DERBI VASCO | ATHLETIC - REAL SOCIEDAD

Los derbis que decidían ligas: el puro de Perico, comidas en Getaria y una superstición

Bixio Górriz, López Ufarte, Andoni Goikoetxea e Ismael Urtubi relatan la mejor época y las anécdotas de duelos directos por conseguir títulos.

Diego celebra uno de los goles que permitieron a la Real ser campeona de Liga en 1982./Archivo
Diego celebra uno de los goles que permitieron a la Real ser campeona de Liga en 1982. Archivo
José Luis Lorenzo
Patxo De la Rica

José Luis Lorenzo y Patxo De la Rica

Hubo una época en la que Real Sociedad y Athletic Club reinaban en LaLiga. Sin discusión. El fútbol vasco vivió su apogeo en los años 80, con dos títulos de los donostiarras al comenzar la década y otros dos del conjunto bilbaíno que dejaron noches históricas, anécdotas inolvidables y alineaciones que los más 'veteranos' recitan de carrerilla. Andoni Goikoetxea lo hace en los dos bandos. No se le olvida ninguno. Desde Arconada o Zubizarreta hasta Satrústegui o Dani, pasando por otros históricos como Bixio Górriz (599 partidos como txuri-urdin), López Ufarte, Zamora, Liceranzu, Ismael Urtubi o Salinas, entre otros.

Años en los que San Sebastián primero y Bilbao después se paralizaron por esos títulos. Los únicos de la historia realistas y los últimos rojiblancos, por lo que es lógico que aquello se haya convertido en leyenda. Sobre todo porque aquellos títulos se consiguieron ante el eterno rival. Rival por decir algo, porque si algo caracterizaba a aquellas generaciones es también el buen ambiente que triunfaba entre ambos equipos, que les llevaba a compartir incluso mesa y mantel, como recuerda Goiko. "Siempre había alguna movida en los partidos, recuerdo con Gorriti y Txetxu Rojo que había un poco de jaleo, pero había tan buen ambiente que era costumbre hacer alguna comida conjuntamente en mitad de camino, en Getaria y por ahí".

El histórico central vizcaíno recuerda muy bien los derbis, aunque antes de recorrer lo sucedido en los 80, menciona otro muy importante para él. "Es que yo debuté en un derbi en Atotxa que perdimos 3-1 en Copa. Y lo mejor es que después en San Mamés ganamos 2-0 y pasamos en los penaltis. Y marqué uno, mi primer gol como profesional". Un recuerdo imborrable para él, como lo es para un Górriz que no duda en catalogar los derbis como "los partidos más especiales del año", tanto en Atotxa como en San Mamés. Se entiende, ya que su historia con este tipo de duelos comenzó de la mejor manera posible, con 4-0. "Fue una fiesta total en Atotxa. Creo que fue el triunfo más holgado que conseguí ante ellos", asegura.

Llegaron los 80. Primero con un título donostiarra ganado en el 81 en Gijón y, solo un año después, con la oportunidad de revalidarlo en Atotxa, ante su gente y frente al Athletic. "He jugado muchísimos y los ha habido muy especiales, como el que disputamos jugándonos la Liga en casa. El Athletic no se jugaba nada y estuvimos dudando de cómo celebrarlo. Queríamos celebrarlo donde Tomás, en el Urepel. Hubo una discusión en el vestuario sobre la celebración, de si hacerla o no porque algunos pensaban que iba a traer mala suerte...", recuerda.

"Hubo una discusión en el vestuario sobre la celebración, de si hacerla o no porque pensaban que daba mala suerte; Fue tremenda, Perico fumando un puro..."

Bixio Górriz Ex jugador de la Real

Al final, se pusieron de acuerdo. "Primero, que no íbamos a dejar pasar esa oportunidad e íbamos a ganar sí o sí y, luego, en que había que celebrarlo de cualquiera de las maneras", reconoce. "La celebración en el Urepel fue tremenda. Perico fumándose un puro… Una celebración muy especial", asegura. 

