La vida de Mijatovic en el Levante, donde no le afectaron las palizas de diez horas en bus ni las duchas con agua fría: "Llegó con un saco de botas Puma y Adidas para los jóvenes"
Jofre Mateu, Alberto Rivera, David Limones, Luismi Loro y Carlos García Cantarero rememoran "el shock" que supuso para ellos la llegada a un Levante en Segunda del autor del gol de la Séptima del Real Madrid.
![Pedja Mijatovic,haciendose una foto con aficionados en un Cordoba-Levante. /Madero Cubero.](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202501/14/media/cortadas/mijatovic3_20250115163458-R3rZCgAf5qYSHXidbEH7nSI-1200x648@Relevo.jpg)
"Yo a James Rodríguez no le conozco, tengo muy poca referencia de cómo es. Me imagino que él venía de competir muy bien todavía de donde venía y por su ascendencia en la selección, pero la cuesta de rendimiento para los dos es más o menos la misma. Pero es que a Pedja Mijatovic no sé en qué grado ponerle, porque a nivel humano no a James, me pongo yo en una escala muy por debajo de la suya. Estamos hablando de un tío a nivel humano muy muy muy referente". Esta reflexión la firma Jofre Mateu, pero los adverbios muy, mucho, súper, tan se suceden al unísono en la locución del exjugador del Levante, de sus excompañeros en el club granota Alberto Rivera, David Limones y Luismi Loro, y de Carlos García Cantarero, el técnico al frente de aquel Levante 2002-2003 de Segunda División en el que recaló Pedja Mijatovic en su última etapa futbolística.
Con ellos, sus recuerdos y anécdotas analizamos la figura del montenegrino, el héroe de la Séptima Copa de Europa del Real Madrid marcado en su regreso a Valencia por su escasa participación futbolística, la enfermedad de su hijo Andrea y el "repaso humano y profesional que nos dio a todos".
“Fue y se comportó como uno más, con eso te lo digo todo”
"Recuerdo que estábamos concentrados en un hotel cuando nos dijeron que venía, era pretemporada, y tengo todavía en la mente el 'oh, va a venir Mijatovic' y todos con la expectación de 'hostia, viene Mijatovic'. Era ilusión por compartir vestuario y compartir vivencias con él', cuenta Luismi Loro, exmediocentro del Levante y actual analista táctico en el staff de Javi Calleja en el Oviedo sobre el verano de 2002, cuando el futbolista balcánico fichó por el Levante para ponerle el último sello a su pasaporte futbolístico vestido de corto. Una carrera desarrollada en el Partizán de Belgrado (1989-1993), Valencia (1993-1996), Real Madrid (1996-1999), Fiorentina (1999-2002) y Levante (2002-2003).
"Fue especial jugar con él, porque Pedja era mi ídolo en el Real Madrid. Yo estaba en la cantera y él estaba en el primer equipo, y de repente llegar a un equipo y poder compartir ya no vestuario, sino que encima cuando íbamos de viaje a jugar mi compañero de habitación era Pedja. Echamos buenos ratos. Para mí era un sueño tener a un jugador como Pedja en el equipo y, luego, todo lo que Pedja movía tanto a nivel deportivo como a nivel social. Sorprendía ir a cada desplazamiento y ver a un equipo de Segunda División a las entradas de los hoteles con tanta gente esperando al equipo. Porque estaba Pedja Mijatovic. No había nadie acostumbrado a ver esas cosas, y al Levante también lo puso en el escaparate", señala Alberto Rivera.
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Quien echa la vista atrás pero después de refrescar vivencias con el propio Mijatovic es David Limones, que el 2 de enero compartió en Tenerife "un ratillo" y un café con su excompañero. "Llegar a esta gente es muy complicado, pero sí me había escrito con él por WhatsApp en este tiempo y estuvo aquí, vi en las redes sociales del Tenerife que estuvo en la ciudad deportiva visitándola, y dije: 'Bueno, le voy a escribir'. Me contestó al momento, hablamos y nos vimos otra vez después de tanto tiempo, recordando un poquito el tiempo pasado. Muy buena gente, es muy buena gente", señala pletórico el exmediocentro granota, que cuando llegó Mijatovic al Levante pensó que era un "tío muy serio" y que "a lo mejor viene aquí ya de vuelta, viene a retirarse, pero todo lo contrario. Desde el primer día llegaba el primero al vestuario, se iba el último después del entrenamiento, cómo entrenaba y luego llegaba a los partidos y cómo competía, daba la cara. Es muy competitivo y muy profesional, lo demostró en cada entrenamiento y en los partidos".
