruecos. Imposible llegar a un acuerdo. Llegaron a intentar apartarle del equipo y sentarle en la grada durante el resto del curso, pero Xavi ganó el pulso en una decisión de club que lideró él mismo. Quería que fuera un jugador estructural. Finalmente se llegó a un acuerdo una vez el jugador quedó libre en verano, pero algunas de las cláusulas ya auguraban un futuro extraño.
Dembélé firmó por dos temporadas más, pero el Barça le facilitó una salida -el 25+25- en caso de que se quisiera ir. Si no lograba traer una oferta antes del 31 de julio, su cláusula de rescisión pasaría a ser de 100 millones, asumible para varios equipos que realmente quisieran apostar por él. Otro punto importante en el contrato era la rebaja de la misma de 50 millones durante los meses de junio y de julio. Cuando agonizaba julio, el PSG se abalanzó sobre Ousmane. De estos 50, la mitad irían a las arcas del club y la otra mitad al jugador siempre y cuando se cumplieran unas variables que el Barça no considera que se hayan cumplido. Y por eso no quiere pagar esos 25 a Ousmane y su agente.
Mateu Alemany les ofreció un contrato con el que Dembélé se habría situado como el tercer mejor pagado de la plantilla. Sissoko pidió el doble e intentó colocarle en otros clubes. Nadie picó por esas cantidades. El Barça pujó fuerte pero con pies de plomo, ya que desde la secretaría técnica tienen el plan claro de reestructurar las escalas salariales, la disparadísima herencia recibida por Bartomeu. Al final, se optó por sentarse a negociar una vez terminó el contrato.
Su representante, personaje clave: «es mareante»
Un actor clave en este movimiento es Moussa Sissoko. Dembélé estaba contento en Barcelona, Xavi le había hecho sentir importante y quería seguir su carrera como blaugrana. A la gira americana le acompañó Moustapha Diatta, un amigo de confianza de Dembélé que se hospedó en los mismos hoteles que el equipo. Sissoko intentó convencer a Ousmane de que lo mejor era buscar una salida. Ya le llevó al límite en invierno de 2021 y ahora le hizo cruzar la frontera.
Personas del mundo del fútbol que le conocen bien le describen como "mareante". "Te lleva al límite. Utiliza a los clubes para conseguir las mejores condiciones para sus jugadores. Juega sobre varias mesas al mismo tiempo", apuntan.
Unas horas antes de disputar el Clásico en Dallas, el ambiente en el hotel Thompson donde se hospedaba el equipo enrareció. Tanto desde el cuerpo técnico como desde el club trasladaban confianza con Dembélé. Reconocían a Relevo que estaban trabajando en la renovación del delantero. Les constaba interés del PSG, pero no que fueran a pagar la cláusula. Desde el otro lado del charco, el mensaje era radicalmente distinto. "Tenemos esperanza de que vendrá", comentaba una persona del cuerpo técnico de Luis Enrique. Además, fuentes cercanas a las negociaciones revelan que Dembélé fue un movimiento impulsado desde Catar.
A Dembélé le molestó una 'fake new'
Según contó la SER, uno de los motivos de discordia entre Dembélé y el Barcelona fue que al francés le molestó que el club lo propusiera como parte de un intercambio, junto a Gavi, para intentar hacerse con Mbappé. La noticia había salido unos días atrás y Mateu Alemany se sentó con Ousmane para desmentirlo. Según pudo saber Relevo, Xavi se sentó con Ousmane el domingo por la tarde. El entrenador no entiende del todo los motivos de su marcha y desde el club creen que se va, en gran parte, por las presiones de su agente.
El día del Clásico, tras las malas sensaciones del partido del Arsenal a pesar de ser únicamente el primer partido de la pretemporada, Xavi apostó por su once titular. En él estaba Dembélé, partiendo desde su banda derecha. El francés marcó el primer gol del equipo tras una jugada de estrategia y cerró el partido con una actuación muy positiva. En sala de prensa, leyendo a Xavi entre líneas, el entrenador no las tenía todas con Ousmane. Unas horas antes, el PSG había mandado una carta al Barcelona para informarles formalmente de que estaban dispuestos llevarse al francés. Xavi insistió en que Dembélé era "un jugador estructural". Pero una frase abrió un resquicio a la duda: "No controlamos el mercado".
💥 GOAL!!! DEMBÉLÉ GIVES BARÇA THE LEAD!!! #ElClásico pic.twitter.com/UXaFTRusqX
— FC Barcelona (@FCBarcelona) July 29, 2023
El domingo por la mañana, el barcelonismo se despertaba ilusionado con Fermín López. La ilusión no duró demasiado en el club. A primera hora, Joan Laporta salía del Thompson para hacer un poco de deporte en el Downtown junto a su núcleo de confianza. Desde París seguían incitando a Sissoko para llevarse a Dembélé. Poco a poco, el Barcelona comenzó a sentir que Ousmane se les escapaba.
Los jugadores, que tenían la mañana libre aprovecharon para estirar las piernas. Gavi bajó junto a Fermín y Astralaga a firmar algunas camisetas y hacerse fotos con seguidores que hacían guardia en la puerta del hotel. Después de comer, Gündogan, Lewandowski y Ter Stegen se resguardaron de los 40 grados de Dallas en una cafetería en la misma manzana del hotel. En el vestuario ya corría el rumor de que Dembélé se marcharía. En la cúpula había cierto hartazgo con la situación. El jugador tenía la última palabra.
De hablar de ganar la Champions y decir que se va
El domingo a última hora, el Barça anunciaba que cambiaba el vuelo de Dallas a Las Vegas de las 11.30 a las 16.00. Todo apuntaba a que era una pista más para que Dembélé no viajara hacia Nevada, pero la oficialidad tuvo que atrasarse unos días más. El francés llegó finalmente al Allegiant Stadium de Las Vegas encapuchado y entre risas. Xavi le sentó en la grada. En el vestuario hay una sensación de decepción con Ousmane. "Se lo dimos todo, le cuidamos mucho", dicen.
Dembele arriving for Barça's friendly against Milan in Las Vegas. Kicks off in 90 mins @ESPNFC pic.twitter.com/YN4lNKCOpQ
— Samuel Marsden (@samuelmarsden) August 2, 2023
Dos días antes de anunciar que se iba, comentaba con sus compañeros las ganas que tenía de levantar la Champions. Era un jugador básico para Xavi, uno de sus pilares. Del empeño del entrenador terminó saliendo la mejor versión que el fútbol ha visto de Ousmane. Dembélé aglutina en su juego un potencial infinito, pero le envuelve un problema crónico con las lesiones y la falta de continuidad que le hacen bajar el techo competitivo. Y así se despide: con tres goles, dos asistencias y 15 partidos perdidos por lesión en 2023. Cada encuentro de Ousmane con la camiseta blaugrana le costó al Barcelona un millón de euros. Ahora Xavi se lanza al mercado a buscar a otro delantero.