SEVILLA FC

El exfutbolista que pasó por Sevilla y Valladolid... y ahora disfruta en los banquillos del Motril: "Aquí se sufre mucho más"

Manu del Moral atiende a Relevo tras tres semanas al mando del conjunto granadino. "Me he quedado con la espinita", dice al recodar lo cerca que estuvo de tocar plata en Nervión... y en el Getafe.

Manu del Moral junto a Courtois./Vocento
Manu del Moral junto a Courtois. Vocento
José Manuel Rodríguez

José Manuel Rodríguez

La vida del futbolista es corta. Más allá del retiro, cada uno busca una nueva etapa. Los negocios, las inversiones... y continuar ligado al mundo del fútbol. Este último es el caso de Manu del Moral, exfutbolista de dos equipos que se juegan más que tres puntos este domingo: Sevilla y Valladolid. El jiennense, perteneciente al mejor Getafe de la historia, atiende a Relevo desde su cargo de entrenador en el Motril, club al que llegó hace menos de un año para desempeñar el puesto de delegado.

En 2024 dio el paso de futbolista a cuerpo técnico. En el Motril, equipo que ya siente como su casa, comenzó aportando desde uno de los puestos más infravalorados dentro del mundo del fútbol, pero en apenas tiempo ha escalado. Ahora, como primer técnico, disfruta de la gran racha de su equipo: "Pues mira, bien, me encuentro bien. Dando un nuevo paso dentro de lo que es el mundo del fútbol. La verdad es que me he estado preparando. He estado un tiempo también un poco alejado, porque desde que me retiré me apetecía tener tranquilidad. Disfrutar de la familia, hacer cosas que cuando estás jugando está claro que te lo impiden... Llegué aquí de delegado, y bueno, inicié este año ya como segundo entrador. Y desgraciadamente también por la destitución del míster, pues el club me propuso llevar al equipo y lo asumí. Ahora mismo, pues ahí estamos, peleando por salir de una situación incómoda que estábamos atravesando y poco a poco las cosas van saliendo mejor".

Desde su llegada, el Motril acumula dos victorias y un empate, pero la cercanía a su hogar le da un plus distinto a todo: "Ya prácticamente es que está en mi casa. Mis niños han nacido aquí, mi mujer es de aquí. Yo soy también de Jaén, que está cerquita de aquí. Me encuentro fenomenal. Porque el trabajo no impide que siga disfrutando de estar con mi familia y de estar cerca también de mi casa de Jaén. Y ahora mismo estoy bastante a gusto".

Eso sí, se 'disfruta' mucho más de la profesión vestido de corto: "Se sufre mucho más. Te puedo asegurar que se sufre mucho más. Y es fácil de entender. Al final, como futbolista eres el que tiene, digamos, la opción o la oportunidad directamente de poder cambiar el curso de una situación. Porque al final eres tú el que está dentro del campo. Como entrenador, tú puedes dar la herramienta, puedes dar la idea o puedes dar, digamos, el argumento, pero no puedes llevarlo a cabo realmente. Entonces, muchas veces, habiendo sido futbolista, te dan ganas de saltar al campo. Pero no puedes y eso te crea un poco una frustración o una impotencia que tienes que saber manejarla. Pero sí que es cierto que se sufre mucho más de entrenador, aunque también hay que disfrutar de los buenos momentos que te trae el día a día".

Manu del Moral fue uno de los delanteros que más revolucionó durante un tiempo el fútbol español. Rematador con unas cualidades fantásticas, algo que, pese a los estereotipos, no le ha afectado en su carrera en el banquillo: "Pues mira, se lo digo muchas veces al jugador. Es cierto y directamente lo que me has dicho tú se lo he comentado a ellos. Los delanteros son como que son, digamos, menos tácticos. Nos olvidamos un poco más de la táctica, nos centramos más en crear ocasiones, crear situaciones dentro del área, en el fútbol más ofensivo realmente. Pero como entrenador cambia la perspectiva. Yo en mi caso le doy mucha importancia a que el equipo tenga mucho orden táctico, porque desde ahí se empieza a crecer con y sin balón. Como le digo a ellos, jugar mucho sin balón, porque al final cuando el balón está cerca todo el mundo se activa. Ahí lo difícil es que se mantenga la concentración táctica cuando no lo tienes el balón. Entonces le doy mucha importancia a eso porque yo creo que un equipo tácticamente, que esté bien trabajado y que sea un bloque, tiene mucho a ganar".

