REAL MADRID

La espiral de desgracias que ha unido al vestuario del Real Madrid

Tras el palo del derbi, el equipo recapacita y saca pecho en una temporada en la que siguen vivos en LaLiga y la Champions a pesar de innumerables adversidades.

El Real Madrid, antes de jugar el derbi./
El Real Madrid, antes de jugar el derbi.
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Lo sucedido en el derbi contra el Atlético fue un palo importante para los jugadores del Real Madrid. Algunos se llevaban las manos a la cabeza, mientras que otros se echaban al suelo abatidos. El gol de Llorente evitaba que le diesen el golpe que querían a la Liga. Habían perdido la oportunidad de matar a los rojiblancos en la competición. Sin embargo, el análisis que se hace en frío de la situación es muy diferente a las sensaciones que se respiraban en el vestuario tras el pitido final.

«Destaco el compromiso que tiene el equipo».

Más de 24 horas después del partido en el Bernabéu, el equipo blanco saca pecho. Sí, todos querían una victoria ante el rival que más difícil se lo ha puesto esta temporada, pero como viene siendo habitual este curso, las cosas se pusieron muy difíciles desde el primer momento con las bajas de Rüdiger y Tchouameni y la ausencia de última hora de Vinicius, cuando ya había sido anunciado en el once. No se pudo rematar a Atleti, pero sí mantener la distancia de 10 puntos.

El vestuario blanco siente satisfacción por lo que se está consiguiendo esta temporada en la que las desgracias parecen interminables. A pesar de todos los problemas, ya tienen un título bajo el brazo, la Supercopa de España, se mantienen líderes en Liga y muy vivos en la Champions. Aunque saben que las notas se ponen a final de curso, el equipo lo está haciendo todo para sobrevivir en las diferentes competiciones, a pesar de todas las dificultades.

Las más difíciles de llevar por el cuerpo técnico y los futbolistas son las lesiones, que no solo afectan en el plano deportivo, sino que también son un bajón anímico para el vestuario. Tres roturas de ligamento cruzado, problemas musculares en muchos jugadores o dolencias inesperadas como la del hombro de Bellingham o las cervicales de Vinicius, han llevado al límite a Ancelotti, quien está muy contento con el rendimiento y el espíritu competitivo de sus futbolistas.

Ancelotti habla tras el derbi.EFE

Este equipo perdió para toda la temporada a su portero titular (Courtois), el mejor del mundo, y a un central clave (Militao) en los éxitos de los últimos años meses. Más tarde cayó Alaba, otro jugador fundamental en el Real Madrid actual. Por no hablar de las dos lesiones musculares de Vinicius o del problema de rodilla de Camavinga. Aun así, no ha mostrado queja alguna y ha sabido competir con los recursos con los que cuenta.

18 jugadores superan los 1.000 minutos

El cuerpo técnico habla con orgullo de su plantilla. La frase hecha de que "todos son importantes" es más real que nunca esta temporada como demuestra que hasta 18 jugadores superen los 1.000 minutos. Brahim, Fran García o Joselu, que llegaron como actores secundarios, han asumido un rol protagonista durante gran parte del año sin que le pese la camiseta. Por no hablar de titulares que han rendido por encima de lo esperado como Rüdiger o Bellingham.

Ancelotti, al que le hubiese gustado alguna pieza más, se ha convertido en un superviviente nato. También ha sabido huir de todo el ruido que generó su vinculación a la selección brasileña. Estos son algunos de los motivos por los que el club ha decidido confiar en él con su reciente renovación. Un técnico capaz de crear grupos competitivos y de controlar el mensaje ante la prensa a pesar de las dificultades.

Ahora toca el reto más difícil: el Girona. El vestuario está muy pendiente del que actualmente es su principal rival por el título. Siguen sus partidos y celebran cada punto que pierden conscientes de que pueden llegar hasta el final con opciones de arrebatarles la gloria. Por ello ven el duelo del próximo sábado como una 'final' por LaLiga. Una victoria los alejaría a cinco puntos en la tabla con el goalaverage a favor; sin ser un partido definitivo puede marcar la diferencia entre el triunfo y el fracaso.

Los tocados trabajan para recuperarse a tiempo y Ancelotti ya medita su once de cara al duelo, que enfrentará a primero y segundo en el Bernabéu. Por suerte para él su equipo ya le ha demostrado que vengan las desgracias que vengan, está preparado para competir.