Javi Camuñas las ha vivido de todos los colores en el fútbol: "Le dije a Ruiz Mateos si le haría eso a un hijo"
El ex de Osasuna, Recre o Villarreal habla en Relevo sobre su carácter negociador: "En el Leganés dijeron que yo era válido, pero que había que meter a un familiar...".

Ilustre como pocos, Javi Camuñas (Parla, 1980) tiene historias para dar y tomar. Solo un repaso rápido a su carrera puede dar para horas y horas de conversación. Pero él, tal y como se caracterizó como futbolista, no entiende la vida sin el compromiso, la entrega y el carácter y atiende a Relevo al otro lado del teléfono para hablar largo y tendido sobre su legado. Así es un futbolista que ha pasado por un sinfín de equipos, dejando huella en todos ellos: Villarreal, Deportivo, Osasuna, Recreativo, Rayo Vallecano...
Para llegar hasta ese punto y que a sus 44 años le sigan parando por la calle, hay mucho trabajo y perseverancia detrás. ¿Acaso existe a día de hoy un jugador que sea él el que negocie sus contratos, el que se plante en un despacho para defender sus derechos? Quizás fútbol de otra época, quizás parte de una personalidad arrolladora, Camuñas se enfrentó a Ruiz Mateos, cuando la directiva del Rayo no le quiso dejar salir pese al descenso a Segunda B. Un jugador que ya había peleado en Primera...
"Yo me planté y les hice ver si esa situación se la harían a su propio hijo. Yo con los clubes he ido siempre de frente, me he sentido muy integrado", cuenta en una entrevista en Relevo. Camuñas, 'Camuñaaaaaaaaaas' para los nostálgicos que crecieran con Armenteros al otro lado de la radio, dejó huella hasta el punto de que LaLiga le describe como "uno de los jugadores más carismáticos" de su década. Casi nada.
Durante ese camino pudo cumplir todos sus sueños, salvo la espinita de la Selección. Jugó la Champions, explotó en Primera y pudo decidir cuándo decir adiós, todo un privilegio en un jugador profesional con solo 32 años. Sin redes sociales, representa exactamente a ese futbolista de la vieja escuela que no se olvidará por mucho que pasen los años. Mientras, con la sencillez que atesora, no duda cuando le toca improvisar y definirse instantáneo: "Soy un jugador de barrio...".
Camuñas - Sin ti no soy nada #HombresBBVA pic.twitter.com/NwD8hjBDo3
— 👑 (@xCHRlSTlAN) September 11, 2024
En todas partes te recuerdan con muchísimo cariño...
Yo sigo volviendo a los sitios donde he jugado. Ya ha pasado un tiempo desde mi retirada y la gente conmigo se porta maravillosamente, me reconoce mucho mi trabajo. En algunos casos tengo casa, pero es verdad que la gente me recuerda con cariño. Saben que dónde he estado he dado rendimiento y eso te lo agradecen.
¿Te siguen parando por la calle?
En Pamplona, sí; en Xerez, en Huelva... Sobre todo en esos sitios. En Murcia luego el equipo desapareció, pero también. Yo vivo en Madrid y Getafe, Rayo... También. El otro día estuve en Vallecas y la gente se suele acordar. Donde no he vuelto ha sido a Coruña y a Villarreal. Pero sí. Tampoco he echado barriga, a lo mejor será por eso.
LaLiga te describe como uno de los jugadores más carismáticos de tu década. ¿Exageran o no?
Fueron años muy buenos. Tanto en los inicios cuando empecé en el Rayo, que era muy joven, con Juande Ramos, con 19 años. Ya entrenaba con el primer equipo, hice pretemporada... Voy al Getafe, ascendemos... Paso unos años en Segunda y luego juego prácticamente todo. Me cuadra por las votaciones que hacían las aficiones, los trofeos que me han dado... Tengo muy buenos recuerdos.
Se puede decir que eres un jugador de calle. Te has curtido en las canteras madrileñas. ¿Llegaste al Real Madrid ya maduro?
A mí me firma el Madrid de la escuela del Parla. Mi padre por temas de trabajo le dijo a Del Bosque y a Paco de Gracia que no podíamos ir, que si querían que me siguieran y en un futuro si las cosas estaban mejor... Sobre todo para que él pudiera recogerme y yo fuera un poco más mayor, ahí no tendríamos ningún problema. Es ahí cuando se echan un poco las manos a la cabeza porque al Madrid en ese momento, y no sé si ahora seguirá igual, era muy difícil decirle que no. Y mi padre les hizo entender que nosotros éramos del Madrid, que nuestra ilusión siempre había sido jugar en el Madrid, pero que no eran las circunstancias familiares ni de trabajo.
