UD LAS PALMAS - FC BARCELONA

A mí me entrenó García Pimienta, el poli bueno y malo del vestuario: "Manejó muchos egos con naturalidad, como el de Ilaix"

Sus exjugadores recuerdan al técnico de Las Palmas, formado en el Barça, un entrenador "duro" pero "cariñoso" siempre.

Garcia Pimienta dando instrucciones desde la banda. /GETTY
Garcia Pimienta dando instrucciones desde la banda. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

En la vida de Francisco Javier García Pimienta (Barcelona, 1974) todo ha ido paso a paso. Sin saltos que le hiciesen perder la cabeza o bajar el ritmo. Lejos de parecer una novela, su vida profesional se asemeja más a la de un diccionario; todo está donde debería y llega cuando toca. Aterrizó hace casi dos años en Las Palmas para debutar como entrenador lejos de su FC Barcelona, y tras un año y medio en Segunda, García Pimienta ha vuelto a resituar en la máxima categoría al fútbol canario. "Sabía que iba a estar preparado porque siempre lo ha estado", comenta alguien cercano a Pimienta. Ahora todo el mundo ve lo que llevaba años haciendo en silencio.

Su carrera en los banquillos está marcada por su paso por las categorías inferiores del Barça, donde escaló ante el primer filial. En junio de 2021, Laporta prescindió de sus servicios y seis meses después se hizo cargo de Las Palmas, equipo con el que ascendió y al que mantiene en una cómoda posición antes de enfrentarse al Barça. "Ha pasado mucho tiempo de eso. No he vuelto a tener contacto con Laporta pero quiero darle las gracias. Por aquella decisión estoy aquí. Tuve la oportunidad de venir a Las Palmas a los seis meses y es una historia inmejorable para mí. Estoy muy a gusto y me siento muy querido", relató en la previa al partido.

Si algo define al técnico catalán es que es una persona de club. "En el Barça todos jugaban como el primer equipo, y cuando él estaba allí tenía menos margen de maniobra a nivel táctico. Es raro ver a alguien que ha pasado por el Cadete y el Juvenil del club entrenar al Barça B", explica un formador del club azulgrana. Pimienta llegó al Barça como técnico de la mano de su amigo y actual segundo entrenador, Alex Garcia, en 2001 para ser el segundo del Cadete A. Todavía jugaba en el CE L'Hospitalet, tras toda una vida formado en el Barça como jugador, con un debut en 1995 y Cruyff en la cabeza. Fueron 28 años de su vida atado al club.

Lo más difícil de encontrar en el mundo del fútbol es la honestidad. Donde los egos amenazan con comerse al resto y el futbolista solo piensa en él, el técnico tiene la difícil (a veces imposible) tarea de conectar a todo el mundo bajo el mismo paraguas. Y García Pimienta tiene ese don. "No encontrarás a nadie que te hable mal de él" (ahora ha tenido ese episodio grosero con Jonathan Viera), explica a Relevo Eric Montes, jugador del Algeciras que estuvo en el Juvenil B del Barça. "Solo estuve seis meses con él y tengo un recuerdo increíble... Me metía mucha caña al principio, pero era por mi bien".

Talentos por sus manos, como Araújo, Nico o Gavi: «Es muy justo»

Como si tuviera dos caras, el técnico de la UD Las Palmas se transformaba dentro y fuera del campo. Dentro era muy exigente, alguien que marcaba el terreno pero nunca sin perder el control. "En el Barça B había muchos egos, jugadores como Ilaix en dinámica de primer equipo, y Pimi lo manejaba con mucha naturalidad. Es un entrenador muy justo porque trata a todo el mundo por igual", recuerda Roger Riera, que fichó por el filial gracias a una llamada suya.

En el filial del Barcelona Pimienta vivió su última etapa como formador azulgrana. En esos años, desde 2018 hasta 2021, Pimienta fue clave desarrollando a jóvenes como Ronald Araújo, que llegó desde Uruguay y el técnico le convirtió no solo en un jugador para el primer equipo, sino que le ayudó a sacar todo su liderazgo. Nombres como el de Nico González o Gavi, que pasó rápidamente por el filial, se suman a esta lista. En 2018 también ganó la UEFA Youth League con el Juvenil A, imponiéndose a equipos mucho más fuertes que el suyo. Riqui Puig, Miranda, Jandro Orellana, Collado o Abel Ruiz eran algunos de los destacados. "Fue la victoria de un estilo, de una forma de entender el juego", rememoraba Pimienta en Coaches Voice.