"Tan reconocido por ser el héroe de la Séptima y por tantas cosas, era un futbolista más: buen tipo en el vestuario, buena sintonía con el cuerpo técnico"
Exentrenador del Levante U.D.13 encuentros disputó en la primera vuelta del campeonato y 8 en la segunda. "Fue su última temporada y le sucedieron una serie de cosas. Primero, que venía sin jugar. Luego, cuando ya estaba en su mejor momento físico tuvo una lesión (en los isquios de la pierna derecha), y lo de su hijo. Diversas circunstancias, pero fue una persona que tiró mucho del grupo. De hecho, ese equipo estuvo muy cerca de ascender, siempre estuvo en los puestos de arriba y él fue una pieza muy importante en eso. Uno puede ser importante dentro y fuera del campo, y él fue importante en ambos aspectos. Tan reconocido por ser el héroe de la Séptima y por tantas cosas, la verdad es que era un futbolista más: buen tipo en el vestuario, buena sintonía con el cuerpo técnico. Con su personalidad lógicamente, porque no se llega a ser lo que fue él sin una personalidad importante, pero en los entrenamientos, en el trabajo y en el ambiente dentro del grupo, lo mejor que te puedo decir de él es que fue y se comportó como uno más, con eso te lo digo todo", señala Cantarero sobre la participación del 8 levantinista en aquel equipo, que terminó cuarto en la tabla, tras Albacete, Zaragoza y Murcia, que ascendieron. El turno del Levante en su regreso a Primera llegó la siguiente campaña, ya con Manolo Preciado en el banquillo y sin Pedja Mijatovic, aunque su recuerdo quedó latente en un vestuario en el que dejó grandes momentos.
"Las palizas que nos pegábamos en el autobús. Casi todas las salidas las hacíamos en bus y yo me acuerdo mucho de Pedja con el 'Expediente X'. Es que nos reíamos, nos hacía gracia, porque nosotros jugábamos a las cartas y él se ponía en la mesa también para apoyar la tablet o lo que llevara, un DVD. Llevaba todas las temporadas de 'Expediente X' y cada cierto tiempo se sacaba los cascos y decía: '¿Cuánto queda?' Y nosotros le decíamos: 'Tranquilo, Pedja, ya te avisaremos'. Y llegaba un momento que ya era gracioso, de decirle: 'Que no, Pedja, que queda mucho', y ya no preguntaba, se reía, porque él no estaba nada acostumbrado a hacer viajes de diez horas en bus. El tío de vez en cuando decía 'madre mía, cuánto queda', y 'nada, nada, tranquilo, Pedja, que ahora pararemos un rato para que estires las piernas', recuerda y se ríe Jofre.
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Limones añade: "Y llegábamos al hotel y a lo mejor no había terminado de ver la película y seguía viendo la película en el hotel, una pasada, iba enganchado a la tablet. Pero nosotros lo comentábamos entre todos, que eran muchas horas y éste estaba acostumbrado a coger el avión y llegar en dos horas o tres horas a jugar un partido. Nos sorprendía por eso, porque era un jugador que venía de conseguir una Champions, con el Valencia fue de lo mejorcito los años que estuvo allí. Un jugador top mundial, vamos".
A las horas de autobús se sumaron las duchas con agua fría. "En esa época nosotros no teníamos un campo fijo. No teníamos ciudad deportiva ni nada, y nos tocaba ir a entrenar a veces a Bétera, otras veces recuerdo que fuimos al Puig y nos cambiábamos en barracones, no nos podíamos duchar ni nada, y claro, le veníamos a él con su traje… Te ponías a pensar y dices: 'Madre mía, viene de ganar una Copa Europa con el Madrid, viene de estar en Italia', recuerda entre risas Luismi. "Nos cambiábamos en una caseta de obra y llegaba con su traje tranquilamente y se cambiaba, y si había que ducharse con agua fría, pues agua fría, lo que hubiese", añade Rivera.