No podíamos ir. Se echaron las manos a la cabeza, pero les dimos la palabra que si en el futuro estaban interesados, volveríamos a hablar y no tendríamos ningún problema. En el medio me llamaron otros equipos importantes de Madrid, pero le habíamos dado la palabra a Del Bosque y a Paco de Gracia. La cumplimos y acabé siendo cadete de primer año.
"Mi padre por temas de trabajo le dijo a Del Bosque y a Paco de Gracia que no podíamos ir al Madrid. Se echaron las manos a la cabeza"
¿Y cómo fue?
En el Madrid empiezas a ver el fútbol de verdad, la competitividad que hay, jugadores que vienen de todas las zonas de España... En Liga no perdíamos ni un partido, teníamos un equipo del que luego salieron muchos jugadores, algunos en el Madrid incluso, con lo difícil que es jugar ahí y los demás haciendo carrera en Primera División. Mi experiencia fue muy buena, muy agradable, me hizo crecer como jugador, me formó muchísimo en ese gen competitivo y ganador que tiene. Me lo llevé y me sirvió para el futuro.
¿Por qué saliste? Jugabas, te iba bien...
Todos los entrenadores siempre han confiado mucho en mí y me lo han demostrado poniéndome todos los minutos. En mi época del Madrid ganábamos todo. Yo era de los jugadores más menuditos, con menos corpulencia... Mis habilidades eran otras: esa picardía de calle que tengo, la habilidad, el uno contra uno... En mi época estaban Pavón, Bravo, Aranda, Borja Fernández... Jugadores con una corpulencia y unas medidas... Yo era el más pequeño de toda la plantilla.
El Madrid le daba muchísima importancia a eso y tomaron la decisión de cederme. Además en esa época te orientaban a dónde tenías que irte. Mi padre se opuso, fue a pelear a las oficinas del Bernabéu. Entendíamos la cesión porque queríamos seguir jugando y ellos entendían que iba a tener más minutos fuera. Mi padre me convenció para ir al Leganés de vuelta. Fue otro acierto.
En el Leganés, un día te dicen que van a meter en el equipo al sobrino del entrenador y que por eso te tienes que ir. ¿Cómo es posible?
Con este tema otra vez recalco la importancia que tuvo mi padre y mi entorno en mi carrera. Del División de Honor solo subimos cinco jugadores al filial del Leganés, siendo muy jovencitos. El director deportivo hablaba muchísimo conmigo. El entrenador en ese momento dice que como jugador era muy válido, pero que había que meter a un familiar suyo y las fichas estaban completas (lo dice en una conversación ajena). La anécdota es tal cual, no me gusta dar los nombres ahora que ha pasado. El chaval es el que menos culpa tiene porque acaba saliendo, sin jugar, porque al final no tenía el nivel.
"El entrenador en ese momento dice que como jugador era muy válido, pero que había que meter a un familiar suyo"
y su salida del LeganésMi padre en ese momento lo está escuchando con otros padres y se quedaron todos alucinados porque yo estaba jugando, era importante... Pasan estas cosas. A mí no me había pasado nunca y menos con esas edades. Lo escucha mi padre y en ese momento se quedó incrédulo y después ya muy cabreado. Nos llevamos una decepción muy grande. Cuando sales de un sitio y es injusto, no lo entiendes y menos en la edad que yo tenía. Fueron los momentos más delicados. Pero mi padre con la confianza que ha demostrado siempre y la confianza que tenía en mí, cogió y se fue al club. El club no estaba de acuerdo con el entrenador, le dice que no, que es un malentendido, que hay que solicitarlo, que voy a jugar donde quiera... Mi padre les respondió: 'Pero mira lo que ha pasado, si lo he escuchado'. Ya se impone y habla con el director general y el director deportivo: 'Dame ahora mismo la carta de libertad, vosotros no vais a jugar con mi hijo porque acabo de escuchar este tema'. Cogió mi padre y sin tener ningún equipo, fue todos los días a Butarque hasta que nos dieran la carta de libertad porque sabían que era injusto lo que me estaban haciendo y no nos la querían dar.
