Las dudas de una Real Sociedad indignada por los horarios en su semana más importante

La Real Sociedad tiene en su mano hacer historia. Lo viene repitiendo Imanol Alguacil en las últimas semanas, consciente de que es importante mantener el discurso y alejar las críticas y las dudas que se han despertado en el entorno txuri-urdin. En ese contexto, los donostiarras afrontan una semana clave en la que reciben al Valencia y visitan al Betis con ventaja para cerrar primero su clasificación a competiciones continentales y después luchar para que el premio sea mayor y en el billete luzcan las siglas de la Europa League y no de la Conference. La derrota ante el Barça complica los objetivos, aunque siguen dependiendo de sí mismos.

El primer objetivo es certificar la presencia europea. Lo conseguirán matemáticamente si ganan al Valencia este jueves en el Reale Arena, haciendo historia al conseguir la quinta clasificación continental consecutiva, algo que no ha logrado la entidad en su centenaria historia. Si suman un empate ante los che también lo rozarán, ya que dejarían fuera de la pelea a los de Baraja y mantendrían al Villarreal, que juega esta noche en Girona, a un mínimo de cuatro puntos con solo seis en juego. La derrota complicaría el final de curso y despertaría aún más dudas.

Aunque Imanol sigue destacando que sus jugadores están en buen momento y cuajando buenos partidos, desde fuera se insiste en el bajo nivel de algunos futbolistas claves. Cuajaron muy buenos tramos de partido ante el Barça pero salvo contadas excepciones, como la buena noticia de Beñat Turrientes, el aire fresco que ha significado Becker o el corazón de Aramburu, los buques insignia txuri-urdin atraviesan un bache de rendimiento en el momento más importante del curso. Mikel Merino o Take Kubo personifican esta situación, que preocupa ahora que asoman dos partidos tan importantes como el del Valencia y el Betis.

Precisamente por la importancia de estos dos encuentros, en el seno del club txuri-urdin hay mucho enfado por los horarios de este tramo final. Después de colocar el encuentro ante el Barcelona en lunes, los de Imanol tienen otros dos encuentros entre jueves y domingo. Es decir, en siete días tienen tres encuentros, cuando Valencia y Betis disputaron su último partido en domingo y tendrán más tiempo para preparar esta jornada intersemanal que se antoja clave.

Esto llega, además, en un momento en el que la Real busca recuperar físicamente a jugadores como Martin Zubimendi, con unas molestias musculares que le han apartado de los dos últimos encuentros, Tierney, renqueante, y Javi Galán, que se espera que pueda jugar el jueves ante el Valencia tras ausentarse de la visita a Montjuic. Todo esto genera dudas, aunque en el club siguen siendo positivos y piensan más en conseguir la clasificación a la Europa League que en mirar hacia abajo y pensar en un descalabro que les deje fuera de las competiciones continentales.

El duelo del Benito Villamarín, donde no habrá afición visitante como respuesta a la decisión de la Real Sociedad de no vender entradas a los béticos en la ida -por coincidir con el homenaje a Aitor Zabaleta-, se mira con ambición. "Seguimos dependiendo de nosotros mismos", dijo Imanol tras caer ante el Barça y perder la sexta plaza. Saben que les espera un ambiente hostil, más aún ante un rival con el que han luchado de tú a tú en las últimas temporadas, pero están convencidos de dar un golpe sobre la mesa.

La importancia de este tramo final ha dejado de lado cualquier cuestión relativa al mercado. Tanto externo, donde en la entidad saben que afrontarán un verano plagado de intereses por sus jugadores, como interno. La renovación de Mikel Merino, en la que sigue habiendo optimismo en ambas partes, está aparcada hasta que se consiga el objetivo. Después será tiempo de darle un empujón y poder pulir los últimos detalles que llevan encallados varios meses.