"Buenísimos los modelos de Pedja, porque seguía marcándose sus detalles: el tío con sus peculiaridades de moda. Para todos era como muy extravagante, el resto éramos bastante más campechanos en esto y algunos muy horteras, como yo", dice riéndose Jofre, y David Limones se suma a los outfits menos elegantes. "Y las pintas que llevábamos nosotros, que íbamos en chanclas con pantalones cortos y él iba a entrenar que decías: 'Pero bueno, ¿y éste?' Yo le veía como un referente y decía: 'Madre mía, qué clase, qué tío'. Siempre venía engominado para atrás, su perilla bien hecha. Le soltábamos la broma de la gomina, que siempre gastaba la misma, y el otro día me di cuenta de que sigue igual, físicamente no ha cambiado y sigue gastando la misma. Teníamos un cachondeo con lo de la gomina…", cuenta también entre risas Limones, que detalla la broma en torno al producto que ha caracterizado siempre la estética capilar del balcánico. "Como nos cambiábamos al lado, yo le cambié un día la gomina que yo gastaba, que ya ves tú, la del Mercadona, la del Giorgi este, a la que tenía él, que ya sólo con ver el bote, madre mía. Salió de las duchas y le hice el cambio y me decía: 'Hostia, cabrón, Limones', en su idioma, 'la gomina'. Digo: 'Me tienes que traer una gomina de ésta, de Italia, porque se la mandaban de Italia en cajas'.
Las lecciones de Mijatovic “desde el principio” y “con pequeñas dosis”
La gomina se la pidió Limones a Mijatovic, pero todos coinciden en señalar en la generosidad innata que demostró Pedja en su paso por aquel equipo que, como explica Cantarero, combinaba "gente muy joven y gente muy veterana". Los jóvenes del momento repiten una palabra: ayuda.
"Nos fue dando lecciones desde el principio como con pequeñas dosis. Es verdad que yo no era de los primeros en llegar a entrenar, yo venía de costumbres un poquito cómodas, pero tú llegabas y Pedja ya estaba, y era supereducado con todo el mundo, tenía en cuenta absolutamente todo: si a uno le faltaban botas o le parecía que le faltaban o que no eran buenas botas, al día siguiente Pedja traía unas botas. Que el del material, no sé qué problema tenía, era Pedja el que se acercaba, solucionaba y, además, nos dimos cuenta, a medida que avanzaba el tiempo, que lo hacía de manera discreta. Tú te enterabas después, porque él no lo hacía de cara a que tú lo vieras", relata Jofre.
"Pedja fue un espejo en el que mirarse, porque ver a una persona así, que había llegado a lo más alto y que trataba a la gente como uno más, era algo en lo que fijarse y de lo que aprender para el resto de nuestras carreras"
Exjugador del Levante U.D."Es un fenómeno —dice Rivera—. Lo hacía muy fácil, él intentaba integrarse a todos los niveles y estaba allí siempre con nosotros, no había ningún problema con él, al revés, ayudaba en todo lo que pudiera. Fue un espejo en el que mirarse, porque ver a una persona así, que había llegado a lo más alto y ver que allí trataba a la gente como uno más y él era uno más, era algo en lo que fijarse y de lo que aprender para el resto de nuestras carreras", apunta Rivera sobre un comportamiento en el que hay varios ejemplos concretos significativos.