Te quedaste sin nada...
Esto nos lo hicieron en la semana en la que empezaba la liga, la faena fue doble: lo que veíamos que era injusto y porque no teníamos margen de maniobra. Mi padre se plantó él solo para hablar con el de seguridad del Pinto, que había subido. Nos dijo que el jueves jugaban con el Fuenlabrada, que fuéramos y que me veían. Así fue, con la decepción que tenía por todo esto, pensaba que el fútbol era injusto... Pero luego te das cuenta que pone a cada uno en su sitio y a ese entrenador se le puso en su sitio y a mí en el mío.
Al final, mi padre llamó a puerta fría al Pinto y el entrenador le dijo que era muy complicado, que iba a empezar la liga. Jugué el jueves, no llegó el descanso y los veteranos y el entrenador dijeron que trajeran ahora mismo la ficha y las fotos que nos lo quedamos ahora mismo. Que no vaya a ningún lado. Tuve que hacer esto en 45 minutos. Sacas lo mejor en los peores momentos. Fue mi peor momento y además a esa edad que no asimilas las cosas con madurez.
"Iba yo solo todos los días a hablar con Teresa Rivero, con Ruiz Mateos, con su hijo que era el director general. Les dije que cómo podían hacer esto"
Bajó el presidente y dijo que ya teníamos todo el presupuesto ya configurado, pero le vamos a pagar... Y mi padre dijo: 'No, no, no te preocupes, si dinero no queremos. Queremos firmar aquí un año, que mi hijo juegue, que le vean...". Y así fue. Acertó. Nos dieron poco, a los dos o tres meses nos quisieron doblar el sueldo que todavía era muy poco. Lo agradecimos, firmamos así y luego el Rayo pagó un traspaso por mí. En un mes me cambió la vida en todos los sentidos y eso me hizo muchísimo más fuerte. El Pinto estaba en Tercera, como el filial del Leganés, pero me ayudó mucho para después las categorías superiores.
El Rayo fue un gran salto entonces.
Ahí ya empiezo a ir con la selección de Madrid, somos campeones de España y a mí me salen muchas ofertas. Va todo fenomenal. El Rayo paga al Pinto un traspaso y la única condición que pusimos, aparte de que mejoraran algo el contrato porque el que tenía era insignificante, era que aceptaran la pretemporada con Juande Ramos. Así la negociamos. La hice, entreno casi todo el año con el primer equipo, me hace debutar, me llevan a partidos de Liga... Realmente yo soy jugador del filial por contrato, pero debuto en Copa y voy a convocatorias.
El gran salto hacia ser profesional empieza con el Getafe. Llegas y a las primeras de cambio ascenso.
Además en un momento muy crítico. Lo he hablado muchas veces con los compañeros, con nuestro entrenador Felines y con el presidente Ángel Torres después. Han hecho una labor muy buena manteniendo al equipo en Primera División tantos años. Pero en nuestro año en Segunda B, estaban en un momento muy delicado, descendieron de Segunda a Segunda B, hubo algunos impagos... Y nosotros hicimos un equipo muy bueno, con una mezcla de talento y futuro y veteranos con experiencia. Hicimos un grupo muy bueno. Y eso que nos pasó lo de Sebas, que le pegaron un tiro en pretemporada.
Hay hasta un documental en HBO. Nos dieron vacaciones tres días antes de empezar la Liga, que al principio ni nos las iban a dar. El chico se fue a Villarreal y tuvo en Benicassim un forcejeo con un policía y lo mató. Todo esto nos hizo... El grupo era muy bueno y en momentos muy complejos supimos ascender, pasamos la liguilla sin perder ni un partido y la gente se volcó con nosotros. Pero sobre todo el club, que estaba en momento crítico. Le subimos a Segunda División y desde entonces el equipo ha ido creciendo.
No llegaste a jugar en Segunda con el Getafe, ya volviste al Rayo.
Quería quedarse conmigo Ángel Torres, pero yo pertenecía al Rayo y dijeron que en ningún caso, que iba a pertenecer a la primera plantilla a todos los efectos. Firmé otros tres años con el Rayo, ya como jugador de Primera División. Estaba Fernando Vázquez como entrenador y ya me quedé con ellos.
Lo más sorprendente de todo esto es que estás en Primera División, en buena dinámica y de repente vuelves a Segunda y te tiras cuatro años allí.
