Entiendo perfectamente que Imanol Alguacil haya tomado esa decisión

Imanol Alguacil ha deshojado, por fin, la margarita y ha decidido que no sigue en la Real Sociedad. Se cierra una etapa histórica. Alguien que vino siendo un parche se va convertido en leyenda y lo hace, le pese a quien le pese, por la puerta grande. Porque el trato que ha recibido de un tiempo a esta parte, poniendo en tela de juicio su trabajo, no es de recibo. No se lo merece. Su despedida tiene que ser de esas que se recuerden en el tiempo, por todo lo que ha hecho en estos siete años de trabajo, en los que ha conseguido que su Real vuelva a ganar un título más de 30 años después. No solo eso, con él a los mandos, el equipo blanquiazul ha conseguido cinco clasificaciones consecutivas para Europa, algo que nadie había conseguido a la fecha, y lo más importante, convirtió a la Real en un equipo ganador, siendo la envidia de media Europa por el juego que realizaba.
Para el recuerdo múltiples actuaciones de una Real brillante que pasó por encima de equipos de la grandeza de Benfica, Inter de Milán, incluso del todopoderoso PSG de Mbappé -aunque cayera eliminado- en una primera parte para enmarcar en el Parque de los Príncipes. La bronca que le cayó al ahora jugador del Real Madrid y a sus compañeros por parte de Luis Enrique todavía retumba en el vestuario del equipo parisino. Pero no solo en Europa se mostró imponente, también en la competición nacional. Ha sido uno de los pocos equipos que ha podido parar los pies a la máquina casi perfecta en la que Hansi flick ha convertido al FC Barcelona. Pero el tiempo pasa, el fútbol solo entiende el ahora y la verdad, todo hay que decirlo, es que este equipo muy poco o nada tiene que ver con lo que fue. Se ha caído por completo. Y son muchas las razones que pueden explicar la situación. Y no solo son las bajas experimentadas el pasado verano con las salidas de Mikel Merino y Le Normand. Hay mucho trasfondo que igual merecería otra opinión.
Pero la decisión de Imanol Alguacil va mucho más allá de una racha de malos resultados. Quiere tanto a la Real que no quiere ser un lastre y por eso se marcha, porque, primero, sabe que va a ser muy difícil mejorar todo lo que ha conseguido hasta la fecha, y, segundo y quizá más importante, es que la propia Real Sociedad, y por ende, Jokin Aperribay, no estaba convencida de que lo mejor era su continuidad. Hay algo que se me escapa, pero yo creo que no se ha podido gestionar de una peor manera la salida del de Orio. Méritos para continuar ha hecho más que de sobra, pero lo único cierto es que Imanol Alguacil dejará de ser al término del presente campeonato el entrenador de la Real Sociedad. Y esa es la peor de las noticias. Tenía el contrato encima de la mesa de Aperribay, solo había que subir y firmarlo, pero la firma se ha demorado mucho en el tiempo. Tanto que nunca la podrá estampar.
Dicen que después de visto, todo el mundo es listo, pero a mí no me sorprende la decisión tomada por Imanol Alguacil. Lo llevo pensando desde que dijo que tenía que tomarse un tiempo. Le entiendo a la perfección. Él ya ha hecho su trabajo, por cierto, con matrícula de honor, pero tengo la sensación, cómo él lo hizo saber en una rueda de prensa en la previa del partido ante el Niza de la fase de grupos de la Europa League, que a pesar de lo que mucho que ha hecho por la Real, en el entorno había algo raro, como que se ponía en duda su trabajo. Y no solo desde fuera, también desde dentro. Y me explico.
Porque, seamos claros, Imanol Alguacil nunca fue la primera opción ni de Jokin Aperribay ni de Roberto Olabe, que bebían los vientos por Xabi Alonso cuando este estaba entrenando al Sanse, el filial. Solo los excelentes resultados obtenidos por el oriotarra frenaron las intenciones del presidente y del director de fútbol. Nadie en el entorno blanquiazul hubiera entendido la decisión de los mandamases de la entidad blanquiazul. Es más, a pesar del buen trabajo de Imanol cuando destituyeron a Eusebio, y que Imanol decidió volver al filial, la dirección apostó por Asier Garitano, aunque de aquella manera, porque la idea loca de Olabe era colocar a Rubén de la Barrera al frente. Ahí Aperrribay le paró los pies. Y menos mal. Pese a todo, el gallego entró a formar parte del cuerpo técnico de Garitano y, claro está, esa relación estaba avocada al fracaso como así sucedió. De la Barrera se marchó al poco de llegar y los malos resultados hicieron el resto con el ahora entrenador del Sporting de Gijón.
ℹ Imanol Alguacil ha comunicado al Club que no continuará dirigiendo el equipo la próxima temporada.
— Real Sociedad Fútbol (@RealSociedad) April 24, 2025
Fue entonces cuando Aperribay, solo entonces, le dio, como se encargó de recordar en una de sus últimas comparecencias, las llaves del primer equipo. Lo hizo de manera literal. Y hasta en ese momento Imanol tuvo sus reticencias. Pero aceptó y el resto de la historia ya la conocen. Imanol Alguacil se ha ganado un hueco en el corazón de la familia realzale. Pero no solo eso, sino en el del fútbol en general por su normalidad, por su sinceridad, por su forma de ser y pensar, por hablar claro y de una manera sencilla pese a sus pequeñas mentiras a la hora de hablar del estado de forma de algunos de sus jugadores. Pero todo eso se lo perdonamos. Yo por lo menos. Porque ha vuelto a conseguir ilusionar a un entorno, el blanquiazul, que no lo estaba, porque hizo feliz a una familia, la txuri urdin, necesitada de noticias alegres y porque logró, quizá lo más llamativo de toda esta historia, que fuéramos más de Imanol Alguacil que de la propia Real Sociedad. Y, claro está, por un fútbol, el de su equipo, espectacular, divertido y ganador.
Es hora de echar la vista atrás y recordar todos los buenos momentos que nos ha dado el de Orio. Inolvidable su celebración después de conseguir esa Copa del Rey que pasará a la historia por ser la única sin público por culpa de una pandemia que impidió que la familia realzale se lanzara a la calle a celebrar la victoria en una final contra el eterno enemigo. Esa forma de ser, tan criticada por algunos que no entienden de sentimientos, forma parte de la historia de la entidad blanquiazul. ADN txuri urdin. Se le va a echar mucho de menos y el que venga no lo va a tener sencillo. Todo lo contrario. Porque la sombra de Imanol, le pese a quien le pese, va a ser muy alargada y seguramente, cuando ya no esté, será entonces cuando le echaremos de menos. Yo, el primero. Igual entonces nos daremos cuenta de todo lo que Imanol Alguacil ha conseguido hasta la fecha. Que no es poco. Es muchísimo. Por todo ello, eskerrik asko eta zorte on!!