"A los jóvenes es que nos trataba espectacular. Llegaba y a lo mejor nos regalaba botas, Adidas Copa Mundial", recuerda Luismi. "Sí, sí, llegó un día al vestuario con un saco, que lo soltó ahí en medio del vestuario y para los chicos jóvenes que no teníamos contrato con botas, 'ahí tenéis botas'. Botas Puma, Adidas. Necesitabas cualquier cosa y él, el primero que se ofrecía. Es una pasada. Te ayudaba en todos los sentidos, no sólo dentro del vestuario. Fuera del vestuario también se preocupaba muchísimo y luego, en cada entrevista que le hacían a él siempre sacaba los nombres de los más jóvenes: la temporada que estábamos haciendo Jofre y yo por las bandas, y eso es algo de agradecer, porque de quien viene que hable así de uno, te enorgullece. Y, luego, cuando salía con nosotros, que salió un par de veces por Valencia, él se encargaba de pagar todo cuando íbamos a pagar. Son cosas que decías: 'Este tío es un señor'. Él se ponía en un ladito, tranquilito —se ríe Limones—, no como nosotros que éramos un poco más rebeldes, y luego desaparecía. 'Uy, ¿y Pedja? ¿Se fue?'. Nadie se enteraba cuando se iba. Ahora, eso sí, cuando íbamos a pagar, estaba todo pagado. Luego se lo decíamos en el vestuario: 'Desapareciste'. Y sí, él no quería, no asomaba mucho por esos sitios. Las pocas veces que pudimos salir con él era porque hacíamos cena del equipo. Él iba por quedar bien con el equipo, con el grupo, y luego se quitaba del medio y se iba", explica el exmediocentro madrileño.
![La vida de Mijatovic en el Levante, donde no le afectaron las palizas de diez horas en bus ni las duchas con agua fría: “Llegó con un saco de botas Puma y Adidas para los jóvenes”](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202501/14/media/cortadas/mijaotivc4-U00057368786SSf-406x720@Relevo.jpg?cw=300&ch=533)
"Mira si era buena gente y humilde que él vino conmigo y me hizo el favor de conseguirme un teléfono 8310 de la época. Fuimos a Nuevo Centro y en una tienda de teléfonos me sacó un móvil para mí. Detalles, pero sin tener que pedir nada, él te ofrecía cosas, te daba consejos, estaba muy pendiente de todas esas cosas. En la típica conversación que estamos en vestuario me dijo: 'Vente y yo te consigo un 8310'. Yo creo que yo no tenía ni línea de teléfono, que era prepago de toda la vida, de tarjeta, y a lo mejor él tenía líneas de contrato y le daban teléfonos, por contrato. Recuerdo que fuimos allí y me lo consiguió", detalla Luismi Loro.
"Sin tener que pedir nada, él te ofrecía cosas. En la típica conversación en vestuario me dijo: 'Vente y yo te consigo un teléfono 8310'. Fuimos a Nuevo Centro y me lo consiguió"
Exjugador del Levante U.D.Limones es quien da una posible explicación de por qué tenía esa especial benevolencia con los más jóvenes. "Se preocupaba muchísimo por nosotros. Siempre que íbamos concentrados se ponía en la mesa con los más jóvenes, te contaba sus historias, sus vivencias y luego en el campo también me ayudó muchísimo: la confianza de tenerlo al lado en el campo y que te diga él 'lanza tú la falta, lanza tú el córner', sabiendo que eran cosas suyas, y en los entrenamientos pasaba más o menos lo mismo. Nos quedábamos después de entrenar aprendiendo de él, cómo lanzaba las faltas. Él empezó en Belgrado, en el Partizán, y ahora está metido ahí otra vez, ayudando al equipo, a los jóvenes. Lo tuvo que vivir, porque te das cuenta de que empezó desde abajo y donde ha estado se lo ha ganado, se lo ha currado, pero que en su día yo creo que tuvo que tener ayuda también de gente veterana y ayudarle dentro de un vestuario, y siguió el ejemplo. Y también, aunque tenga ese carácter y que parezca que es un tío muy serio, él lo que quiere es ayudar a los jóvenes y se abre a ellos, porque el otro día hablando con él me dice: 'Yo estoy ayudando en el Partizán, no puedo hacer fichajes caros, gente con nombre. Tengo que ayudar a los jóvenes, tenemos que darle oportunidades a los jóvenes', razona Limones.