Aunque bajara a Segunda División seguí creciendo y mejorando muchísimo. El entorno dice que perdí tres o cuatro años de Primera, pero también te digo que las negociaciones a veces van por un lado que tú no puedes controlar. Yo ya estaba preparado para jugar en Primera, pero Ruiz Mateos no me dejaba salir bajo ningún concepto. Ellos bajaron a Segunda B y yo me fui a Murcia con Lillo y cuando volví ellos recibieron ofertas de Primera. Mallorca y Albacete fueron los que más apostaron, pero dijo Ruiz Mateos que yo no saldría en ningún momento.
Me tocó a mí negociar y a mi padre. Pero sobre todo iba yo solo todos los días a hablar con Teresa Rivero, con Ruiz Mateos, con su hijo que era el director general. Les dije que cómo podían hacer esto cuando yo no había descendido de Segunda a Segunda, que no me podían interrumpir mi carrera en este momento, que para mí era súper importante... Que no podía jugar en Segunda B y que por favor aceptaran, porque estaban pagando traspasos importantes. Ellos decían que no, que yo era un jugador muy importante, que el club económicamente no tenía necesidades... Yo me planté y les hice ver si esa situación se la harían a su propio hijo. Yo con los clubes he ido siempre de frente, me he sentido muy integrado. Pero en ese descenso yo no participé y no podían hacérmelo pagar de esta manera. Para mí era hundirme.
Al final se cierra con Joaquín Morales, que hace un esfuerzo grande en pagar un traspaso y era amigo de Ruiz Mateos. No me dejan ir a Primera División, pero el último día de mercado a las once de la noche y después de estar batallando yo 'tooooooodos' los días, me deja irme al Xerez. Un equipo para subir a Primera, casi ascendimos. Entendió la posición mía y lo único que me dice es que tenía una gran amistad con Morales y solo me dejan ir a Xerez. Fue parte del fútbol. Es verdad que la gente no entiende cómo pasé ese periplo en Segunda. Yo confiaba en que iba a volver a jugar en Primera, como con el Rayo. Y así lo hice después. Digamos que fue una parada en mi carrera, pero también la disfruté muchísimo.
Esto ya no pasa, que un jugador negocie él mismo en los despachos, pelee por sus derechos...
Creo que también va en la persona. Yo soy muy metódico con entrenamiento, sacrificio y esfuerzo. Si no había nada excepcional, yo se lo dejaba a mi padre, que fíjate, era entrenador, no tenía nada que ver, no sabía de negociaciones, pero confiaba mucho en mí e iba a donde fuera para ayudarme. Si yo veía una injusticia... Ellos defendían sus intereses, pero en este caso era injusto que yo siguiera en ese club. Entonces intervenía, soy de los que cree que la razón mueve montañas. Todo lo que hacía y decía era con sentido. Deportivamente había respondido al club e iba a dejar dinero en caja, como he hecho en todos los clubes. La única manera de hacer entender a grandes empresarios, en este caso a Ruiz Mateos, era de esta manera. Que él entendiera mi postura y tuviera empatía conmigo. He sido así de siempre, me salía. Entiendo que un jugador se posicione así, ahora es más de agentes y abogados. Yo no podía esperar para aprovechar las oportunidades que tendría en la élite.
Lo importante es que salió bien. Por fin Primera División con el Recreativo, la carrera que te merecías.
Era mi carrera soñaba. Al principio soñabas con debutar en Primera, que es lo que hice en el Rayo. Allí me trataron genial, salí muy bien, con mi sueño. Pero luego quieres mantenerte en la élite muchos años. Cuando firmo en el Recre ya tenía esa madurez y garantías no solo para jugar en Primera División, sino para mantenerte.
En Osasuna te desmelenaste. ¿Tus mejores años?
Bueno, tanto en el Recre como en Osasuna, por minutos, goles. Estuve cerca de ir la primera Eurocopa que ganó la Selección con Luis Aragonés. Luego en Osasuna igual, lo recuerdo como mi pleno rendimiento. Fíjate que con Del Bosque, con todo lo que me había pasado en la cantera con él, con todo lo que habíamos negociado, también estuve a punto de ir al Mundial. Es la única espinita que me ha quedado en mi carrera, pero el hecho de haberme quedado cerca y que pensaran en mí en la mejor Selección de la historia ya es un orgullo.
