COPA DEL REY | EIBAR - ATHLETIC

El día que el Eibar hizo historia y Errasti enamoró a Bielsa: "Todavía hay personas que se me acercan y me lo recuerdan por la calle"

Este domingo se reedita una ronda copera que fue histórica en 2012, con el triunfo armero que cimentó las bases de dos ascensos consecutivos hasta Primera.

Errasti realiza una entrada sobre De Marcos en el partido de vuelta de aquella eliminatoria copera./Athletic Club
Errasti realiza una entrada sobre De Marcos en el partido de vuelta de aquella eliminatoria copera. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

"Qué te voy a decir: recuerdos muy chulos; muy bonitos". Así responde Jon Errasti (1988), histórico jugador de la SD Eibar, eibarrés y aficionado armero, en cuanto se le pregunta por aquella eliminatoria de 2012 en la que el entonces humilde conjunto guipuzcoano sorprendió al Athletic Club de Bielsa a doble partido. Un hito inolvidable en la localidad armera, que hoy se vuelve a vestir de gala para recibir a los rojiblancos con el sueño de reeditar aquel 'triunfo' que a nadie se le ha olvidado. "Fue una temporada y un partido muy especial que supuso poner una piedra importante en lo que iban a ser los siguientes años", reconoce el mediocentro, que deja claro que su corazón sigue siendo azul y rojo pese a que hoy trabaja en la cantera del Villarreal.

Lo seguirá desde la distancia, con la emoción y los recuerdos vivos de lo que vivieron e hicieron hace más de una década. "Era un partido mayúsculo, era muy especial, sobre todo si eres el Eibar, y más porque fuimos a San Mamés a jugar esa vuelta con el resultado empatado. Fue algo único y más ante ese Athletic que había sido finalista de Copa y de Europa League unos meses antes, con Bielsa en el banquillo, con Llorente, Aduriz, Susaeta… Lo que vivimos fue inolvidable". Lo que vivieron fue una eliminatoria que comenzó en octubre con un empate sin goles en Ipurua y que finalizó en noviembre, en el viejo San Mamés, con un nuevo empate a uno que les permitió eliminar a los bilbaínos. "Fuimos los últimos en eliminarles en el viejo San Mamés", dice orgulloso Errasti, como un logro más de lo que consiguieron aquel año. 

Hoy, hablar del Eibar es hacerlo de un equipo humilde pero que se ha convertido en aspirante al ascenso a Primera. Con más estructura e instalaciones y con la experiencia de siete años en Primera División. Un rival de menor categoría que el Athletic, pero mucho más cercano en el mundo futbolístico. En 2012, sin embargo, el conjunto armero era una entidad prácticamente en crisis, que meses antes había eliminado su filial por problemas de economía y que había tenido que rearmarse. "Hubo una renovación de plantilla en cuanto a la columna vertebral. Dejó mucha gente el equipo, llegamos mucha gente nueva, muchos de filiales, y con gente que se quedó como Txema Añibarro, Arru (Mikel Arruabarrena) -goleador en San Mamés- o Arroyo. Una mezcla de todo que salió muy bien porque Gaizka dio con la tecla".

Ese "todo", explica en varias respuestas, es una manera de competir y afrontar la competición. Al día siguiente de triunfar en San Mamés, los jugadores realizaban un entrenamiento de recuperación en el campo anexo de Ipurua, un campo pequeño, de hierba artificial vieja, un tapete de los que hacían heridas en las rodillas y en el que el balón botaba como quería. "No solo ese día, así subimos a Primera", recuerda Errasti, que lo entiende únicamente como un proceso natural en la evolución del fútbol.

"Entrenábamos en el anexo, en el tapete de hierba artificial, pero para nosotros era lo normal y el día a día. No nos quejábamos, no había otra cosa. Le dábamos naturalidad, aparcábamos en la curva de Ipurua, con los coches hacia la montaña y entrábamos al campo. Era otro momento; quizá el que estuvo 15 años antes que nosotros te contaría otras anécdotas de que viajaban en bus a la noche y luego iban a trabajar estando en Segunda", dice con normalidad, además de celebrar que Ipurua haya sido remodelado manteniendo la esencia. "Siempre decimos que Eibar es diferente y que otro fútbol es posible".

"Entrenábamos en el anexo, pero para nosotros era lo normal. Le dábamos naturalidad; aparcábamos en la curva de Ipurua, con los coches hacia la montaña y entrábamos al campo"

Jon Errasti Ex jugador de la SD Eibar

En un día como otro, entrenando en el anexo, apareció por allí Marcelo Bielsa. Habían pasado unos días de la eliminatoria. "Estuvo por allí, habló con Gaizka (Garitano) y con los místers. Les preguntó cosas de cómo trabajábamos, de cómo preparábamos los partidos y cómo lo había hecho él. Luego hablando con gente que ha trabajado con él me han dicho que es muy meticuloso y que le gusta conocer los procesos de los equipos, el cómo se trabaja, cómo es el día a día y cómo preparan los partidos", recuerda. "Ahora que estoy en ese mundo, que una persona de ese calibre viniera y se preocupara habla muy bien de él. Ese tipo de cosas le hacen todavía más grande".

"Teníamos que habernos clasificado y más tras el resultado de la ida y contra un equipo que ocupa la división que ocupa. No hay forma de justificarlo. Si frente a esta situación yo empiezo a descomponer (explicar) el partido. Es irritante hasta para mí", dijo el técnico argentino en caliente tras la eliminación. Bielsa y Eibar ligados de alguna forma. Como Errasti y el propio entrenador rosarino. Hablar de aquella eliminatoria es imposible sin recordar que el argentino, preguntado por los jugadores armeros tras el partido de ida, destacó a uno por encima de todos. "Me ha agradado el volante de contención, un jugador muy ordenado", dijo sobre Errasti. "Fue muy bonito, aunque en ese momento no sabes ni cómo asimilarlo. Todo el mundo te pregunta, te dicen que ha hablado bien de ti, pero en aquel momento qué vas a decir: pues que es un halago y no darle más bola. Pero pasan los años y le das aún más importancia". 

