La fe de Roberto Fernández no le basta al Espanyol para tumbar a un imbatible Athletic Club

Este Espanyol es capaz de competir contra cualquier equipo, especialmente en su casa, donde venció al Real Madrid en un triunfo marcado por la polémica entrada a Mbappé de Carlos Romero, autor del gol de la victoria de los pericos, que por primera vez en muchas semanas salieron entonces de la zona de descenso.

Lo volvió a demostrar ante el Athletic Club, el segundo top 4 de la clasificación que pasa en el presente curso por el RCDE Stadium. Y como sucediera con el hasta día de hoy líder de la categoría, el rival sudó sangre en Cornellà y no venció. En este caso, sí que pudo llevarse un punto. Eso es mucho para un Espanyol que puso contra las cuerdas a un rival que no pierde desde el 6 de octubre y que estuvo muy cerca de volver a hacerlo en el RCDE Stadium.

Sufrió las de Caín el conjunto de Bilbao para tratar de encontrar su mejor versión, que, de hecho, no halló ante un más que incómodo Espanyol, revitalizado con la llegada de Roberto y Urko González en el mercado de invierno.

No tiene ningún reparo el conjunto de Manolo González en ser un equipo reactivo. A su técnico le gustaría jugar a otra cosa, pero tiene lo que tiene. Es por ello, que los pericos regalaron el balón a su rival y trataron de aprovechar los espacios a la espalda de la defensa del Athletic Club. De hecho, esa ha sido la fórmula que mejor le ha funcionado al técnico gallego en el regreso a LaLiga del Espanyol.

Y así, con un pase largo de Alex Král a Jofre llegó la primera de un Espanyol que se estrelló con Unai Simón. Y es que el extremo gironí fue un auténtico dolor de cabeza para Yuri Berchiche y el principal argumento de un Espanyol que dañó a su rival jugando con profundidad.

La otra gran ocasión de la primera parte de los pericos en la primera parte, marcada por los incidentes racistas en la grada con Iñaki Williams, fue de Javi Puado, que cabeceó fuera un gran centro del propio Jofre Carreras. Por parte del Athletic, apenas un remate lejano de Sancet que se fue por encima del larguero inquietó al meta Joan García, hoy bajo la atenta mirada del seleccionador Luis de la Fuente.

El Athletic comenzó a ser el Athletic en la segunda mitad, pero el Espanyol hizo gala de ese hermetismo defensivo que tanto necesita para salvarse y que apenas ha encontrado en lo que va de curso, pues solo ha mantenido la portería a cero ante Atlético en el Wanda y el Real Madrid en Cornellà.

Achuchaban los de Valverde, viejo conocido del Espanyol, y los pericos vivían en ataque de la lucha y el pundonor de un Roberto Fernández incansable, que en un auténtico acto de fe halló el tanto perico. Recibió Unai Simón un balón raso y fácil de uno de sus defensores. El portero internacional se lanzó el balón demasiado largo, aunque a priori tenía la situación bajo control... pero irrumpió Roberto como un Miura para lanzarse al suelo y empujar el balón a la red la pelota para incredulidad del estadio.

De hecho, muchos aficionados ni vieron al gol porque se habían desentendido de la acción. Todo el mundo lo hizo, menos Roberto, que es todo corazón. A falta de 20 minutos, Valverde puso todo para darle la vuelta y dio entrada a Nico Williams.

Pero cuando mejor estaba el Espanyol, el Athletic encontró el premio del gol con una acción a balón parado y un remate de Sancet que golpeó en un defensa rival y se coló en la red de Joan García a 15 minutos del final. Lo intentaron unos y otros, estando más cerca los visitantes de llevarse la victoria, pero el marcador no se movió y dejó un buen punto para ambos.