Un derbi provincial, muchas ausencias y un debut en el estreno de un Girona de Champions con protagonismo del filial

Olot.- El Girona 2024-25, el primer equipo de la provincia de Girona y el segundo club catalán que jugará la Champions League, ya ha echado a rodar. No lo ha hecho en Mánchester ni en Liverpool, sino en Olot, alejado de los focos, a 50 kilómetros de casa y en uno de esos campos del fútbol modesto -de los más bonitos de Cataluña, por cierto- con gradas de cemento y un bar para currantes, con fotos de equipo en blanco y negro y camisetas antiguas colgadas de la pared, donde se sirven esmorzars de forquilla y menús de mediodía con carrillera de cerdo y flan con mucha nata, de postre.

Ahí, en el Municipal de la UE Olot, un club recién ascendido a Segunda RFEF, ha debutado Gabriel Misehouy, uno de los cuatro fichajes del verano, en el primer partido de la pretemporada de un Girona que lleva varios días de stage en la Vall d'en Bas. El encuentro ante el conjunto de la Garrotxa, un equipo modélico que defiende que "otro fútbol es posible", es el único que podrán vivir en directo los aficionados gironins hasta el 29 de agosto, el día que el conjunto de Míchel debuta en casa en LaLiga, pues los tres próximos partidos amistosos de pretemporada que jugará en la provincia serán a puerta cerrada. Fueron muchos los aficionados gerundenses que se acercaron a Olot, algunos de ellos ya con el parche de estrellas en la nueva piel del Girona, para ver el debut de su equipo.

No hace tanto el Girona, que escuchará a partir de septiembre el himno de la Champions en un renovado estadio de Montilivi, competía de tú a tú con el Olot, que actualmente es el segundo equipo en importancia de la provincia de Girona, el Palafrugell o el Peralada. "Me acuerdo cuando nos enfrentábamos en Tercera División en el antiguo estadio de Vista Alegre", explicaba antes del encuentro a Relevo Joan Agustí, presidente del Olot.

"El partido también es un atractivo para el Girona, pues hace dos años vino a jugar el Barça de Xavi y fue campeón, la temporada pasada vino también el Girona y se clasificó para la Champions; quién sabe si este curso será campeón", bromeaba Agustí. "Lo que está claro es que es el derbi de las comarcas de Girona", lo cerraba orgulloso el presidente olotí.

Los recién llegados Donny Van de Beek, con molestias, y Ladislav Krejčí -fichaje más caro de la historia de la entidad-, que apenas lleva tres entrenamientos con el equipo, no han debutado. Abel Ruiz, por su parte, está con la Selección olímpica, al igual que Miguel Gutiérrez, otra de las ausencias. Daley Blind y Herrera siguen de vacaciones; y Portu y Tsygankov arrastran molestias.

Por ello, Míchel, en su primer once de la temporada, ha juntado a Gabriel Misehouy con titulares (Gazzaniga e Ivan Martín), suplentes habituales (Arnau, Stuani, Valery y Juanpe), algunos futbolistas que regresan de cesión (Ilias Chaira y Pau Víctor) y jugadores del filial (Selvi y Antal).

El saque de honor lo hizo Jordi Cuixart, uno de los líderes sociales del independentismo catalán que estuvo más de tres años encarcelado, y un euro de cada una de las entradas -se citaron 2080 espectadores- iba destinado a la Fundació Albert Bosch, en concreto a su proyecto "Realitat Millorada" que trabaja para la reforma integral del área oncológica del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, lo cual le otorgaba al encuentro un marcado carácter solidario.

En lo futbolístico, se notó que los gerundenses apenas llevan una semana entrenando, lo cual igualó mucho el amistoso ante un Olot que avanzó diez días su pretemporada para enfrentarse a los de Míchel, mancados de chispa y de automatismos; lo normal en estas fechas. Solo un taconazo para Stuani del joven Misehouy, ubicado sobre el césped al lado de charrúa, rompió la monotonía de un comienzo en el cual el Girona solo generó peligro con dos cabezazos de Stuani y Arnau tras centro de Ivan Martín, que tiene un guante el pie.

El Olot, valiente, inquietó a Gazzaniga con un remate de Yaya a pase del goleador Marc Mas y con un cabezazo de Ayala que detuvo con algún que otro problema el guardameta de Murphy. Por cierto, el central del filial gerundense Antal Yaakobishvili, muy seguro y con jerarquía, fue también de lo más destacado de los visitantes.

A poco del descanso, Stuani, casi en la línea de gol, no pudo conectar bien una maravillosa asistencia de Misehouy, el más activo en ataque y la mejor noticia para Míchel en un partido para sacar pocas conclusiones. A estas alturas, las piernas pesan y las ideas todavía no fluyen.

Como suele ser habitual en este tipo de partidos, Míchel hizo rotaciones masivas al descanso. Entraron en la segunda parte Juan Carlos, David López, Manu Vallejo, Kebe, Toni Villa, Comas, Minsu y Almena, estos tres últimos del filial. También hizo sustituciones Pedro Dólera, míster del Olot. Uno de los que saltó al césped fue Albert Torras, que, a los tres minutos, puso el 1-0 tras una gran asistencia de Salvans.

Unos segundos más tarde, se repuso el Girona mediante el delantero Iker Almena, que definió de lujo un gran pase al espacio de Toni Villa. El extremo del filial, que ya debutó en Copa del Rey, tiene apenas 20 años y es uno de los futbolistas con más proyección del B. Tanto él como Toni Villa fueron de lo mejorcito del segundo acto.

Tras el 1-1, se abrió el partido y lo aprovechó Dovbyk para dar un gol masticado, tras una gran presión de los de Míchel para recuperar el balón, a Toni Villa. Incomprensiblemente, el murciano controló en lugar de golpear y falló la diana más fácil de su carrera. Sin éxito, lo siguió intentando el Girona, gris en un debut que terminó en 1-1.

Confirmó hace semanas el club, tras recibir el 'OK' de la UEFA, que jugará la Champions en el estadio de Montilivi. Lo hará con un aforo reducido (9.721 espectadores), pues el organismo continental no acepta gradas supletorias. Esta semana, el Girona ha explicado cómo se reparten las localidades: 6.000 se distribuirán entre los socios, 1.300 son para la UEFA, 1.500 para el Club, 700 para el equipo visitante y 221 para medios de comunicación.

El Girona tiene 15.390 socios y, de las 6.000 entradas disponibles, el club da prioridad a los 1.000 más antiguos, que podrán ver los cuatro partidos de fase liga si así lo solicitan. Las 5.000 entradas que quedarán disponibles, que tendrán un precio de a partir de 45 euros, se sortearán entre los socios y abonados inscritos, sin distinción. Por la mañana de este miércoles más de 5.000 personas ya se habían apuntado, según explicaban a Relevo desde el club gironí. Y es que nadie quiere perderse el debut en Champions de este Girona que alzó el vuelo en Olot con un derbi provincial marcado por las ausencias y el debut de Misehouy.