La afición donostiarra celebra con los jugadores el título conseguido en el 82. Archivo
La afición donostiarra celebra con los jugadores el título conseguido en el 82. Archivo

"Fue muy duro, claro que fue duro. Además en Atotxa, con un ambientazo, con la gente muy cerca. Te jugabas un poco esa hegemonía que había en el país, en Euskadi, y algunas veces lo ganaban y otras no. Pero al final, bueno, te alegras también, ¿no? Desde que nací he sido del Athletic, pero también me ha gustado que los equipos más próximos estén arriba porque no he sido anti nada", dice Goikoetxea, que aquel día fue titular.

Ismael Urtubi, en cambio, no pudo jugar aquel partido, pero sí recuerda bien el ambiente que se generó en San Sebastián. "Nosotros no hablábamos de fastidiarles la fiesta, pero sí de que íbamos a competir. Así recuerdo la semana", dice el Jabalí, como le apodaban. Aquello fue un aprendizaje para cuando "se invirtieron los papeles". Urtubi no recuerda hablar de festejos. Los nervios, dice, eran demasiado grandes en los días previos a enfrentar a la Real en abril del 1984 con la obligación de ganar. "Si alguien hubiese hablado de celebración... ibas al paredón. Cuanto más pienses de esa manera es cuando igual sale la cosa torcida y, además, no hacía falta, todos sabíamos que teníamos una oportunidad grandiosa", recuerda.

"Si alguien hubiese hablado de celebración... ibas al paredón. Cuanto más pienses de esa manera es cuando igual sale la cosa torcida"

Ismael Urtubi Ex jugador del Athletic

De hecho, tanto Goiko como Urtubi coinciden en que los rojiblancos no jugaron bien ese partido. "No sé si era agarrotamiento...". Lo que sí sabe el Jabalí es que hubo un momento en el que incluso lo dio todo por perdido: "Cuando Peio Uralde marcó el empate... puf. Joder, yo hablo por mí personalmente, pero me dije: 'hasta aquí hemos llegado'. No lo veía, no, no veía esa posible reacción, porque estábamos totalmente agarrotados". "Pero teníamos un equipazo que tenía credibilidad, un equipo que confiaba en sus fuerzas", corrige con su relato Goiko, más optimista. Y no se equivocaba. Llegó el gol de Liceranzu "de la única forma que podía llegar"; rematando un córner y desatando la locura en San Mamés y en Bilbao.

Un San Mamés abarrotado en la celebración del título del 84. Archivo Athletic Club Museoa
Un San Mamés abarrotado en la celebración del título del 84. Archivo Athletic Club Museoa

"Ahora sí que hemos hecho ya lo imposible de lo imposible", dice que pensó Urtubi. "Eso fue lo máximo que uno puede aspirar", puntualiza el central. Aquel tanto dio un título y fue el 3.000 en la historia rojiblanca, como recogían las crónicas de aquellos días. "Yo nunca había visto un San Mamés así. Si entraban 40.000, allí había 50.000. Cuando hablo de lleno hablo de que las escaleras estaban llenas y no veías un solo hueco", recuerda. ¿Y la celebración? "No sé exactamente cómo lo celebramos, pero sí sé que mi familia estuvo sin verme cinco días", dice riéndose. "Lo lógico y normal, ¿no?", puntualiza buscando aprobación.

Desde el otro bando, Górriz también tiene frescos esos recuerdos de San Mamés. "Todo el mundo dice que nosotros nos dejamos ganar allí en San Mamés, pero un punto nos hubiera metido en Europa y de eso nadie se acuerda. Miras la clasificación de aquel año y si hubiéramos sumado un punto, nos hubiéramos metido en UEFA. Quizá ese recuerdo está un poco apagado porque fue tanta la alegría que tuvieron ellos y el campo estalló tanto que no nos sentimos como si hubiéramos perdido nosotros una Liga". Eso sí, "cada vez que he perdido ha sido un mal recuerdo por todo lo que suponía para los aficionados de la Real perder un derbi contra el Athletic", deja claro.

