La enigmática carta de Eduardo Prieto Iglesias, polémico árbitro de VAR: "He sido un cagón"

Eduardo Prieto Iglesias, árbitro de VAR de Primera, ha compartido una enigmática carta en la red social LinkedIn cuando se encuentra en el punto de mira por varias decisiones polémicas esta temporada. El texto, en el que asegura haber sido "un cagón" y encontrarse en un "proceso de depuración moral", se publicó el pasado sábado 2 de diciembre, 24 horas antes de anular un gol a Ben Brereton en el minuto 95 del Sevilla-Villarreal. La acción despertó las quejas de Marcelino y del equipo groguet.

Antes, el colegiado navarro había recibido duras críticas por parte de Rafa Benítez, entrenador de un Celta que también afirma sentirse perjudicado por sus actuaciones. En concreto, Prieto Iglesias fue el responsable del VAR en un partido ante el Mallorca en el que se anuló un gol a Bamba por no traspasar la línea de gol; en otro frente a Las Palmas, en el que invalidó un tanto por supuesta falta de Douvikassobre Mika Mármol; y en un Celta-Sevilla en el que instó a rearbitrar un penalti de Navas sobre Douvikas en la última jugada. Aquel día, Iago Aspas estalló: "Parece que cada vez que sacamos la cabeza nos la quieren hundir". Benítez fue más allá: "Habían designado en el VAR a alguien que, con los errores de partidos anteriores, nos obligaba a estar atentos. Es muy difícil explicar esto en las comisiones de la UEFA a las que voy".

Justo cuando ha saltado al foco por esa controversia, el árbitro ha anunciado que está "preparando algo gordo que aún tiene que esperar" y ha difundido la siguiente reflexión, que se reproduce de manera íntegra a continuación y que ha eliminado en la mañana de este martes. La nota aparecía acompañada de una fotografía de una persona que practica parapente y no se relaciona en ningún momento con el fútbol.

"HE SIDO UN CAGÓN.

No hay nada más terapéutico y que más te libere que conocerte. Saber de qué pasta estás hecho. Tomarte tu tiempo y tener la valentía de escarbar en tus miserias, reconocerlas y leerlas. También hay que tener pelotas. Hay que echarle agallas para poder coger la mierda de cada uno con las manos. Yo antes no creía en estas historias. Simplemente autojustificaba todo lo que hacía, incluidos mis errores. El ego. El maldito ego era el que estaba al volante. Y era el que decía que eran otros los equivocados.

En esa autosubnormalidad no ganaba nada. Simplemente teorizaba, pensaba, dogmatizaba... y ahí me quedaba. Inactivo. Pensando que las cosas saldrían por sí solas. Y nunca pasaba nada. Hace ya tiempo que estoy en ese proceso de depuración moral y emocional. Y soltar lastre está siendo el mayor descubrimiento de mi vida.

Siempre aspiraba a liderar, pero estaba tan ciego que el liderazgo pasa por el autoconocimiento y el autoliderazgo. Y ahí siempre fui un perdedor. Mi ego hablaba por mí y me engañaba (el muy cabrón). Ahora ya le he pillado. Maldito sea... Me ha costado. Y ahora sé que no lo quiero. Sé que las ideas, las teorías, los pensamientos, las aspiraciones... no valen nada. Son solo para cagones. Cagones que quieren autoconvencerse de que están ahí, en el mercado, que son capaces, y que en cuanto se pongan, lo harán.

Y es mentira. Todo eso, por sí mismo, no vale nada. Es el autoconvencimiento de los perdedores. Los que nunca hicieron nada. Y ni harán. Los que te dan lecciones de cómo montar una empresa o ganar dinero cuando llevan toda la vida con un trabajo de funcionario o ganando 700 pavos al mes. Nada tiene sentido si no pasas a la acción.

Acción masiva. Equivocarse, depurarte, callar tu ego, cometer errores, y ver que... no pasa nada. Que con cada error eres más libre, que con cada caída eres más fuerte, que con cada acción eres más poderoso. A eso he aprendido. A no ser un cagón. A generar acción. A hacer que el movimiento ordene el caos, y a disfrutar con la incertidumbre, sabiendo que el miedo ya no podrá dejarte paralizado.

A eso me dedico ahora. A hacer. A mover. A accionar. De forma irreverente. De forma políticamente incorrecta. De forma súbita. Sin rodeos. Sin preliminares. Solo salto del avión y disfruto de la caída hasta que decido abrir el paracaídas. ¡Viva la libertad, carajo!

P. D.: ¿Quieres que te cuente más? Estoy preparando algo gordo que aún tiene que esperar... Pero estoy dispuesto a hacerlo. Me contactas y hablamos. Siempre que no te cagues en el proceso.

P. D. 2.: Cuanto más actúo, más cosas pasan. Ya sabes, cuando haces cosas, pasan cosas.

Prieto Iglesias ha dirigido como árbitro de campo 96 encuentros en Primera, categoría a la que ascendió en 2013, y 162 en Segunda. Ingeniero mecánico de profesión, el pamplonés formó parte de las listas del Partido Popular de Navarra en las elecciones al Parlamento y en las municipales de este mismo año, aunque finalmente no ocupó ningún cargo. En su biografía de LinkedIn se define como "un loco" y "una persona atípica que trata de vivir su vida intensa y apasionadamente".