Diego López alucina tras 11 años con lo vivido en la guerra Mourinho-Casillas: "Nunca se había visto nada igual ni creo que se vea más"
El exportero, ya retirado, atiende a Relevo para hablar del Real Madrid y el Villarreal, los dos primeros clubes de su carrera.

Retirado del fútbol la temporada 2022-23, después de una carrera impresionante en la que defendió la portería del Real Madrid, Villarreal, Sevilla, Milán y Espanyol, con 613 partidos oficiales, Diego López (Lugo, 1981) tiene ahora una vida tranquila en Madrid, centrada en la familia y en sus estudios del Curso de Entrenador. No sabe aún lo que quiere hacer, si volver a probar la adicción del fútbol profesional, de los viajes, concentraciones y partidos, o dedicarse más bien a la gestión deportiva. Con los guantes pudo jugar prácticamente donde quiso y sin ellos parece que también, porque "cuando decido algo me esfuerzo cien por cien".
Eso le llevó a entrenarse con el Real Madrid de los Galácticos, a ser el preferido de Mourinho en lugar de Iker Casillas, a jugar en el Milán de Berlusconi o a llegar a la internacionalidad llevando al Villarreal a casi su primer título... Luego en el Espanyol y en el Rayo Vallecano cerró una carrera brillante, y en el club perico fue despedido con una ovación inolvidable. De Madrid y Villarreal hablamos en esta primera parte de una entrevista entre el recuerdo y el presente.
Usted era canterano del Real Madrid, ya tenía 25 años y apenas había jugado dos partidos en Primera... De golpe, se va al Villarreal. No sería muy difícil que Llaneza le convenciera, entiendo. ¿Cómo fue?
El Villarreal tenía un gran presidente que le daba la estabilidad, pero la figura de José Manuel era vital. Mi primer contacto fue una reunión con él en Madrid. Viajó y me explicó. Eso que hizo conmigo lo hacía con todos. Era un visionario, tenía una habilidad para encontrar jugadores de cualquier sitio y luego el entrenador les sacaba un rendimiento bestial. Eso, en el club, Fernando (Roig) lo sabía.
Y deja atrás ese Madrid de los Galácticos... ¿Cómo era?
Empecé a subir en la etapa de Carlos Queiroz y te rodeas de ellos: vas a entrenar, entras en una lista y al comienzo todo es impactante. Soy observador y me fijo en las cosas. Tenía a todo tipo de jugadores para aprender en cada momento, de su profesionalidad o de la gestión de vestuario.. Había muchos líderes...
¿Le amedrentaba o era consciente de todas las estrellas que había?
Cuando estás dentro lo ves de otra manera. Ahora llevo un año y pico fuera, ya retirado, y lo veo diferente. En aquel momento no le daba demasiada importancia, lo veía normal, te veías como uno más. Pero cuando sales fuera del Bernabéu o ahora, uno se da cuenta de que todo lo que viví no era sencillo.
Vivió esa etapa y una segunda con Cristiano, Benzema... ¿De quién aprendió más o quién le impactó más?
Es difícil escoger si empiezo a nombrar a Ronaldo, Roberto Carlos, Raúl, Guti, Beckham, Zidane, Cristiano... Intenté aprender de todos ellos. Pero quizás me quedo con todos aquellos jugadores con menos capacidades que jugaban en el Real Madrid y que sabían rentabilizarlas y dejar a cracks en el banquillo. Creo que eso para mí era tremendo, fue el mejor aprendizaje.
Y usted sentó a Iker Casillas, por ejemplo, que venía de ganarlo todo con la Selección. Mourinho llegó a decir públicamente que le prefería a usted que a él... ¿Cómo recuerda aquello ahora?
La gestioné bien porque era un momento complicado con mucha tensión. El Real Madrid es un club que pesa mucho. Y hay que tener una mentalidad fuerte. Hay que ser, entre comillas, algo pasota para superar el entorno, ser disciplinado, perfeccionista. Vas a ser muy criticado, te van a observar con la lupa, si hay un entorno que está en contra que dificulta mucho las cosas.
¿Cómo ve aquella situación que generó Mourinho 11 años después?
Lo digo con alegría: cuando hablo con el socio del Madrid, que es el máximo implicado, me muestran su cariño por cómo estuve en ese momento, por cómo mantuve las formas con respecto al club. Y me hace feliz, porque ha pasado tiempo, y yo que tengo más años, no he visto nada precido y es difícil que se vuelva a ver algo que se asemeje a lo que se vivió en aquel momento. Aprendí mucho, fue un máster en muchos aspectos. Me quedo con todo lo bueno, para nada me quedo con lo malo. Intenté disfrutarlo.

Pero entiendo que no debió ser fácil. ¿Cómo es su relación ahora con Iker o con Jose Mourinho?
