GIRONA FC

El embrollo de las gradas de Montilivi para la Champions: "El plan no será perfecto, pero es un problema bonito"

La UEFA prohíbe usar gradas supletorias y el club estudia varias alternativas.

Imagen de archivo de Montilivi./RELEVO
Imagen de archivo de Montilivi. RELEVO
Lu Martin
Marc Mosull

Lu Martin y Marc Mosull

La Fundació Guardiola Sala celebró este domingo la segunda Cursa Montilivi, una carrera popular y benéfica con salida y llegada en el estadio de Montilivi. Contó con la participación de Pere Guardiola, presidente del Consejo de Administración del club y copropietario de la entidad. También corrieron miembros del staff, como Juan Carlos Moreno, jefe de scouting, Santi Pou, uno de los del cuerpo técnico de Míchel y David Torras, director de comunicación del club, que evidenció que ya no es aquel fantástico medio de melé que volaba en sus años como 'nueve' del Barça.

El inicio de la carrera benéfica.RELEVO

"La carrera ha sido un éxito, han participado casi 1.100 personas y muy contentos. En total, 9.000 euros para el Casal d'Infants de Salt y el tiempo, pues bueno, ha llovido antes y después, pero también viene bien, que necesitamos lluvia", dijo Pere Guardiola, que corrió los diez kilómetros en un tiempo extraordinario, 41 minutos y unos pocos segundos. Lo cierto es que la mañana fue una verdadera fiesta en Montilivi, un campo que por problemas del subsuelo no podrá aumentar la capacidad del estadio de cara a la próxima temporada.

Era deseo de la directiva rojiblanca empezar las obras al final de la temporada pero no será posible. Y además, por cuestiones legislativas, tampoco le estará permitido en Europa usar las gradas supletorias –sí las seguirá utilizando en partidos de Liga y Copa–. Así que la capacidad no alcanzará los 10.000 espectadores cuando el Girona, por vez primera en su historia, participe en competiciones europeas. De momento, se ha asegurado plaza de Europa League y está cerca de confirmar su presencia en la Champions.

"Estamos muy cerca de jugar la Champions. Falta poquito. Esperamos certificarlo definitivamente las próximas semanas. Es un reto bonito que nos obliga a ponernos las pilas en muchas cosas y estamos listos para hacerlo", admitió Guardiola. A falta de la disputa de seis jornadas de competición, tiene un margen de 13 puntos sobre el Athletic Club, quinto clasificado.

La UEFA no permite utilizar gradas supletorias

La UEFA no permite -en ninguna las tres principales competiciones que organiza a nivel de clubes- el uso de gradas supletorias, como las que hay en los goles y en la zona de preferente del estadio gironí, para aumentar el aforo de los campos. Así lo especifica en el artículo 18.02 de su reglamento de infraestructuras.

Bien es cierto que el artículo 3.04 del mismo reglamento que prohíbe las gradas supletorias y tubulares establece que "la UEFA puede hacer una excepción en función de un criterio estructural específico en caso de dificultades particulares, siempre a partir de una demanda razonada". Y a esa posibilidad se acoge el Girona, que así se lo transmitió hace semanas a la UEFA. El organismo del fútbol europeo aún no ha dado respuesta al club, pero la entidad que preside Delfí Geli tiene poca confianza en que la resolución le sea favorable.

Así lo reiteró ayer Guardiola cuando explicó claramente la situación: "La UEFA no deja usar las gradas supletorias, hemos hablado con ellos y todo apunta a que no, pero aún no nos han contestado. Nuestra idea es jugar en Montilivi y que el sueño de Girona, de los gironins, de los jugadores y del equipo sea jugar aquí, pero hay que analizar los pros y contras y tomar decisiones. La UEFA ha venido un par de veces aquí a ver cómo y qué podemos hacer. Hay que adaptar muchas cosas: el palco, la sala de prensa... hay que esperar un par de semanas y saber la situación".

El precedente del Brest

Hay un precedente reciente que no invita al optimismo: el del Brest francés. El conjunto bretón es actualmente el tercer clasificado de la Ligue 1, ocupa plaza de Champions y tiene confirmada su clasificación europea de cara a la próxima temporada. Su estadio, el Francis-Le Blé, tiene capacidad para más de 15.000 espectadores, pero dos tercios de las localidades están ubicadas en gradas supletorias.

El estadio del Brest. REUTERS
El estadio del Brest. REUTERS

El club bretón, en vistas a su participación europea del próximo curso, consultó a la UEFA acerca de la posibilidad de jugar en su estadio manteniendo las gradas supletorias, acogiéndose al artículo 3.04 del Reglamento de Infraestructuras. Según ha desvelado L'Équipe, la respuesta del ente federativo ha sido negativa. Si el Brest quiere disputar sus partidos continentales en su casa, deberá hacerlo con un aforo de 5.000 espectadores.

Actualmente, Montilivi tiene una capacidad para 14.624 espectadores. Sin las gradas supletorias, vería reducido su aforo hasta los 9.282 aficionados. Supondría un dolor de cabeza para la entidad, que ni tan siquiera podría dar acomodo a los 9.700 abonados que tiene actualmente. "Si es así, y Montilivi se queda con 9.282 localidades, deberá realizarse por sorteo bajo solicitud y demanda previa", reconoció al Diari de Girona Cristóbal Sánchez, presidente de la federación de peñas del Girona. Además, hay que añadir a la ecuación que la UEFA se reserva un porcentaje de las entradas para la afición visitante (5%) y sus respectivos compromisos.