"Aparte del rendimiento, la persona también llega muchísimo a la gente. Me considero honrado, tienes algún día malo, pero el esfuerzo nunca lo he dejado a un lado"
En El Sadar te querían muchísimo. ¿Qué explicación le das más allá de tu rendimiento?
Lo más importante para que la gente te quiera es el rendimiento, pero si no es imposible. Pero también fue mi carácter, mi forma de ser, mi carisma... Soy un jugador muy cercano. Transmito valores que hacen que cuando vuelvo la gente me reconozca con mucho cariño. Aparte del rendimiento, la persona también llega muchísimo a la gente. Me considero honrado, tienes algún día malo, pero el esfuerzo nunca lo he dejado a un lado.
Se quedó ahí la espinita de la Selección, pero tuviste el gran privilegio de poder jugar la Champions con el Villarreal.
Eso ya es llegar a la cima. Quizás la espinita de la Selección se ha quedado, pero también la Champions la tuve siempre en mente. Yo lo llevo en la sangre. Una de mis negociaciones fue así. Yo siempre he dicho que de Osasuna no quería salir, que fue la Champions la que me obligó a salir de Osasuna. Me tocó. Quizás por eso la gente me dice que la forma de ser me ha hecho llegar. Una de las cosas que negocié cuando salí del Recre y me fichó Osasuna con un traspaso importante, lo único que le pido a mi representante con 28 años es que en vez de apretar en lo económico, me ponga una cláusula pequeña.
Mi representante llevaba a jugadores muy importantes como Xabi Alonso, Arteta, Aduriz... Me decía que por su experiencia lo importante era coger más años y le respondí que no, que yo quería pelear por una cláusula más pequeña. Aceptaron porque yo tenía fuerza, porque además de Osasuna me llamaron otros equipos de Primera División. Yo quería tres millones de euros de cláusula, cuando lo normal es que hubieran puesto 15, 18, 20... porque habían pagado traspaso. Dije que tenía otras opciones y lo único que quería era una cláusula pequeña. Mi repre al final me dijo que entendía que confiara tanto en mis posibilidades y que quisiera jugar la Champions, pero que ya era una edad muy difícil y era extraño que se pagara por mí un traspaso. Y se dio.
"Le dije a Patxi Izco: 'Sabes que soy muy feliz en Osasuna, pero quiero jugar la Champions"
Los dos años de Osasuna fueron dos años fantásticos, ellos me querían renovar, pero tenía esa posibilidad. Me reuní con Patxi Izco y ya le dije: 'Mira, Patxi, si me llamara cualquier otro equipo de Primera División, no me movía, pero tengo 30 años para 31, voy a jugar la Champions y solo quiero que me dejéis esta oportunidad'. Además, van a pagar la cláusula, 'sabes que soy muy feliz en Osasuna, pero quiero jugar la Champions'. Y gracias a apostar por eso, pagaron, pude ir al Villarreal y pude cumplir el sueño más grande que he tenido.
El momento en el que suena el himno de la Champions...
Eso no se me va a olvidar en la vida. Es lo más bonito que me ha pasado. Tenemos la mala suerte, aunque con perspectiva es suerte, que nos tocaron el mejor Bayern de Múnich, el Manchester City, el Nápoles... El mejor grupo, como eran los grupos de antes. Fue como lo llaman, el grupo de la muerte. Pudimos disfrutar de los mejores equipos. Yo he jugado contra el mejor Madrid, contra los dos mejores: la época de Figo, Roberto Carlos, Ronaldo Zidane y Figo... Pero es que luego he jugado contra el de Cristiano, de Benzema, de Sergio Ramos, Ozil, Di María, que lo ganaban todo.
En Europa también contra los mejores de las mejores ligas. En ese momento pensamos que qué mala suerte, pero luego caímos eliminados y nos quedamos con la sensación de que habíamos jugado contra equipos contra los que quizás ya nunca volviéramos a jugar.
En tu carrera siempre ha habido pequeños golpes de mala suerte. Ese año contra todo pronóstico descendió el Villarreal...
Sí.... Son cosas que pasan. No lo llamaré mala suerte. Yo no me había lesionado nunca y sin embargo ahí estuve tres meses parado. Tuvimos siete lesiones graves, de gente importante, lesiones de rodilla... Soy más de pensar que fue una buena experiencia, un buen año, jugué la Champions y que es un club bueno para jugar y ya está. No pienso en ello, son cosas que pasan y hay que tirar para adelante.
