Dembélé y Vinicius, contra la desaparición del regate
Los extremos tienen las mejores marcas de un registro en peligro de extinción: la gambeta.
La calle era un país anárquico en el que, durante horas, no había vida más allá del balón. Los buenos imponían su relato hasta que el tirano, el propietario del balón, se enfadaba o bien era llamado a cenar. En la ley de la selva, el gambeteador reinaba. Ahora, sin embargo, cada vez es más habitual que carteles de "prohibido jugar a la pelota" presidan las plazas de pueblos y ciudades. Y el fútbol, como espejo de la realidad, también ha sentido el cambio. A las puertas del Clásico, Dembélé y Vinicius representan una especie en peligro de extinción.
"La disminución de calidad y cantidad de regateadores es fruto de la falta de la falta de juego libre. En las plazas emulábamos a los grandes futbolistas, intentábamos hacer sus gambetas", explica Coqui Raffo, actual responsable de la cantera del Elche y anteriormente de Boca Juniors.
La elástica de Ronaldinho, aquel caño de Riquelme, la ruleta de Zidane, la cola de vaca de Romario... o el cambio de ritmo de Onésimo, gambeteador histórico de LaLiga. "Tenemos mejores balones, mejores instalaciones, nuevos métodos... pero hemos perdido la libertad del futbolista", comenta el propio Onésimo.
"Vas a ver un partido de niños y lo primero que escuchas es '¡suéltala!'. ¿Por qué? ¿Dónde pone eso? Corrígele después de que se equivoque, pero no le quites lo bueno que tiene", sigue Onésimo. Raffo complementa la misma idea: "pásala, juega a dos toques, no gambetees... Criamos a los niños a partir de los ejercicios que hacen los mayores. Estamos viviendo el resultado de la primera generación que vivió esto".
"En estos momentos, el jugador encuentra las respuestas creativas en las órdenes del entrenador. Eso termina generando un miedo al error constante", apunta Raffo. "En mis tiempos los entrenadores hablaban menos, los jugadores eran quienes tenían que buscar soluciones y así mejoraban su toma de decisión", comenta el formador del Elche.
"Gambetear es una forma de expresión del artista, así como la del pintor es expresarse en una tela"
Responsable de la cantera del ElcheMenotti dijo una vez que el fútbol es "espacio, tiempo y engaño". En una época en la que muchos equipos se resguardan para achicar espacios y el tiempo efectivo de juego disminuye. El fútbol es más complejo porque hay menos espacios. El regate, no obstante, siempre es una de las llaves para descifrar el candado de las defensas.
Los casos de Dembélé y Vinicius
Barça y Madrid tienen a dos de los mejores regateadores del mundo: Vinicius (máximo regateador de la Liga) y Dembélé (máximo regateador de la Champions). Si nos vamos a los datos en el campeonato doméstico, el brasileño ha intentando un total de 54 regates, siendo 29 de ellos exitosos. El jugador azulgrana, por su parte, tiene una estadística más baja en liga: sólo tuvo éxito en 9 regates de 25 intentados.
Cada uno tiene su estilo sin dejar de ser dos jugadores parecidos. El primero, partiendo desde la izquierda, es un puñal, incisivo. Tiene facilidad para salir por las dos bandas y, aunque su elección favorita sea hacia dentro, crea mucho peligro llegando hasta línea de fondo. Zidane, en su momento, insistió mucho en él. Le pidió que regateara menos y que fuese más efectivo (algo en lo que ha mejorado), eligiendo mejor cuándo regatear, aprovechando situaciones de superioridad con alguno de sus compañeros.
Dembélé, por otro lado, necesita más campo, más espacio. Puede jugar tanto por derecha como por izquierda, maneja los dos perfiles y puede salir por ambos lados (interior o exterior). Muchas veces al francés le cuesta tomar decisiones efectivas y es algo que se está intentando buscar desde el cuerpo técnico actual, que también incide en la capacidad del extremo de atraer rivales y que otros compañeros queden libres de marca.
¿Quién es mejor? Los dos tienen sus puntos fuertes y débiles.Para Onésimo, Vini dio un paso al frente: "Vinicius ha crecido más que Dembélé en la toma de decisiones. Son dos de los jugadores más diferenciales, pero con el matiz de la velocidad por encima de la habilidad".
Los regates, iniciadores de tanganas
Muchas veces, tras un regate a destiempo (resultado abultado, filigrana innecesaria), viene una patada. Otras veces, tras un buen regate, llega una patada a destiempo porque el defensa no llega. Los regates generan jugadas peligrosas pero también conflictos y una 'buena' tangana se puede producir en cualquier momento en el que un jugador habilidoso gambetea. Eso pasa tanto en primera división como en partidos de barrio.
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— Bar TV (@bar_tv) August 12, 2020
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Sobre esto, Onésimo es claro: "Provocar es hacerlo ganando cuando el partido sentenciado. La idea no es mofarte, sacas ventaja de tus características". Raffo, por su parte, cree en la honestidad del futbolistas: "El prestigio que genera en un futbolista gambetear, que es uno de los motivos por los que nosotros asistimos al espectáculo, en ningún caso es para sobrar a otro compañero. Lo hace por el privilegio que es tener regate".
¿Qué pasará en el futuro? ¿Desaparecerá la gambeta?
Mientras exista el fútbol, la gambeta o regate no va a desaparecer. Podrá tener momentos en el que los futbolistas la utilicen más o menos, al fin y al cabo, seguirá siendo un recurso. El ex formador de Boca, lo tiene claro, la clave son las categorías inferiores: "La posibilidad de estimular a través del juego libre y de que todo sea menos guiado permitirá que los regateadores vuelvan al juego".
Un jugador que no abusa del regate pero que conoce bien el juego es Kross. El del Real Madrid, en una de las 90 preguntas recibidas en una entrevista global con personalidades del mundo del deporte y que adelantó El País entre otros, hablaba del cambio en el mundo del fútbol y menciona a la formación.
"Si pienso en los próximos 10, 15 años, lo veo con preocupación. Los clubes están buscando jugadores de otro perfil. Se preguntan: ¿es veloz? ¿Es grande? ¿Es fuerte? Y solo entonces se preguntan: ¿sabe tocar el balón? Todos los equipos necesitan ese tipo de jugadores para triunfar, pero me preocupa que esta tendencia vaya ganando la mano y que el juego acabe reflejando eso".