"Que un Athletic o una Real gane un campeonato de Liga, con la difícil que es, son cosas que aunque alguno lo diga, hasta que no lo vives no sabes lo que es. No tanto, o no solo para el deportista, sino para el aficionado", reflexiona Urtubi, que celebra que en la actualidad tanto donostiarras como rojiblancos están en un gran momento.

Duelos coperos inolvidables... menos para Goiko

Si en LaLiga los derbis vascos pasaron a la historia, en la Copa también se vivieron tardes y noches inolvidables. Górriz guarda un especial recuerdo de la semifinal copera de la temporada 1986-87. "Conseguimos ganar en San Mamés después de haber jugado un partido en casa en el que lo pasamos muy mal con dos lesionados y hechos los cambios. Ellos pensaban que en Bilbao nos iban a pasar por encima y ganamos 0-1, nos clasificamos para la final y luego la ganamos", recuerda Bixio, que tampoco olvida un 1-4 de la 87-88: "El público acabó aplaudiendo porque fue un partidazo y pasamos por encima del Athletic".

Goiko, sin embargo, no tiene aquella semifinal copera en su memoria. Su cerebro la ha borrado, seguramente porque es un día de infausto recuerdo. "El disco duro tiene muchas cosas, y parece que algunas cosas no las quiere ni recordar. Se olvidan algunos de los buenos recuerdos, más los malos momentos que esos hay que dejarlos".

Roberto López Ufarte, en cambio, lo tiene fresco. Lógico. "Ellos daban por hecho que nos iban a ganar allí, en San Mamés, una cuestión que nos enrabietó de tal manera que ofrecimos nuestra mejor versión para lograr el billete para la final", explica el mítico 'once' blanquiazul. "Ellos no aprovecharon la oportunidad que les dimos de jugar con dos menos en Atotxa y en Bilbao sacamos la garra y ganamos merecidamente con gol de Bakero", rememora López Ufarte que confirma que "a los jugadores de la Real nos gustaba jugar este tipo de partidos sobre todo en San Mamés. Era un campo en el que apetecía jugar por el ambiente que se generaba. Era un partido de altos vuelos".

"Me hicieron debutar con una granizada tremenda, el árbitro nos mandó al vestuario y luego salimos y el campo estaba impracticable. Nunca se me olvidará"

Roberto López Ufarte Ex jugador de la Real

El atacante realista tampoco olvida otro derbi jugado un 30 de noviembre de 1975. Fue su debut con la Real Sociedad, un duelo que acabó en derrota blanquiazul por 2-0, tantos marcados por Dani y Jabo Irureta. "Me hicieron debutar con una granizada tremenda", recuerda. "Se suspendió el partido cinco minutos porque cayó una granizada de tal calibre que el árbitro nos mandó al vestuario. Luego salimos y el campo estaba impracticable, con mucho barro. Ese año debuté y, lógicamente, nunca se me puede olvidar ese debut porque fue el inicio de mi carrera", confirma.

Algo similar a Urtubi, que no duda en elegir otro gran derbi. "Pues... Pues las eliminatorias de Copa", responde. "La eliminatoria de 1984, la misma temporada que LaLiga que ganamos la Copa. El partido de vuelta (octavos de final) sobre todo en Atotxa. ¡Bof! Espectacular", define el Jabalí. "Un ambiente increíble también, lloviendo, con jugadores en frente de máximo nivel internacional. Un partido para recordar y que además acabó en penaltis". Como para olvidar esos penaltis, ¿no? "Imagínate los nervios, y más con el campo en esas condiciones, embarrado, y que solo vas pensando en la superficie para el golpeo. Pero por suerte salió bien y es uno de mis mejores recuerdos".

Imborrables para los cuatro mitos, leyendas de los derbis vascos. "Éramos dos equipazos", dice Goiko, que también celebra la actualidad de ambos conjuntos e incluso sueña con las máximas cotas. "Igual Valverde si nos escucha no le gusta", rectifica rápido. Por el momento, este sábado se enfrentarán en San Mamés situados en puestos europeos y, como siempre, con esa lucha por reinar en Euskadi.