Mijatovic y su regreso a Valencia para estar cerca de su hijo Andrea
Un cariño y ayuda que ofrecía el montenegrino a pesar del momento personal delicado que atravesaba con la enfermedad de su hijo Andrea, que padeció hidrocefalia desde su nacimiento y hasta su fallecimiento a causa de la enfermedad degenerativa, en junio de 2009 a los 14 años. Estar cerca de su segundo hijo, que vivía en Valencia con la familia Cervera desde que el futbolista de marchó a Madrid para que pudiera seguir siendo atendido en el Hospital Clínico de Valencia, fue la gran razón por la que Mijatovic recaló en el Levante. En su temporada en el club granota, Andrea pasó largas temporadas ingresado.
"No fue un año fácil para él, para nada. Por eso todavía nos marcó más a todos, porque Pedja era capaz de venir a entrenar después de haber estado cuatro, cinco, seis horas en el hospital con su hijo, y ver que una persona así, la implicación total que tenía con sus hijos, nos marcó. Y eso mucha gente tampoco lo llegó a entender, porque Pedja llegó al final de su carrera, él ya había sido lo más grande y a lo mejor la gente pensaría que tenía que jugar igual que cuando estaba en el Madrid y, evidentemente, ya tienes una edad, ya no puede ser lo mismo, y encima con problemas mucho más graves a nivel familiar. Su cabeza a veces no podía estar donde él quisiera y nosotros, los compañeros, lo entendimos todo desde el primer momento. Incluso nosotros pasamos tiempo con él a veces en el hospital. Lo que nos enseñó Pedja yo creo que nos marcó a todos y yo creo que, a muchos, para el resto de nuestra carrera", señala Alberto Rivera, y se suman todos los protagonistas en ese acompañamiento hospitalario.
"Andrea estaba muy malito y alguna vez pasábamos tiempo con él en el hospital", señala Luismi. "Cuando empeoró su niño estuvimos ahí con él, apoyándole. Era una situación encima muy complicada, porque él estaba de viaje jugando con nosotros y sabiendo que el niño estaba muy enfermo, así que más a favor de él, porque ahí demuestra la persona que es", refiere Limones. Por su parte, el entonces técnico granota destaca que esta situación excepcional hizo que Mijatovic requiriera "bastante atención, pero se sacó adelante a nivel de rendimiento deportivo. Yo estuve en el hospital en varias ocasiones con él, acompañándole un rato con su hijo. En esas situaciones a lo mejor no todos seríamos capaces de haber continuado una vida deportiva normal, porque el deporte de alto nivel es muy exigente y te requiere mucha atención y mucha dedicación, pero él mantuvo el nivel en todo momento".
"Lo pasamos todos un poquito mal con el tema de Andrea. Eso también acabó uniéndonos a todos. Pedja llevó un peso importante, por eso todos estábamos deseosos de que jugara y jugara bien"
Exjugador del Levante U.D."Eso también acabó uniéndonos un poquito a todos. Al final, cuando una persona se comporta de esta manera, acaba haciendo su causa la de todos y lo pasamos todos un poquito mal con el tema de Andrea, la verdad. Un episodio que para mi corta edad también me sirvió mucho para empezar a entender y a asumir según qué tipo de cosas. Pedja llevó un peso importante, por eso yo creo que llegó un momento de la temporada donde todos estábamos muy deseosos de que Pedja jugara y jugara bien. Fue una causa para todos porque el tío se lo ganó a pulso, y la figura de Pedja nos obligó a todos un poquito más a hacer las cosas como tocaban. Rive quizá venía con algo más de poso, pero tanto él como Limo, como yo éramos gente que veníamos en esa mezcla de apuestas que hizo el Levante de emblemas con gente con hambre. Estaba Félix, estaba Tomás, estaba Gabi. Yo he tenido muchos, siempre hablo de ese Levante y después también con Sandro, con Ángel Cuéllar, con Tito, mucha gente ahí que me hizo profesional, pero a Pedja siempre lo pongo por delante por todo eso y por el cariño que le cogimos todos", señala Jofre Mateu.
Los rivales, al 200%, y “patadas de locos”
Los futbolistas de aquel Levante hicieron causa común en torno a Mijatovic hasta el punto de saltar en pro del montenegrino cuando las circunstancias lo requerían dentro del terreno de juego. "No termina de romper el año jugando bien, haciéndolo como él a lo mejor esperaba, porque también era un acoso sobre él por quién era. En todos los campos las patadas eran de locos. Las patadas que recibía, siempre provocándole… Era una situación complicada la que tenía fuera y en todos los campos, sobre todo fuera. En casa no recibía tanto, pero fuera de casa, entre la gente diciéndole de todo y los jugadores contrarios que iban a por él, a buscarle…", recuerda Rivera, que se ríe al rememorar una escena que vivió, en la habitación de hotel que compartían, antes de un encuentro en Ipurúa.
