Osasuna pone la Liga al rojo vivo y el Madrid vuelve a toparse con los árbitros

El Osasuna - Real Madrid del 15 de febrero, 24 horas después del día de los enamorados, se resolvió en tablas por una duda de Duolingo. Munuera Montero, el gran protagonista del encuentro, creyó que Jude Bellingham le dijo 'fuck you' en vez de 'fuck off', terminando una frase en la que justo el inglés le comentaba que le estaba hablando con respeto. El árbitro, con una rabia exagerada en su cara, como si el equipo blanco le hubiera hecho algo gravísimo, como si no lo soportara, como si lo odiara con todas sus fuerzas, una semana después del comunicado del Real Madrid contra su estamento, decidió expulsarle con roja directa en la primera mitad.

Hubo más. No pitó un penalti a Vinicius, como el de Ceballos contra el City, y sí lo hizo en uno de Camavinga, muy dudoso. En su repertorio, un recital de cómo no arbitrar, equivocándose hacia un lado y también hacia el otro. Entremedias se jugó un partido de fútbol, en el que los de Ancelotti jugaron muy bien y volvieron a fallar demasiado, con un notable Sergio Herrera bajo palos. Vini lo intentó hasta el final y Mbappé y Budimir pusieron los goles del empate. La Liga se le complica al Real Madrid, más aún a los árbitros.

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En la semana de Vinicius, el mejor sobre el terreno de juego fue Kylian Mbappé. El francés estrenó el marcador con un gol que ya le posiciona como delantero centro a lo 'cerresiete'. Está viviendo su mutación en tiempo récord: de extremo zurdo aniquilador a rematador quirúrgico.

Su tanto no hubiera sido posible sin el otro jugador puntero del Real Madrid, en esta tarde policiaca en Pamplona. Fede Valverde, también reconvertido a mejor lateral derecho del mundo, le entregó un centro al francés que ni Cafú, apurando por su carril. Con Fede, tan increíble, te quedas pensando en cuál será su próxima 'digievolución'. Quizás portero, quizás entrenador.

Entre el atraco, en el Real Madrid también hubo culpables. El primero, aunque sólo presunto hasta que salga el acta, lleva el nombre de Jude Bellingham. El centrocampista inglés le dijo algo al colegiado, y este no dudó en expulsarle, con su cara de puro odio. Como si Jude hubiera hecho algo mucho peor que quejarse, como si tuviesen cuentas pendientes.

El segundo, ya un sospechoso recurrente esta temporada, fue Eduardo Camavinga. Volvió a aparecer en la foto de los males de su equipo, con el pisotón sobre Ante Budimir que acabó significando el dichoso penalti de VAR. Un penalti muy polémico, en el que la única certeza fue de nuevo el tino desafortunado del francés.

El delantero croata del equipo local demostró lo que pretendía Osasuna en su duelo contra el Real Madrid: si les dan opción, ahí estarían. El conjunto de Vicente Moreno se encontró un penalti y una expulsión de regalo, y vaya si loaprovecharon. Siempre con Ante Budimir a la cabeza.

Él mismo forzó la pena máxima y la transformó frente a un espléndido Thibaut Courtois, que salvó en el primer acto a los blancos con su manopla galáctica al disparo de Aimar Oroz. No hizo mucho más el cuadro rojillo, ante un Real Madrid que dio gusto ver atacar, y que se deja dos puntos de oro en el Sadar.