FC BARCELONA

El factor Flick y la vuelta al Camp Nou son la mejor campaña de márketing en Montjuïc

El entrenador alemán tiene como reto volver a enganchar a la afición mediante un buen juego y que a los culers no les 'cueste' asistir a Montjuïc.

El mosaico del Lluís Companys previo al Clásico./AFP
El mosaico del Lluís Companys previo al Clásico. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El barcelonismo no guardará un buen recuerdo de la temporada 2023/24. Un año después de volver a ganar LaLiga y de sentirse capaz de poder volver a competir contra todos, en apenas unos días al Barça se le escaparon los dos títulos más importantes y cerró el año en blanco. De fondo, además, siempre estuvo presente el exilio a Montjuïc. Una nueva casa que se intentó pintar de montaña mágica, pero que muy pocos se creyeron. Concretamente: 17.000 socios.

El club puso facilidades para llegar hasta el estadio con varios buses lanzaderas, además de otras formas de acceso disponibles. Y una camino que desde Plaça d'Espanya, mediante escaleras mecánicas, no son más de 20 minutos de un ascenso en el que poco a poco se va dibujando unas vistas panorámicas de la ciudad. Cierto es, también, que el fútbol no acompañó.

El cambio de escenario le ha llevado al club dejar de ingresar dinero mientras el Camp Nou va tomando forma a escasos cinco kilómetros del Lluís Companys, desde donde se pueden ver las enormes grúas que lo vigilan. El cambio a nivel de ilusión y de asistencia ha sido grande. El club cerró la campaña 2022/23 con cifras de récord: una media de asistencia de 83.000 aficionados, cifra sin precedentes en este siglo. Y teniendo en cuenta que en el último tramo de curso faltaba parte de la tercera gradería del Gol Sud, cuando ya empezaron las obras.

Menos de la mitad de asistentes a Montjuïc

En Montjuïc, la media roza los 40.000 espectadores. De los 27.000 abonados que preveía el club a inicio de curso, quedaron 10.000 menos. Se hicieron promociones de descuento para muchos partidos del 40% de descuento -se llegó al 50%-, aunque también es cierto que en los días grandes los precios eran inasumibles para mucha gente. Con menos capacidad y la misma demanda en las grandes noches, las entradas se vendían igual. Ahí está el precedente del Paris Saint-Germain, el partido al que acudieron más aficionados. Por delante de Nápoles y Real Madrid. En los tres casos, superando los 50.000 espectadores y lejos de la peor entrada, contra el Valencia, con poco más de 30.000.

Uno de los grandes retos de Hansi Flick es conectar con la afición. Que subir a Montjuïc no se tiña de reto y se vea como un camino agradable. Y para ellos es clave una buena puesta en escena. A falta de buen juego en muchos tramos de la temporada, la grada llegó a hacer bochornosas olas cuando el equipo ni ganaba ni practicaba buen fútbol. Fue realmente significativo. El culer, desencantado, se quedaba en casa. Y el turista, sin ningún tipo de capacidad crítica, no dudaba en dejarse el dinero por una entrada. ¿Hubiera habido pañoladas en caso de jugar en el Camp Nou?

La grada hace la ola contra el Valencia en la segunda mitad y con empate en el marcador.RELEVO

Más allá de algunos días contados, el Lluís Companys nunca tuvo una atmósfera que acompañara al equipo. En el recuerdo quedará el espectacular recibimiento al equipo en la previa contra el PSG. El club ha querido beneficiar a los 17.000 fieles que quisieron ir al Lluís Companys. Todos ellos optarán a una localidad en el regreso al Camp Nou y tendrán prioridad sobre el resto de socios. Los precios serán los mismos y se han calculado con la previsión de jugar media temporada en Montjuïc y media en Les Corts, aunque hay previsiones algo menos optimistas.

Flick tiene como objetivo volver a enganchar a la afición. Porque ganar debería ser un derivado de lo primero. El culer ya ansia regresar a un Camp Nou que poco a poco va tomando forma. Nadie ha acabado de sentir como propio el Lluís Companys: los turistas, la pista de atletismo, entradas con poca visibilidad y el camino para llegar han sido algunos de los motivos en los que se han amparado muchos de los culers. El fútbol de Flick debe sobreponerse a todos ellos.