"Fuimos un día a jugar a Eibar y, claro —se ríe—, cada vez que vas a Eibar no es un campo en el que a todo el mundo le gusta jugar, en el sentido de que allí aprietan mucho, es un campo de mucha pelea, de mucha brega, y Pedja estaba como loco por irse de allí porque no era un partido agradable, y estaba preparado una hora antes de irnos al campo, pensando que el partido se jugaba una hora antes, y era porque quería salir de allí cuanto antes. Quería empezar y acabar cuanto antes y volvernos para Valencia", cuenta simpático Rivera. "El hecho de llegar allí todos los días poniendo buena cara a pesar de sus problemas personales, entrenando siempre a tope y luego en los partidos daba la cara dentro de la dificultad que tenía que todo el que jugase contra nosotros y marcaba a Pedja Mijatovic jugaba al 200%. Era muy complicado para él, en campos que no estaban a veces en condiciones, y esa profesionalidad, ese querer estar, ese estar con los compañeros, eso nosotros lo notábamos y a nosotros nos hizo crecer también como jugadores", añade el exfutbolista madrileño, que debutó sustituyendo a Pedja Mijatovic. "Yo no quería que lo cambiasen a él, yo lo que quería era jugar con él", dice y se ríe.
Limones, incluso, a quien Pedja Mijatovic asistió ese mismo día del debut de ambos con el Levante (de los tres, con Rivera, y cuatro si sumamos a Jofre, que marcó el 3-2 ante el Zaragoza), salió físicamente en su defensa en algún estadio. "Tenía un carácter fuerte y al final él terminaba por saltar, porque entre las patadas que le estaban dando y que lo estaban provocando durante todo el partido para buscarle… Hay una imagen, creo que fue en un partido contra el Nàstic de Tarragona, que salgo yo empujando a un central, porque se gira él de la patada que le mete y ese partido acaba expulsado. Todos reaccionamos y ya ves, yo que era pequeñito, el central del Nàstic que era enorme, se me ve empujándole, apartándole de Pedja, porque te daba rabia, te daba rabia de cómo lo trataban dentro del campo, porque iban a por él descaradamente. Y yo lo defendía y se lo decía: 'Fíjate, y eres del Madrid, que yo siempre he sido más del Barça' y se reía, pero al final es la persona. Puede ser un grandísimo jugador, porque lo fue, pero lo que te llena es cómo lo conoces como persona", recalca Limones.
"Tenía un carácter fuerte y terminaba por saltar, porque entre las patadas que le estaban dando y que lo estaban provocando durante todo el partido para buscarle..."
Exjugador del Levante U.D."De esto no sé si se acordará Pedja, pero yo me acuerdo mucho", cuenta sonriente Jofre sobre una anécdota en otro estadio. "Jugamos en Zaragoza, ya un poco avanzada la competición, y me acuerdo de que en una acción le grité. Hubo algo que le grité como recriminándole, no sé si no me la pasó o si se la di mal… La acción no la recuerdo. Recuerdo mucho que le grité y nada más gritarle estuve a punto de pararme y decir: 'Hostia, Pedja, perdona'. Nada más acabar el primer tiempo me fui al vestuario a pedirle perdón y ¿sabes lo que me dijo Pedja? 'Tranquilo, tranquilo'. Pero yo recuerdo el momento de gritarle a Mijatovic, que se me cayó todo. Fue de 'tío, ¿¡qué haces!?'.
No se despidió del Ciutat tras un “¡Monstruo, calienta tú si quieres!”
