El diagnóstico del Barça: Busquets 'vive' en una isla solitaria

El calendario no permite recrearse en las heridas. El Clásico llega cuestión de horas y el Barça está obligado a pasar página. Sin embargo, el 'laboratorio' azulgrana sigue analizando qué está fallando y por qué el equipo volvió a sufrir ante el Inter de Milán. Club, área deportiva y cuerpo técnico coinciden en varios puntos del análisis, pero sobre todo en uno: la 'soledad' de Sergio Busquets se ha acentuado en los últimos compromisos.

Desde que llegó al banquillo del Barça, una de las peticiones de Xavi a sus interiores fue la de no bajar tanto a recibir el balón. El técnico quiere que los Pedri, Gavi, Frenkie de Jong y compañía esperen en lo que él llama 'el cuadrado', la zona óptima para poder entrar en juego y hacer daño entre líneas.

Ante los problemas para generar ocasiones frente a Mallorca e Inter -en Milán-, el técnico insistió en su idea de acercar a los interiores al área rival. De esa forma, el 'staff' confiaba en encontrar más a Lewandowski, cortocircuitado en los últimos compromisos.

Sin embargo, para que el plan surtiera efecto era necesario que los centrales empujaran hacia delante, manteniendo el equipo junto y sin espacio entre líneas ni a la espalda del de Badía. Ahí se notó la tendencia de Piqué a ir cediendo metros, pues el '3' cada vez confía menos en su capacidad de defender a campo abierto. Kounde, Christensen y Araujo, más rápidos, sí venían achicando espacios.

El resultante de dos interiores tan largos y una zaga timorata a la hora de ganar metros provocó el aislamiento de Busquets, sobre todo en la segunda mitad. Los de Inzaghi sacaron rédito de contragolpes en superioridad y de espacios entre Sergio y la defensa. Es precisamente en este tipo de escenarios cuando más sufre el de Badía.

Este sábado, Xavi se pronunció en esa misma dirección. "No debemos dejar espacios entre líneas. Ante el Inter nos distanciamos mucho en la segunda mitad", valoró el técnico azulgrana.