"Lo fue a ver el hotel y me quedé sorprendido al ver que estaba pendiente de mis partidos"

Sergi Puig Portero del Sestao River

Su porte más estricto dentro chocaba con su amabilidad y risas fuera del verde. "Fuera del campo era otro. Tiene un gran corazón y estaba para lo que necesitaras", recuerda Montes. Sergi Puig, portero del Sestao River que estuvo bajo las órdenes de Pimienta en La Masia, recuerda con cariño y sorpresa lo que sucedió cuando se volvieron a ver en Bilbao. "Lo fui a ver al hotel y me quedé sorprendido al ver que estaba pendiente de mis partidos. Sabía cómo habíamos quedado, cómo jugaba. Dice mucho de cómo es él que tras años sin tenerle todavía esté pendiente de ello". Sergi Puig, como muchos otros jugadores que no tuvieron muchos minutos con él, apuntan que el aprendizaje ganado supera la decepción por no jugar más. "Mejoré muchísimo y entiende las distancias con el jugador, porque es muy cercano pero a la vez le tienes mucho respeto", añade Puig.

Dani Toribio (1988) coincidió con García Pimienta en el Juvenil B con jugadores como Bojan, Busquets o Gio. "Éramos un equipazo pero lo que más destacaba de Pimi era que siempre tenía detalles con los que no jugaban. Estaba pendiente y cuidaba a los que tenían menos minutos. Lo gestionaba perfectamente y no era fácil a esas edades y con tantos egos", y añade que "siempre se hacía lo que él decía. Tenía mano dura, pero fuera era muy cariñoso". Así fue escalando, entrenando tanto a cadetes como juveniles, siendo el segundo entrenador de Gerard López en el filial hasta terminar siendo el técnico del segundo equipo. Su marcha sorprendió a propios y extraños, aunque Pimienta solo hubiese seguido un curso más. Estaba preparado para otro reto.

«Tenía dudas del salto a Las Palmas, pero tenía personalidad»

Cuando le llegó la oportunidad de ir a Las Palmas, Pimienta acudió a Sergi Samper. El mediocentro del Andorra fue durante años el gran proyecto de centrocampista de La Masia, y solo las lesiones y la figura de Busquets taparon su salto definitivo. Samper estuvo bajo las órdenes de Pimienta en el filial y además jugó en Las Palmas, y como García Pimienta, su motivación fue la filosofía de juego. El jugador canario como reclamo. "Le dije que encajaría a las mil maravillas, por su forma de entender el juego y por cómo entienden allí el fútbol. Tenía dudas del salto, pero tiene mucha personalidad".

Samper señala su cambio. "Se ha reciclado". En la cantera son muchos los que apuntan a una poca capacidad de invención, y desde Las Palmas, fuentes del club apuntan que el mensaje tiene que ser justo al revés. "¿De qué sirve que la base juegue como el primer equipo si allí el entrenador se puede ir a los dos días?". En Barcelona, Pimienta "radiaba los partidos desde el banquillo. Era una constante. Te decía dónde estar, qué hacer, estaba muy encima tuyo", apuntan varios exjugadores suyos. En la UD Las Palmas tiene en el staff a Alber Peris, quien estaba también en el FC Barcelona, y al que muchos señalan como "un crack a nivel de juego y metodológico". En Canarias, Pimienta está llevando su juego a otros niveles, experimentando y potenciando el talento con su sello más personal.

Por encima de todo, un entrenador es un formador. Y Pimienta lleva enseñando jugadores desde 2001. "Es muy conciso en sus mensajes. Sus charlas siempre daban la información necesaria, ni más ni menos", explica a Relevo un exfutbolista del filial. "Durante los partidos te ayudaba porque te daba las instrucciones justas para mejorar, en eso siempre ha sido muy bueno", recuerda Montes. Prueba de ello es ver cómo todo jugador que pasa con Pimienta termina siendo mejor de lo que era cuando llegó con él. Tenga la edad que tenga.

Quizás lo más complejo a la hora de enfrentarse a un vestuario es el mensaje al futbolista y gestionar tantas personalidades complejas. Roger Riera recuerda a Pimienta como alguien "muy meritocrático. Era muy listo y sabía hablarle a cada jugador de la forma en la que lo necesitaba, porque si a alguien lo aprietas más de la cuenta puede que no sea productivo, y lo mismo con un jugador que quizás sí necesita ese plus. Yo me lesioné en el pómulo y me dijo que no iba a jugar el siguiente partido porque el equipo había ganado el partido sin mí. Es muy honesto y va de frente".

"Ojalá todos los años fuesen como este 2023. Después de dos playoffs con el filial del Barça sin ascender y de no lograrlo con Las Palmas, hacerlo de forma directa el pasado año fue brutal. Estamos acostumbrando a la gente a un nivel de juego y de resultados alto", explicaba Pimienta en rueda de prensa previa al partido ante el Athletic Club.