"Hoy puedo decir que fue algo que me gustó y que me emocionó. Que un entrenador como Bielsa, con su trayectoria, hable bien de ti... Fue una experiencia y un recuerdo muy bonito"

Jon Errasti Ex jugador de la SD Eibar

"Hoy puedo decir que fue algo que me gustó y que me emocionó. Todavía hay personas que se me acercan y me lo recuerdan por la calle. Que un entrenador como Marcelo Bielsa, con su trayectoria, hable bien de ti… Fue una experiencia y un recuerdo muy bonito", reconoce más de diez años después, aunque su carácter y personalidad le llevan rápidamente a poner en valor al grupo: "Más que las palabras de Marcelo, lo bonito fue eliminar al Athletic porque fue un premio no solo para el equipo y el club, fue un premio para una afición que no había tenido una victoria así para poder celebrar".

La eliminatoria

"Esa eliminatoria es el reflejo de todo", dice Errasti. "Para eliminar al Athletic hay que hacer muchas cosas bien y que ellos no aciertan, pero el recuerdo que tengo es una eliminatoria jugada de tú a tú". En un Eibar en construcción, con paso firme en busca del ascenso a Segunda División, el sorteo deparó un derbi muy emocionante para la ciudad, que llevaba años de pesares. "Recuerdo que cuando salió la eliminatoria fue una fiesta. En mi infancia no recuerdo partidos contra el Athletic y ahora ya se ha normalizado, pero entonces era súper especial. El partido de ida fue una fiesta y nos dimos cuenta que podíamos competir", explica Errasti, que fue titular en el centro del campo. Un empate sin goles que desde fuera parecía definitivo teniendo en cuenta que se decidiría en San Mamés.

Arruabarrena celebra el gol en San Mamés. SD Eibar
Arruabarrena celebra el gol en San Mamés. SD Eibar

"Gaizka nos fue metiendo en la cabeza las semanas previas que se podía. Nos repetía que íbamos a pasar malos momentos, pero que si los pasábamos juntitos íbamos a tener opciones. Tenía muy claro cómo teníamos que hacer las cosas y cuáles eran nuestras armas". Y así fue. Compitieron, mantuvieron su portería a cero el primer tiempo, hasta que apareció un penalti transformado por Arruabarrena que acercaba la heroica. "Aunque nos empataron y sufrimos algo esos últimos minutos, no tengo la sensación de haber sufrido. Me he visto a posteriori los dos partidos y no es que nos pasaron por encima, incluso podríamos haberles hecho más daño a la contra".

Un equipo con jugadores entonces desconocidos, pero que después hicieron carrera en Primera División. Dani García, Capa o Yuri formaban parte de aquella plantilla, aunque solo el primero jugó como titular en San Mamés. Y es que Garitano incluso hizo una mezcla de titulares y suplentes para asaltar La Catedral. "Si me tengo que quedar con algo de aquel grupo es que competíamos siempre. Contra todos y en cualquier campo y circunstancia", explica Errasti, que incluso recuerda la temporada siguiente, cuando ascendieron de Segunda a Primera siendo "muy nóveles" pero sin que nadie les "pasase por encima".

De hecho, la clasificación ante el Athletic les permitió jugar otra ronda más, "ante el EuroMálaga", y estuvieron a pocos minutos de otra hazaña. Después vino una "temporada larguísima" con unos play-off ante Alcoyano, Oviedo y Hospitalet, donde se celebró el regreso a Segunda. El grupo se mantuvo prácticamente en su totalidad y esos mismos jugadores que llegaron en una situación de crisis al club le llevaron por primera vez en la historia a Primera. Con Errasti como uno de sus capitanes.

Errasti, jugando en Primera ante Messi. Getty Images
Errasti, jugando en Primera ante Messi. Getty Images

"El haber jugado en San Mamés, el haber pasado esos momentos, el haber disfrutado de eso y ver que puedes estar al nivel contra equipos de Primera División te da confianza para ciertos momentos. Son pequeñas piedras, nos dio un plus de darnos cuenta del nivel, aunque no creo que fue la razón del ascenso", reflexiona. ¿Y cuál fue? "Más allá del nivel que había, éramos muy normales. Encontrarte un vestuario así es lo no común. Todo el mundo remaba en la misma dirección, todo el mundo cayó de pie en el vestuario y sabíamos nuestro rol. El míster y el club también, veías que era un club muy familiar, muy cercano, muy humilde, y el no haber perdido todo eso durante estos años hace que el equipo, el club y la ciudad sea tan especial".

Corazón armero

Esta tarde Jon Errasti vivirá el partido desde la distancia, muy diferente a lo sucedido hace en 2012, pero con la misma pasión. Eibarrés, no esconde sus colores. "Todo el mundo sabe cuál es el color de mi corazón así que no tengo dudas de que quiero que el Eibar esté en la siguiente ronda", dice, antes de avisar de que "el Athletic para ganar va a tener que hacer las cosas muy muy bien y van a tener a que dar su mejor versión".

Espera un partido complicado, pero también tiene claro que los armeros ya no son ese equipo férreo que se encierra atrás y espera su momento. "Igual no tiene la solidez de siempre, que es lo que nos ha dado el plus siempre, no vamos a engañarnos, pero este año combinan más y me están gustando mucho. Compiten siempre y con Ipurua, con su gente, aumentan las posibilidades de que haya un susto".