Lo que empezó Rummenigge y culminó Benzema: "El Balón de Oro es un nueve y medio"

"Siempre tuve este trofeo en mente, pero tras los 30 descubrí la ambición". Es lo que dijo Benzema después de recoger el Balón de Oro, el premio que eleva a Karim a la altura de sus ídolos. Ronaldo y Zidane. La historia del francés queda tan bonita porque casi nadie la esperaba. Un delantero que nunca se obsesionó con ser 'killer' para alcanzar la gloria como nueve y medio.

El año que Benzema llegó al Real Madrid (2009), el club encontró a un futbolista de talento único y un carácter de lo más normal; desde dentro nadie creía que aquel chico francés desarrollase un gen ganador. A Karim le costó adaptarse. Al llamar a Jorge Valdano, director general blanco en aquella época y uno de sus valedores más firmes, recordó una anécdota. Al terminar la primera temporada en Madrid, un buen día Cristiano se sentó al lado de Benzema y le dijo algo: "Con esto para el Madrid no te alcanza".

Sus primeros cursos como madridista fueron difíciles. El francés regalaba jugaditas de vez en cuando, insuficientes para el público en general. Era como si a Benzema le faltasen vitaminas, como si le molestara el sol. Marcaba goles pero sus errores sonaban más. A Karim también le perjudicaba su posición: "Es un nueve y medio. En Lyon llevaba el diez en su camiseta y salió pichichi, en Madrid lucía el nueve y se dedicaba a asistir a Cristiano", cuenta Valdano.

Confundía. Aunque su calidad siempre le salvaba sobre la bocina. Benzema era un delantero especializado en dejadas, más preocupado por generar juego que por terminar las jugadas. Borja Mayoral compartió muchos entrenamientos con el crack francés. Le conoce muy bien: "Lo que más admiro de Karim es su interpretación del juego. Es un nueve que hace que sea muy difícil marcarle, cómo cae a los lados, sale de posición, cómo crea huecos para que los ocupen sus compañeros". Mayoral también explica a Relevo otro de los detalles que más le impresionaba de Benzema: "Sabe cuándo jugar a dos toques, a uno, parar la jugada… y con la calidad que tiene sus definiciones son un espectáculo".

En septiembre de 2017, Karim renovó hasta 2021, y dio su opinión acerca del debate que le perseguía: "¿Me falta gol? Depende de como veas el fútbol. Para mí, un delantero moderno no es solo gol. Hay que participar en el juego, abrir espacios para otros, dar asistencias".

Benzema nunca fue un nueve clásico. Y hoy muchos delanteros jóvenes quieren jugar como el flamante Balón de Oro. Como Mayoral, un nueve que se fija en el fútbol de Benzema. Valdano, un histórico, echa la vista atrás para recordar al primer delantero que vio salirse de las funciones del 'killer' clásico. Lo recuerda rápido: Rummenigge, en el Bayern. "Antes, al fútbol se jugaba con dos extremos muy marcados y un delantero centro. Rummenigge fue el primero que recuerdo que empezó a actuar acompañando al punta".

Cristiano y Benzema resultaron ser una pareja ideal. De esas que se esperan a la salida. Pero de pronto Cristiano se marchó. Y Karim ya no necesitó que nadie se le sentase al lado. El jugador melancólico que llegó a Madrid en 2009 mutó en una personalidad ganadora.Un líder que se puso una venda en la mano y pidió prestada la pintura de guerra. Benzema, desde el juego, añadió a sus virtudes una ambición y cuidados de superestrella, a los que como un reloj de arena fue goteando siempre el gol.

Benzema Balón de Oro incorporó la decisión y la constancia de las leyendas sin descuidar ni los caños ni los taconazos. Y también revolucionó su posición con la edad: su mejor versión llegó con el paso de los años. Un delantero que disfruta igual de los goles que de las asistencias, y que ganó el Balón de Oro dos meses antes de cumplir los 35 años.

Antes de cortar con Valdano el argentino respondió a una última pregunta. Si volviese a nacer, qué delantero le gustaría ser. "Maradona", contestó. Y en el noventaypico, añadió: "Aunque ser Karim no estaría mal".