Tres goles marcó Mijatovic en los 21 partidos que disputó con el Levante, donde colgó las botas y de cuya afición no pudo despedirse en el césped, ya que no participó en la último encuentro como locales en el Ciutat de València, en el que el Levante cayó 1-2 frente al Córdoba, que frenó las aspiraciones de ascenso granotas. Los dos últimos fueron en Las Palmas y Murcia. Además, aquel incidente dejó una anécdota que recoge así el Museo Virtual del Levante U.D.: "El equipo perdió 1 a 2 contra un Córdoba que no se jugaba nada y que generó, además, un incidente entre Pedja y el técnico granota Carlos García Cantarero que, al final, acabó con la destitución del entrenador madrileño. Mijatovic, que estaba en el banquillo, se negó a jugar los últimos diez minutos del partido y cuando el míster le indicó que saliera a calentar, el montenegrino le dijo que nones con una frase inequívoca: '¡Monstruo, calienta tú si quieres!' Y la cuerda, claro, se rompió por el lado más débil: Cantarero fue destituido y su puesto fue cubierto, durante el resto de la temporada, por el hasta entonces preparador físico José Gomez".
Cantarero desmiente la escena pero prefiere no aportar su versión al respecto: "Esa situación no fue exactamente así, pero yo nunca cuento nada de interioridades del vestuario porque me parece que el vestuario es algo muy íntimo de un equipo. Pero bueno, él como futbolista veterano y futbolista de personalidad y yo como entrenador, no tan veterano en aquel momento pero sí también de personalidad, pues lógicamente en algún momento uno puede tener una diferencia de criterio, vamos a decir así, pero ya te digo que esa historia se contó así pero realmente no fue así y yo nunca he dedicado ni un segundo a intentar cambiarlo, por dos motivos: uno, porque no lo voy a cambiar y dos, porque seguramente lo único que haría sería agrandar más esa historia".
A pesar de lo que aconteciera, el exentrenador granota sostiene que mantuvieron una buena relación. "Hablábamos mucho sobre todo al finalizar los entrenamientos. Nos quedábamos ahí en el terreno del juego y hablábamos de muchas cosas, siempre relativas al Levante, no 'cuéntame cómo fue tu gol con el Real Madrid', de esas cosas no hablábamos. Hablábamos del tiempo presente en ese momento y de cosas del equipo, del Levante, cosas que podíamos hacer, qué no podíamos hacer, ideas que él tenía, ideas que yo tenía… Ojo, igual que hablaba con otros, con todos, porque a mí me gusta hablar con los veteranos y con los jóvenes entonces, no había un trato especial".
"Es verdad, de esto no me acordaba. Ahora me lo recuerdas, pero me atrevería a decir que hasta el entrenador dijo: 'Vale, pues tienes razón", dice Jofre. "Eso sí que fue un punto sorprendente, no lo recuerdo mucho, pero es que llegó un momento que Pedja creo que se sintió infrautilizado o que esperaba más, y nos ha pasado a todos. Yo en el Girona, en mi última etapa, jugué poquísimo y a toro pasado, dices: 'Pero ¿cómo vas a jugar, alma de cántaro? Si estabas como estabas', pero en aquella yo estaba rabiando de decir 'pero ¿cómo puede ser que yo en este partido no esté jugando?' Pues, hombre, todos tenemos nuestro ego, y el ego de Pedja Mijatovic nos pega 17 millones de patadas a todos. Entonces, me imagino que hay algún momento donde dices: 'Bueno, hasta aquí', pero cuando acumulas tanto bien, si hay alguna mancha, es tan pequeña que no cuenta".
"Todos tenemos nuestro ego, y el ego de Pedja Mijatovic nos pega 17 millones de patadas, pero cuando acumulas tanto bien, si hay alguna mancha, es tan pequeña que no cuenta"
Exjugador del Levante U.D.Lo que contó y quedó para ellos fue un "recuerdo espectacular. Era de admirar. Yo no le noté ningún mal gesto nunca", dice Luismi antes de enviarme por WhatsApp una fotografía con Mijatovic. Todos la tenían. Jugaban al lado de "una celebrity", como le calificaba Jofre al recordar "el shock" que le supuso la llegada de Pedja a su mismo equipo. Limones no sólo tiene fotos. "Yo tengo camisetas firmadas por él, y amigos míos que son del Madrid de toda la vida de la imagen del gol de la Séptima me mandaron un póster para que se lo firmara a un amigo mío, y cuando vio el póster —eso no era un póster, era un mural de lo grande que era—, se quedó flipando y diciéndome: '¿Y esto, dónde lo has conseguido? Y me pidió uno, y mi amigo le consiguió uno y se lo mandamos".