"No me arrepiento de retirarme tan pronto. Las decisiones se toman en el momento. A posteriori siempre es muy fácil e incluso de cobardes"
Acabas tu carrera en el Deportivo, donde tampoco fue muy allá...
Salimos muchos del Villarreal porque tienen que renovar plantilla por contratos. Llegué tarde, me llamaba Oltra todos los días... Es verdad que el año del Villarreal me hizo daño. Cuando voy allí la gente fenomenal, acabo jugando 32 partidos... Pero tuve alguna lesión. Luego tuve que volver a Villarreal, tuve muchas opciones de ir al extranjero, que era lo que quería... Pero mi ilusión era ir a Nueva York con mi familia. Yo mismo decidí. La gente me decía que con lo bien que estaba físicamente, que no había tenido lesiones graves, que cómo podía decidir dejar el fútbol. En eso sí que me hizo daño el año del Villarreal. Yo solo quería ya pensar en la familia. Deseché ofertas importantes y tomé la decisión, para la que había que tener las cosas muy claras. Dejar el fútbol teniendo ofertas...
¿Te has arrepentido con el paso de los años de haberlo dejado tan pronto?
No. Las decisiones se toman en el momento. A posteriori siempre es muy fácil e incluso de cobardes. Las decisiones hay que tomarlas en ese momento, poniendo todo en una balanza y ver lo que quieres. Yo he sido un jugador que he ido a todos los sitios con toda la ilusión del mundo y con toda la determinación. Y si yo no me veo... El dinero es importante, claro, pero yo tenía que ir con toda la decisión posible allá donde iba.
Y en tu carrera, ¿te arrepientes de algo?
(Se toma unos segundos) Pues... Arrepentirme, no. Creo que he sido honrado conmigo mismo y lo he transmitido allá donde he ido. No me arrepiento de nada y estoy muy orgulloso de la carrera que he tenido. Son muchos años en Primera y en Segunda, con objetivos importantes.
"Estuve entrenando al Getafe, aunque llevo un tiempo sin entrenar. Ahora mismo lo tengo un poco aparcado"
¿No tienes redes sociales?
No soy de redes sociales. Tengo para ver a mis hijas, para cosas con ellas, pero redes sociales como tal no tengo.
Con lo querido que has sido...
Mucha gente me lo dice, que me seguiría. Pero por eso mismo, como ahora no puedo dedicarle el tiempo que quiero es más bien por eso. Aunque no lo descarto.
Las redes sociales sirven para ayudarnos a saber qué ha sido de los jugadores. ¿Sigues teniendo relación con el fútbol?
Sí, estuve entrenando al Getafe, aunque ya llevo un tiempo sin entrenar. Sigo vinculado, me encanta el deporte y sigo teniendo muchos amigos. Sigo viendo mucho fútbol, aunque ahora mismo lo tengo un poco aparcado por temas familiares. No lo descarto en un futuro. De momento, solo he entrenado un año, en el Juvenil del Getafe y por ahora estoy en otras cosas.
Vaya, que en un futuro te veremos en los banquillos.
Es probable. Es verdad que en esto tienes que tener claro que es una dedicación plena y hasta que no lo vea así, no puedo contestar. Lo que tengo claro es que me encanta el fútbol, que ha sido mi pasión y mi vida. Pero es dedicación plena, sabes que puedes coger las maletas en cualquier momento y de repente no quiero pasar ese peaje. Sobre todo por tema familiar.
Quizás haya gente que no te conozca. ¿Javi Camuñas en treinta segundos?
Soy un jugador de barrio que ha ido perfeccionándose desde muy pequeñito para cumplir sus objetivos y sus sueños. Lo que era en el campo era fuera. Y sobre todo he tenido pasión por el fútbol. Se lo recomiendo a todo el mundo, es lo más bonito que hay. Es disciplina y compañerismo. Soy un jugador que afortunadamente donde he ido he dejado sello y que la gente me recuerda con mucho cariño. Dentro de la cancha era muy feliz y, sobre todo, descarado, que ahora ya de más mayor también lo soy fuera. Era descarado, atrevido, de los jugadores de antes. Siempre digo lo de descarado en el buen sentido, siempre con total respeto a mi profesión.