Este domingo, dos de sus exequipos se enfrentan. Manu del Moral, tras salir del Sevilla, puso rumbo al Elche y al Eibar, hasta que llegó al Valladolid. Una temporada en Segunda en Pucela que le hizo conocer a fondo el club. Un equipo que anda en horas bajas... y que necesita despertar para salir de la zona roja: "Tiene que cambiar ya sí o sí la dinámica, porque al final estamos ya en la segunda vuelta, cada vez hay menos margen de maniobra, menos margen de error, y la situación en la que se encuentra con tantos puntos marcando el límite de la salvación... es compleja y complicada. Todo lo que no sea ya a partir de ahora sumar de tres en tres, se le puede hacer muy cuesta arriba".

En el Sevilla, Manu del Moral vivió, también, una situación compleja. La cual, precisamente, en el club nervionense comparan continuamente con la actual. Unas temporadas en las que los hispalenses se 'olvidaron' de Europa... hasta regresar por lo más alto: "Recuerdo la etapa del Sevilla como una experiencia positiva, porque al final de todo se aprende. Yo llegué a un Sevilla que estaba acostumbrado a hacer muy buenos papeles en Liga, en Europa League, y, sin embargo, el año que estuve yo, los dos años fueron muy difíciles. Tres entrenadores en dos años... la situación no era la mejor. Pero yo guardo un gran recuerdo de todos".

En Nervión se encontró con un Marcelino García Toral que ya apuntaba maneras: "Era intenso. Trabajaba mucho sobre el partido, veíamos dos o tres vídeos a la semana del equipo contrario, del nuestro propio para corregir errores... en ese aspecto no se le escapaba un detalle, y al final nos daba muchísima información para encarar el partido".

Un paso por el Sevilla que acabó con una clasificación a Europa League... y tocar plata en la siguiente edición. Algo que no vivió el propio Manu del Moral. Algo que se convirtió en una espinita para el jiennense, que vistió la camiseta del mejor Getafe de la historia: "Muchas veces lo recuerdo. He jugado dos finales de Copa cuando nadie lo esperaba. Con un equipo humilde como el Getafe. Y luego estuve en un equipo grande que al año siguiente de salir ganó tres seguidas. Y te quedas con esa espinita de que lo he tenido cerca. Lo he tenido ahí en la palma de la mano, pero no he podido saborearlo, disfrutarlo. Pero bueno, al final todo lo que sucede en la vida, en general, nunca es perfecto como uno sueña. Se vive también con esa pequeña frustración, que yo creo que también es bueno para valorar los buenos momentos que también te vienen y disfrutarlos de verdad. Te das cuenta de que no todo es tan fácil y cuando llega hay que saborearlo y disfrutarlo".

Una vez colgadas las botas, Manu del Moral disfruta de su banquillo... y admira a otros, como Barcelona, Madrid o Atlético: "A mí me gusta un equipo que sea vertical, que tenga intensidad. Luego, te tienes que adaptar claramente a la plantilla que tengas. Cómo presionan -en el Barcelona- tras pérdida, cómo se asocian para eso precisamente, para luego ser verticales. Aunque la verticalidad también puede ser en transiciones. Las transiciones que hace Real Madrid también me encantan o incluso muchas veces mo el Atlético de Madrid transita hacia adelante desde la defensa. Todo ese tipo de fútbol a mí me encanta".

En definitiva, un jugador que vistió dos camisetas históricas... que este domingo se enfundan en un duelo de mucho más de tres puntos. El Sevilla busca apagar el incendio con García Pimienta y mirar hacia el futuro, mientras que el Valladolid necesita los puntos para permitirse soñar. Todo ello, con Manu del Moral pendiente. Aunque su Motril se juega, también, más que tres puntos. El fútbol y las vueltas de la vida.