"Pedja nos marcó bastante, sobre todo, por su trato con la gente y con los compañeros. Nos enseñó que aun siendo una megaestrella como era él, había otra parte, la parte humana, la parte fuera del deporte, que él sabía llevarla perfectamente y era compañero de todos, no tuvo ni un problema con ninguno. Al final es lo que queda, porque las carreras de todo el mundo son como mucho diez, doce, catorce años, pero te quedas con lo que tú hayas hecho, con los amigos que hayas dejado, con lo que hayas aportado y en ese sentido a nosotros nos marcó mucho. Y en muchas ocasiones cuando ha pasado el tiempo y ya Pedja no ha estado con nosotros, dices: 'Ostras, si una persona así, a este nivel, se juntaba con la gente y mostraba la humildad que tenía, ¿qué vamos a hacer los demás?'", reconoce y reflexiona Rivera.
"Nos dio una lección a todos, nos pegó un repaso a todos tremendo. Es verdad que él venía ya de una Fiore donde no acababa de rendir y le costó engancharse a ritmo competitivo y eso le hizo quizá también rebajar un poquito más su plano superestrella, pero, hostia, mira que tuve en ese vestuario gente ejemplar y de la que guardo mucho cariño, pero el modelo Pedja Mijatovic lo he guardado para siempre porque nunca en mi vida me habría imaginado que alguien, además con el aura de Pedja, de aquel Madrid, de un tío chulo, con ese peinado de Valencia, fuese alguien tan contrario a como yo lo esperaba en cuanto a humildad y a cercano. Fue una lección increíble, y yo creo que fue una semilla de un proyecto, que hay que darle mucho mérito al club y a todos los que lo decidieron porque sin ser una figura muy determinante en cuanto a rendimiento, fue una señal de que ese Levante aspiraba a mucho. Y es verdad que Pedja no aparecerá en las fotos de los goles determinantes, pero el hecho de que estuviera ahí para todos fue un plus que ha servido de mucho y creo que ahí se empezó a cocinar algo de lo que hace un tiempo el Levante era", resume Jofre sobre el paso de Mijatovic por el Levante, que no sólo subió a Primera en la campaña 2003-2004, sino que llegó a participar en la Europa League 2012-2013.
"Ya había estado Johan Cruyff en su momento. Yo creo que pueden ser los dos nombres más representativos a nivel mundial que han dado nombre al Levante como institución, como club"
Exjugador del Levante U.D."Aunque no tuvo esa continuidad, pero fue importante futbolística y sobre todo humanamente para nosotros. A nivel de mito, a nivel de futbolista muy importante en el fútbol mundial, el poder haber compartido vestuario con él, anécdotas, fue algo espectacular. No es fácil que un jugador de esa talla dé el paso de ir a jugar a Segunda división, ya lo ha ganado todo. Las connotaciones que tiene el tema de su hijo, de Andrea, le hizo valorar el poder venir al Levante y compartir tiempo con él. Fue todo muy especial. Ya había estado Johan Cruyff en su momento. Yo creo que pueden ser los dos nombres más representativos a nivel mundial que han dado nombre al Levante como institución, como club", apunta Luismi Loro sobre el carisma y nivel futbolístico de Mijatovic.
Limones vuelve a confirmar, al recordar entre risas cómo su presentación tuvo lugar en Terra Mítica, donde llegó a subirse al Ave Fénix, y después de compartir ese café en Tenerife, que "se presta a todo": "Fíjate, hasta con los campus que hago aquí en Tenerife de tecnificación, le pides un vídeo para darle un poquito más de publicidad y que me ayude, y no tarda en mandarme un vídeo corto invitando a los niños, a los padres, a que acudan a mis campus. Y el rato que estuve con él también preguntándome que cómo me iba lo de la academia y 'ya sabes que estoy en Madrid, para lo que necesites, me avisas'".