Me fui de Madrid hace mucho tiempo. Con Iker coincidí en un restaurantre hace poco y hablamos, todo aquello son cosas que pasan. Tenemos nuestra perspectiva, no hay que darle más importancia. Vivimos muchas cosas juntos muy buenas, y con Jose igual, tenemos cierta relación. Estoy agradecido, tenemos que darle normalidad.
Ahora no hay discusión en la portería. Courtois es intocable y, para usted, ¿ha sido el mejor del mundo en los últimos años?
Para mí ha sido el mejor portero que yo he visto. No diría solo los últimos años... Ya era muy bueno en el Atlético y en el Chelsea, pero en el Madrid ha dado un salto, nunca vi a nadie así, ni Buffon ni Neuer, que para mí eran los mejores y los referentes. Creo que estar en el Real Madrid es aún más difícil y lo que ha hecho es inigualable.
"Courtois es el mejor portero que yo he visto, y en el Real Madrid ha dado un salto, no vi a nadie así"
¿Por qué es el mejor? Usted como portero es una voz autorizada. ¿Qué tiene él que no tienen otros?
Hay paradas que solamente puede hacer él. Por su envergadura, intunción, técnica... Tenemos muchos ejemplos en las que a algunos que no le llama la atención, pero sabemos de lo que estamos hablando. Vemos tiros que en el 99% de los casos son gol, pero él los detiene. Seguramente también ha mejorado ciertos aspectos del juego que lo hacen ser muy completo, pero para lo que el resto no pueden.
¿Por qué cree que el Real Madrid no funciona cuando los únicos cambios son Mbappé por Kroos?
Hay que encajar, hay que engranar las piezas, son dos jugadores muy importantes, uno que se ha ido otro que ha llegado. La dinámica de los últimos años es muy buena. Cuando estás dos o tres años en el top, siempre hay cierto bajón, siempre ocurre, no se sabe por qué. La solución es el entrenador, él encontrará la solución, aunque es difícil encontrar un timón como Kroos. No se le daba tanto valor como algún otro, pero era importantísimo. La llegada de Mbappé le da mucho pero hay ciertas cosas que le penalizan, hay que controlar el juego, y eso es una gran labor del entrenador. No se está viendo el Madrid que se vio el año pasado. Es un club exigente, y perder es un drama. Tienen que encontrar el punto.
Anda más atinado el Villarreal. ¿Conoce personalmente a Marcelino y qué opina de él ahora que usted está liado con el curso de Entrenador?
Lo conozco y es muy bueno: lo dictan sus estadísticas también. Un número uno, muy fiable, que da resultados, que organiza los equipos, que consigue en momentos de dificultad, aguantar y volver a retomar la grandeza en clubes. Tiene un estilo definido, que lleva años trabajando igual, y lo hace bien.
¿Qué cariño le guarda al Villarreal donde vivió cinco temporadas?
Fue el club que me dio la oportunidad de jugar en Primera. Quitando el último año, que vivimos una desgracia que aparece una vez cada 50 años, jugué Champions, fui internacional... Estoy agradecido. Tengo la espina clavada de que si descendemos hoy, no me hubiera ido, habría continuado en Segunda, y es algo que tengo dentro. Pero son las circunstancias. Jugar en Segunda era un paso atrás, quizás hoy lo cambiaría y me hubiese arriesgado para volver a Primera.
"En el Villarreal tengo una espina clavada: si descendemos hoy, no me hubiera ido"
¿Como hizo en el Espanyol?
Sí. Quizás me sirvió de mucho esa circunstancia para darme cuenta. Estaba en el Espanyol pero me vino el recuerdo de esa situación y me pesó más el nivel emocional que el profesional. A veces hay que guiarse por el corazón. Acerté con el Espanyol y seguramete también lo hubiera hecho con el Villarreal. Eso me ha quedado en el aficionado del Villarreal y con el club, porque les di mucho, ayudé a conseguir cosas importantes, casi un título, y un subcampeonato, algo que casi consigue ahora el Girona. Ayudamos a crecer mucho el club y me quedó esa espina.
En el siguiente capítulo ya hablaremos de sus años en el Espanyol, de Joan Garcia, RdT y de su futuro. No obstante, usted que ha vivido tanto, una curiosidad. ¿Ve ahora el comportamiento de los presidentes de los años 90 y qué opina?
Era muy diferente el fútbol. Creo que por suerte hemos evolucionado. En aquel momento era más bien un adolescente y me acuerdo de muchas anécdotas, y en hoy en día todo eso sería surrealista, habría incluso problemas con la justicia. El fútbol era así, era otra forma de vivirlo, también la afición lo entendía diferente... Y ahora se ha llegado a otro punto. En muchas cosas mejores y en otras peores. Pero aquella gresca, el rebumbio que había a diario con los presidentes... Eso ahora ya no está. Ahora hay más formación, los de antes eran genios con una personalidad que reflejaba la sociedad.