Endrick emociona al Bernabéu 'muriéndose' de nervios y con la reventa de 'marisco o mortadela'

"¿Quieres entradas? ¿Por cuánto las quieres? ¿20€?". Fue lo primero que escuché al llegar al evento de la presentación de Endrick en el Santiago Bernabéu. Respondí que ya tenía, claro. Pero el hombre que las ofrecía me propuso hacer negocio si me sobraban. "Apunta mi número, apúntalo. Yo te compro". "¿Quieres cenar marisco o mortadela?", me preguntó al ver que no accedía. La reventa de entradas también es un protagonista más de cada día grande en el estadio.

El Bernabéu no lucía igual con Endrick que con Mbappé. Ni en la afluencia de prensa ni en el número de aficionados. También por la fecha, el último sábado de julio, con tanta gente de vacaciones. Pero su presentación fue emocionante, y el templo blanco acabó con una entrada considerable. Casi lleno y con pocos claros.

Florentino, el verdadero crack de estas ceremonias, introdujo el acontecimiento con la ayuda de dos vídeos majestuosos: uno de las Champions del Real Madrid y otro de los mejores momentos de Endrick durante su corta pero prolífica carrera en el fútbol profesional.

El presidente blanco se detuvo en la fórmula con la que está construyendo un equipo de leyenda. "Nuestro modelo, que nos está permitiendo ser referencia mundial, y que se basa en combinar a los mejores jugadores del momento con los jóvenes talentos que también serán los mejores en el futuro". Con esa premisa llega Endrick.

El diamante brasileño entró con paso corto y muchos nervios, desfilando por la alfombra azul del Santiago Bernabéu y saludando a varios niños, uno de ellos su hermano, con los que tampoco se le aprecia una gran diferencia de edad. Endrick también es un niño. Y ya ha puesto patas arriba todo un Santiago Bernabéu.

Tanto en los vídeos como en el discurso de Florentino, se recordó que Endrick estuvo presente en unas jornadas de la Fundación Real Madrid en Brasil, y en su presentación con el cuadro merengue pusieron en valor la importancia de la Fundación para el club.

Endrick dejó una sensación genial. Se moría de los nervios, casi no pudo ni articular palabra y lloró al pronunciar sus primeras palabras de blanco. Hasta reinventó el '1,2,3 Hala Madrid' de Cristiano Ronaldo, con la cuenta inversa. Se mostró tan natural. Como es él, y como será su fútbol. Todo lo contrario a la presentación de Kylian Mbappé, en la que el astro francés manejó la escena con una tranquilad y una perfección que también llamaron la atención.