¿Qué se le puede decir a los socios en ese sentido? Le preguntaron ayer a Guardiola, consciente de que si la UEFA no acepta gradas supletorias el Girona disputará sus partidos con la capacidad que le permita la ley, un aforo que probablemente rondaría los 9.300 espectadores, menos de los abonados que ahora casi llegan a diez mil y presumiblemente, serían mas la temporada próxima. "Los socios y abonados deben saber que haremos todo lo posible por jugar en Montilivi. La otra solución sería irnos a Barcelona, ese seria el plan B, pero hay que ir quemando etapas, ver qué dice la UEFA, y a partir de ahí apurar nuestra idea de jugar en Montilivi, pero no nos gustaría que nadie se quedara sin ver jugar al Girona en Europa".

Por cierto, el campo Bosuil del Amberes, que visitó el FC Barcelona este mismo año, con un aforo ligeramente superior a los 16.000 espectadores, es el estadio más 'pequeño' de la fase final de la actual Champions. A la espera de lo que decida el Brest, y si el Girona confirma su clasificación entre los cuatro primeros de LaLiga, Montilivi tomará el testigo del Bosuil y, con casi total seguridad, será el estadio con menos aforo de la próxima fase final de la Champions.

«El éxito del Girona nos ha superado»

Montilivi es de propiedad municipal y, en 2018, el pleno del Ayuntamiento de Girona aprobó la adjudicación de la concesión del estadio al club por un periodo de 50 años. También dio luz verde a una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para permitir la modificación y ampliación del campo. Significaba, pues, que como mínimo hasta 2068 el club podría seguir jugando en ese terreno y que, además, podría acometer reformas en las instalaciones.

De hecho, el pliego de condiciones administrativas que rigen la concesión del estadio ya preveía un calendario de actuaciones y obras en Montilivi a largo plazo. Pero el devenir deportivo del equipo y la clasificación europea lo ha acelerado todo y obliga a una adaptación demasiado rápida del estadio. La idea era primero hace la obra del Gol Nord, pero cuestiones técnicas del terreno exigen simultanearla con la tribuna lateral, cosa que alarga los plazos de obra a mas de cuatro meses. "Para entonces puede que sigamos vivos en la competición europea o puede que no", admiten en el club, así que la lógica invita a esperar a más adelante a hacer las obras de ampliación de las gradas.

"El éxito del Girona nos ha superado, no lo esperábamos", reconocen a Relevo desde las altas esferas del City Football Group. "Teníamos planificado y habíamos hablado del proyecto de reforma, pero lo que está sucediendo este año nos ha obligado a acelerar el proceso", admitió hace unos días en la plataforma 3Cat Delfí Geli, el presidente del Girona. Es evidente que existe una necesidad de acometer de urgencia la reforma de Montilivi, y el club, consciente de ello, hace tiempo que empezó a trabajar en esa dirección. Pero el contratiempo del subsuelo ha obligado a echar el freno.

Una reforma rápida no es viable

Sucede que los primeros estudios y trabajos previos a la obra revelaron que no era viable una reforma a la brava; desde que se dispute el último partido de Liga en Montilivi -25 o 26 de mayo- hasta que empiece LaLiga -a mediados de agosto- no hay tiempo material para acometer la obra completa del estadio, que incluye la sustitución de las gradas supletorias. En otras palabras, la reforma total del estadio no va a estar finalizada antes del inicio de la temporada que viene. Así que, como dice un alto cargo de la entidad "en Girona hacemos las cosas bien o no las hacemos".

"Si no podemos hacer la obra, nos adaptaremos lo mejor que podamos. Nuestra prioridad son nuestros abonados, tenemos gente en lista de espera y le estamos dando muchas vueltas. Nunca haremos el plan perfecto, eso ya lo sabemos. Pero es un problema bonito de tener", asumen en Girona. En el club están recontentos y son conscientes de que una victoria contra el Barça este fin de semana dejaría al Girona matemáticamente clasificado para Champions y le permitiría depender de si mismo para ser segundo en esta Liga, algo que puede interpretarse como un capricho del destino.

"Una oportunidad inmejorable, en casa con nuestra gente, contra el Barça, el campo lleno, dependiendo de nosotros, para disfrutarlo al máximo. Hemos cumplido con creces los objetivos: era salvarnos, luego hacer la mejor clasificación de la historia, luego pensamos en la Conference, en la Europa League y hemos acabado peleando por la Champions y por el segundo puesto. Creo que es para estar orgullosos", subrayan desde la entidad.

Tan orgullosos como de la Cursa Montilivi que se celebró ayer. Hubo que suspender algunos talleres organizados por el Casal d'Infants de Salt, por culpa de la lluvia; llegaron los primeros Anna Pallarés (24'52'') y Raúl Caparrós (2013) en 5 km y Alba Batlle (39'34'') i Nik Cusseners (32'59'') en 10 km, porque ganar ganaron los más de mil participantes, ganó el Girona y la fundación Guardiola Sala, mostrando su lado mas solidario y sobre todo el Casal d'Infants de Salt, que llevó a casi 40 niños a la cursa –los más pequeños no pudieron asistir, hubieran sido más- y recibió un talón de 9.000 euros, fruto de la recaudación. Orgull Gironí!!!