REAL MADRID

La lucha interna de Lunin para decidir su futuro en el Real Madrid en medio de un entorno de presión: "Podría llevarle a cambiar de opinión"

El portero ucraniano afronta una nueva temporada a la sombra de Courtois... si decide seguir. Varios profesionales de la psicología analizan su situación.

Lunin posa con la Champions después de conseguir la Decimoquinta./AFP
Lunin posa con la Champions después de conseguir la Decimoquinta. AFP
June Lavín

June Lavín

El futuro de Andriy Lunin (25 años) sigue siendo una incógnita. Para todos. El ucraniano, con un rol protagonista la temporada pasada después de la grave lesión de Courtois, demostró nivel suficiente para ser el portero titular del Real Madrid. Sin embargo, una inoportuna gripe B días antes de la final de la Champions, sumada a la jerarquía del belga, le relegaron al banquillo en Wembley, la cita más importante del curso para Ancelotti y sus pupilos. Ahí, sin saberlo, comenzó un runrún que todavía resuena en Valdebebas: mientras él desea seguir, consciente de la importancia de ser paciente y esperar oportunidades, tal y como ocurrió en la 23-24, su entorno le empuja a cambiar de aires y tener, por fin, el reconocimiento que merece y un papel protagónico.

Ancelotti habla sobre Lunin y Courtois en una rueda de prensa.

Durante estos meses de mercado, con su continuidad en el Madrid como una de las incógnitas del verano, Lunin ha sido relacionado con dos clubes de la Premier League: el Arsenal y el Chelsea. Aunque en el equipo gunner, que busca un segundo portero que pelee la titularidad con David Raya, su situación sería similar. En el club blanco, ya con Courtois recuperado y listo desde el primer entrenamiento de la pretemporada, después de no haber disputado la Eurocopa, su rol parece claro: si continúa, lo haría como segundo portero.

Después de su suplencia en la final de la Champions, con Courtois titular y, además, destacado (realizó 10 paradas contra el Alavés, por ejemplo), y sus errores en el único partido en el que fue titular en la Eurocopa, su estado anímico es otra de las cuestiones más recurrentes en Valdebebas. También que más preocupan, todavía con su futuro a vueltas y su entorno partidario de tomar otro rumbo. "Si Lunin sabe analizar que es un decisión de Ancelotti [que juegue Courtois y él sea suplente] y no fruto de su rendimiento, no tendrá problemas de confianza o frustración. Pero si ocurre lo contrario, tendrá dudas, estrés, falta de confianza...", explica David Peris, experto en psicología deportiva.

El trabajo de autoconsenso, el 'poder' del entorno y la confianza

A la hora de gestionar la frustración o la pérdida de confianza, "el trabajo de autoconsenso [definición y aceptación del rol] es muy importante". "Si Lunin se queda, tiene que aprender lo que es eso [el autoconsenso] y asumir los pros y los contras de sus decisiones", explica Peris, que intuye que su confianza "estará baja, aunque depende de cada persona y de cómo lo gestione". Precisamente Lunin ya se sobrepuso a las adversidades cuando, después de la lesión de Courtois, el Madrid consiguió la cesión de Kepa, procedente del Chelsea. El arquero ucraniano se rebeló y se hizo con un puesto en el once titular, convirtiéndose en uno de los más destacados en las eliminatorias de Champions, con mención especial a su actuación en la tanda de penaltis frente al Manchester City, y también de LaLiga.

"Si Lunin se plantea objetivos que no puede conseguir o que no son viables, por ejemplo ser titular por delante de Courtois cuando Ancelotti ha demostrado preferirlo, lo lógico es que sienta frustración", reconoce Peris. A la hora de gestionar la frustración que las decisiones de Ancelotti puedan ocasionarle, el entorno del portero "juega un papel muy importante". "Cuando las personas más cercanas tienen una opinión diferente, puede generar conflicto interno y presión adicional", desliza Alejo García-Naveira, psicólogo deportivo y profesor universitario.

"Puede que tenga algo de falta de confianza, pero eso es algo que se entrena y se trabaja día a día", matiza el psicólogo deportivo Nacho García Giménez. El meta ucraniano, después de una temporada notable, cometió un error de bulto en la Eurocopa que le condenó al banquillo y, también, a la suplencia. "Los deportistas de alto nivel suelen vincular su autoestima y confianza a su desempeño y su rol en el equipo. No ser elegido para jugar en finales importantes o no tener un buen rendimiento en la Eurocopa puede generar dudas sobre sus habilidades y su valor como portero", desarrolla Alejo García-Naveira.

En resumen, la influencia del entorno "puede llegar a ser muy alta y podría llevar a Lunin a cambiar de decisión", porque "detrás de un jugador hay una familia y conviene que todos estén alineados con la idea". En este caso, mientras Lunin desea seguir, aunque sea como portero suplente, su entorno le empuja a cambiar de aires y buscar lejos del Bernabéu el reconocimiento que merece después de una temporada notable. "Todo dependerá de a qué le da él más importancia, porque al final la decisión es suya y seguro que influyen muchas cosas", coinciden.

No es la primera vez...

No es la primera vez que el Real Madrid afronta una temporada con dos porteros de primerísimo nivel, con un rendimiento contrastado y actuaciones de nivel a sus espaldas. En 1971, García Remón y Miguel Ángel compitieron por el puesto de manera férrea, alternando titularidades y suplencias durante quince años. "Lo bueno que tuvimos, por nuestra personalidad y nuestro modo de ver un equipo, es que supimos aceptar nuestro rol cuando tocaba. Éramos muy parecidos y así debían vernos los entrenadores. Era lo que tocaba y lo llevamos bien. Eso fue lo que nos permitió mantenernos juntos 15 años con el máximo respeto y comprensión", dijo el exfutbolista madrileño a Relevo.

"Parecía que los técnicos querían separar la figura de los dos porteros"

"Qué pena que en tanto tiempo no compartiéramos habitación en las concentraciones y los viajes. Parecía que los técnicos querían separar la figura de los dos porteros. Nunca tuvimos roces", añadió García Remón. Precisamente la convivencia de dos porteros de primer nivel en el vestuario blanco preocupó también en la temporada 14-15, cuando Casillas, con el rol de titular, se vio eclipsado por un Keylor Navas entonadísimo.

También ocurre en otros clubes o selecciones. En Alemania, por ejemplo, Ter Stegen lleva varios años a la sombra de Neuer, sin minutos en su combinado y relegado al banquillo. El propio Lunin lo vivió en la Eurocopa, con Trubin llamando a la titularidad después de completar una buena temporada en el Benfica. Aunque "hay gente que prefiere ser segundo portero del Madrid que titular en otro lado, es normal que Lunin, después de la temporada que ha hecho, quiera un rol protagonista".

Con todavía varias semanas de mercado por delante, el futuro de Lunin sigue siendo una incógnita y su entorno, la nota discordante, empujándole a cambiar de aires después de empezar, una temporada más, con el papel de portero suplente.