SEVILLA CF

La verdad del drama económico del Sevilla: entra en la peligrosa espiral que hundió al Valencia

No cumplir los objetivos europeos y no clasificarse la temporada siguiente genera una cadena de problemas muy difícil de resolver.

Sergio Ramos aplaude a la afición durante el partido de Champions contra el Lens./GETTY
Sergio Ramos aplaude a la afición durante el partido de Champions contra el Lens. GETTY
Sergio Fernández

Sergio Fernández

El batacazo del Sevilla en Champions y no clasificarse ni siquiera para la Europa League es mucho peor que la decepción deportiva de no competir por los grandes torneos: es un problema estructural grave para el club en términos financieros y el peor escenario posible en cuanto a planificación para la próxima temporada. Si además lo combinamos con la marcha del equipo en Liga, que no parece muy encaminado a conseguir clasificarse para puestos europeos de cara al año que viene... Estas son las cosas que provocan que, un conjunto importante como el Sevilla, entre en dificultades serias de las que puede tardar bastante en reponerse.

Diego Alonso, tras la derrota sevillista ante el Lens.EFE

Por resumirlo mucho: los clubes presentan sus presupuestos en LaLiga al inicio de la temporada con los ingresos que tienen planificados recibir y los gastos que sostienen. Aquellos que juegan competiciones europeas establecen un objetivo ("llegar a cuartos", por ejemplo) y, en función de eso cuentan con el dinero que se gana por lograrlo. UEFA paga, tanto en Champions como en Europa League, una cantidad por partido ganado, ronda pasada... Y eso es mucho, una parte importante de los citados presupuestos de estos clubes.

El Sevilla había planificado que pasaría de la fase de grupos, y en función de ese objetivo, LaLiga le dio un límite de plantilla con el que han trabajado hasta ahora. Contando con que esos ingresos se producirían. Y no va a ser así. Pero es que ni siquiera van a poder compensarlo con lo que se gana en la Europa League (bastante menos), como han hecho otras temporadas. Nada. Todo ese dinero que no ha entrado en las arcas sevillistas... es déficit.

Concretamente tienen presupuestado 80 millones por competiciones (el año anterior recaudaron 85,3 y hace dos fueron 58,1). La mayor parte de ese ingreso, claro, debería llegar por la Champions y no va a ser así. Para la 2024-25, el Sevilla va a sufrir un recorte severo en su límite de plantilla... que será mucho peor si no consiguen clasificarse de nuevo para Europa. Y no tiene mucha pinta, por ahora, de que eso sea una opción viable viendo la clasificación.

Sólo con no haber pasado a la siguiente ronda ya pierden 9,6 millones de euros pero es que, en realidad, si sus planes contaban con ese objetivo, tendrían que haber logrado unos 12-15 puntos. Cada uno de esos puntos suma más de 900.000 euros... y los hispalenses han conseguido 2. Eso son, mínimo, otros 9 millones de pérdidas que van directamente contra el presupuesto. Estamos hablando de 18 millones, tirando por lo bajo, que no se van a recuperar de este ejercicio salvo que vendan jugadores por encima de lo que habían presupuestado.

La posición en Liga pesa... durante 5 años

Si las pérdidas en competición europea pesan, reconducir la situación en Liga también es una necesidad acuciante para los sevillistas. No tiene nada que ver terminar cuarto, o quinto, que decimoquinto. El ingreso que tienes de derechos de televisión cambia decisivamente y no sólo tiene un impacto directo en la primera temporada, sino que el pinchazo lo sigues pagando durante los cinco años siguientes.

Haciendo las cuentas un poco con brocha gorda, pero basados en cifras reales, el Sevilla si terminase ahora LaLiga perdería en torno a 40 millones de euros. No todos, aunque sí una gran parte, la temporada que viene, que es cuando más parece que lo van a necesitar. El resto, en el acumulado de las cinco siguientes.

Los problemas que llegan después

Es un clásico de los clubes que entran en zona de apuros: el cóctel de no cumplir objetivos europeos y no clasificarse para Europa al año siguiente hace que entren en zona de alarma seria. Que se lo pregunten, por ejemplo, al Valencia. Jugó la Champions 19-20 cayendo justo antes de la pandemia contra el Atalanta. Aquel año terminaron novenos en Liga, el siguiente 13º, después 9º de nuevo y la temporada pasada decimosextos... Y cada año con menos presupuesto, menos ingresos y menos posibilidades de reforzarse. Es una peligrosa espiral que afecta a clubes grandes, cuando no cumplen sus objetivos europeos.

Tienen plantillas concebidas para dar la talla en Champions y al año siguiente se ven en "zona de nadie", con muchos menos ingresos para sostener los sueldos de unos jugadores que, normalmente, se han devaluado mucho y no tienen ofertas tan buenas como las de su propio club para marcharse.

¿Qué hacen? Pues quedarse. Sus salarios no es fácil que se lo paguen en otras ligas y ellos pueden apelar a las temporadas de contrato que les quedan, aunque el club esté entrando en dificultades para pagarles. Tienen la sartén por el mango.

Además es que cuando un equipo en esta situación acude al mercado, el resto de clubes ya saben que están negociando en una posición de ventaja: saben que necesitan vender y eso les convierte en el rival más débil a la hora de pedir una cantidad fuerte por traspasos, frente a otros clubes que no tienen esas urgencias.

En-Nesyri lamenta la derrota ante el Lens en la sexta jornada de Champions.  EFE
En-Nesyri lamenta la derrota ante el Lens en la sexta jornada de Champions. EFE

Una temporada con mil dificultades

En el Sevilla se da un montón de circunstancias que suelen ser comunes en equipos que sufren crisis importantes. Desequilibrio en el banquillo: tres entrenadores en el último año... y ya veremos lo que aguanta Diego Alonso. Cada uno con su consiguiente desembolso inicial y finiquito.

Desequilibrio en la directiva: luchas internas, medidas cautelares in extremis, intentos de hacerse con el poder... Esa intranquilidad es imposible que no se transmita al vestuario, donde tampoco es que la temporada haya sido una balsa de aceite.

Si sumas todos estos factores junto con alguno más que hay en el Sevilla ahora mismo (plantilla muy experimentada, con 11 jugadores por encima de 30 años) la realidad es que los de Diego Alonso tienen por delante un reto muy complicado para salir adelante.

Algo de optimismo

En el mismo problema de los jugadores veteranos y con contratos caros hay una solución: varios dejarán el equipo al final de la temporada como Fernando, Rakitic, Navas, Oliver o Lamela, por ejemplo. Además de otros que quieren vender en invierno. Ahí se paliarán un poco las pérdidas del club. Ya desde la temporada pasada trabajan en un plan para bajar la masa salarial e incluso tener menos jugadores en la plantilla. Abaratar esa partida del presupuesto.

Si consiguieran remontar esta temporada y entrar aunque fuera en Europa League, la diferencia de gravedad de los problemas financieros a los que se enfrentarían sería exponencial. Recibir cualquier ingreso UEFA cambia absolutamente el panorama. Pero, ahora mismo, los sevillistas viven a tres puntos del descenso y a 16 de la zona noble de la tabla.

El mercado de invierno será la piedra de toque que medirá los planes del Sevilla: reforzarse con ambición para revertir la situación en lo deportivo y salvar la temporada colándose en Europa... o empezar a vender y deshacerse de contratos caros para asumir la "reconquista" a partir de la 2024-25, con un límite de plantilla mucho pero, con el déficit de haber pronto en Champions y sin ingresos UEFA...